Acabo de verla y debo reconocer que tiene en igual medida fallos y aciertos. Lamentablemente no puedo compararla con el relato de Shakespeare, ignoro por tanto su fidelidad al texto, pero basándome en lo que he podido apreciar, y en la crítica de los entendidos, al parecer es respetuosa con el original. Lo cual me lleva a arriesgarme y decir que leída debía resultar un tostón, al menos para quienes nos movemos en los albores del siglo XXI tal vez en el XVII resultase provocadora, entretenida y valiente, pero en el momento actual, parte de esos valores han desaparecido, y las pocas escenas que podrían resultar literariamente atractivas, se han convertido en algo olvidable.