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Voto de PieroCardinal:
8
7,3
4.867
Cine negro. Thriller. Intriga
La vida de Al Roberts, un pianista de Nueva York, se convierte en una pesadilla cuando decide hacer auto-stop para buscar a su novia que vive en Los Ángeles. Lo que Roberts no puede imaginar, es que su periplo se verá envuelto en una serie de problemáticos acontecimientos que acabarán arrastrándolo a una situación límite. (FILMAFFINITY)
26 de febrero de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Dinero. Es una de las cosas de las que nunca se tiene suficiente. Papelitos verdes, con la cara de George Washington, que esclavizan al hombre, lo llevan a cometer crímenes y hasta a morir. Ha causado más problemas en el mundo que cualquier otro invento porque, simplemente, hay demasiado poco. Al menos yo tenía muy poco, así que tuve que usar el pulgar". Sentado en la mesa de un bar de Nueva York, Al Roberts nos regala esta reflexión acerca de algo que será vital en la película: el dinero.
Él acaba de llegar del otro extremo de Estados Unidos, de Los Angeles, luego de pasar por unos infortunios que cambiaron su vida para siempre. A través de una voz en off y mediante flashbacks Al nos contará lo que pasó en su travesía. Este viaje hacia la costa oeste era con motivo de encontrar a su novia, quién se fue a probar suerte a Hollywood. Sin dinero, debido a su renuncia de trabajo como pianista, Al decide emprender viaje haciendo autostop.
Él acaba de llegar del otro extremo de Estados Unidos, de Los Angeles, luego de pasar por unos infortunios que cambiaron su vida para siempre. A través de una voz en off y mediante flashbacks Al nos contará lo que pasó en su travesía. Este viaje hacia la costa oeste era con motivo de encontrar a su novia, quién se fue a probar suerte a Hollywood. Sin dinero, debido a su renuncia de trabajo como pianista, Al decide emprender viaje haciendo autostop.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Un lujoso auto descapotable frena y ofrece llevarlo; el hombre que lo conduce es Jack Haskell Jr., quien le cuenta a Al que va camino a Los Angeles para apostar en una carrera de caballos. En un momento, cuando conduce el auto Al y Jack duerme, éste último no se despierta; Al baja, abre la puerta de acompañante y Jack cae sobre una piedra golpeándose la cabeza y muriendo en el acto -aunque no queda claro si ya estaba muerto cuando iba sentado en el auto-. Al empieza a estudiar la situación, haciéndose preguntas sobre qué hacer, ¿le creería la policía que fue una muerte accidental? Luego de pensar todo, se convence que lo mejor es esconder el cuerpo, robarle su ropa y hacerse pasar por él, por lo menos hasta llegar a Hollywood.
Siguiendo su camino, ahora sólo y con otra identidad, decide levantar a una mujer -Vera- que está haciendo dedo. Lo que Al nunca se hubiera imaginado es que dicha mujer ya conocía el auto y a Jack, con quien había viajado y se había peleado -anteriormente él había contado que una mujer lo había arañado-. Ella amenaza a Al con delatarlo con la policía, sin ser que comparta el dinero que tiene de Jack. A partir de acá, ambos emprenden viaje juntos, disputándose y peleándose por las decisiones que deben tomar.
La codicia es clave en la película, ya que eso es lo que desencadena las mayores consecuencias en la película. Al intenta hacer entrar en razón a Vera: "César lo perdió todo por codicioso. Nunca estaba satisfecho, al final lo terminó pagando. Hace un par de días no tenías un centavo, no tenías dinero ni para pagar un sello postal", le espeta él.
La película juega mucho con las luces y las sombras -algo típico del cine negro de la época-. La cámara se mueve inteligentemente, a veces remarcando objetos importantes y claves en la historia, jugando mucho con el enfoque y el desenfoque de éstos.
Siempre recordemos que es un film de serie B, de bajo presupuesto para lo que sería una producción normal de Hollywood -la película se rodó en apenas seis días-, es la muestra de que con poca cosa se puede hacer buen cine. El director de esta película, Edgar G. Ulmer, ha sido citado como una influencia para los cineastas Jean-Luc Godard y François Truffaut, y se puede notar la influencia en el movimiento Nouvelle Vague, donde se hacían películas de bajo presupuesto generalmente.
El final es simplemente perfecto. Al Roberts deambula por la calle y su voz en off nos sigue hablando: "Me pregunto qué podría haber sido de mi vida si Haskell no hubiese parado. (...) Sé que algún día un coche se detendrá y me recogerá sin que le haya hecho dedo. Sí, el destino, una fuerza misteriosa que pondrá su dedo sobre ustedes o sobre mí, por ninguna razón en especial". ¿Acaso no es eso la vida misma?
Siguiendo su camino, ahora sólo y con otra identidad, decide levantar a una mujer -Vera- que está haciendo dedo. Lo que Al nunca se hubiera imaginado es que dicha mujer ya conocía el auto y a Jack, con quien había viajado y se había peleado -anteriormente él había contado que una mujer lo había arañado-. Ella amenaza a Al con delatarlo con la policía, sin ser que comparta el dinero que tiene de Jack. A partir de acá, ambos emprenden viaje juntos, disputándose y peleándose por las decisiones que deben tomar.
La codicia es clave en la película, ya que eso es lo que desencadena las mayores consecuencias en la película. Al intenta hacer entrar en razón a Vera: "César lo perdió todo por codicioso. Nunca estaba satisfecho, al final lo terminó pagando. Hace un par de días no tenías un centavo, no tenías dinero ni para pagar un sello postal", le espeta él.
La película juega mucho con las luces y las sombras -algo típico del cine negro de la época-. La cámara se mueve inteligentemente, a veces remarcando objetos importantes y claves en la historia, jugando mucho con el enfoque y el desenfoque de éstos.
Siempre recordemos que es un film de serie B, de bajo presupuesto para lo que sería una producción normal de Hollywood -la película se rodó en apenas seis días-, es la muestra de que con poca cosa se puede hacer buen cine. El director de esta película, Edgar G. Ulmer, ha sido citado como una influencia para los cineastas Jean-Luc Godard y François Truffaut, y se puede notar la influencia en el movimiento Nouvelle Vague, donde se hacían películas de bajo presupuesto generalmente.
El final es simplemente perfecto. Al Roberts deambula por la calle y su voz en off nos sigue hablando: "Me pregunto qué podría haber sido de mi vida si Haskell no hubiese parado. (...) Sé que algún día un coche se detendrá y me recogerá sin que le haya hecho dedo. Sí, el destino, una fuerza misteriosa que pondrá su dedo sobre ustedes o sobre mí, por ninguna razón en especial". ¿Acaso no es eso la vida misma?