Es una película entretenida e ideal para una tarde en casa, aunque a todos los que rondamos los 30 (por arriba o por abajo) nos recordará a ese gran hito de nuestra niñez, "Los Goonies", sobre todo por los personajes, la forma de afrontar la trama y el mensaje. Ni mucho menos marcará una generación, pero se deja ver y mantiene al espectador interesado hasta el final. Se agradece que de vez en cuando el señor J. J. Abrams descienda del trono en el que él mismo se ha subido y haga cine simplemente entretenido (huyendo del chapucero Damon Lindelof). Correcta