No llegué a terminar la novela de Nabokov; soy de los que les gusta que el conflicto de la historia arranque lo antes posible, y el personaje de Lolita (cuyo nombre, no obstante, es la primera palabra de la novela) tardaba demasiado en aparecer de forma sólida...
Stanley Kubrick, morboso empedernido, no pudo dejar pasar la oportunidad de adaptar esta historia en la década en la que el cine por fin se atrevía con temas tabú y protagonistas amorales. Salvo algún detalle puntual, su dirección es sobria y funcional; a destacar el gran trabajo de caracterización (especialmente con el personaje de Lolita), el diseño de sonido (¡qué bién se oyen los gritos en versión original!) y el guión de Nabokov. No sé cómo lo haría este último en la novela, pero en la película lo más interesante es cómo consigue plasmar la obsesión de los personajes y sus intenciones sin decirlo nunca de forma literal; es decir, con el subtexto.
Como obra de ficción con protagonista amoral, obsesivo y manipulador me quedo con la inquietante novela "El mar, el mar", de Iris Murdoch.
spoiler:
Conforme avanzaba la película, me sorprendía la elección de casting del actor protagonista, James Mason: Lolita, al principio de la historia, siente cierta atracción sexual por él, cuando la verdad, tacharlo de atractivo es ser MUY generoso. Se perdona cuando se descubre la "historia secreta" en las últimas escenas, es decir, que Lolita lo utilizó y conspiró contra él para conseguir también sus objetivos, a modo de "cazador cazado". No obstante, el recorrido para llegar hasta ahí ha sido largo y por pequeños momentos, tedioso.
Momentos especiales de la película (señalaré dos):
- Lolita con la pamela, leyendo en el césped.
- El bailecito "cool" que se pega Peter Sellers.