Acabo de ver la película y he de decir que me dirigía al cine con ciertas dudas. Quizás las críticas leídas (las no buenas) habían hecho su efecto pre-juicio, contrarrestado por otro lado con mis experiencias anteriores viendo películas de esta directora.

Trata muchos temas en una sola cinta: la soledad, las elecciones personales, la enfermedad, la muerte, el amor, el deseo, los celos, el miedo a amar, al compromiso, a perder, las relaciones difíciles (diferencias de edad, relaciones padre-hijo), el envejecimiento... muchos matices, a los que Isabel Coixet se acerca con una gran sensibilidad. Creo que tiene una capacidad especial para transmitir este tipo de sentimientos y situaciones. A mí, al menos, me llega. La música, bien elegida, ayuda a ello.

En cuanto a los actores, un Ben Kingsley brillante rodeado de un reparto efectivo, todos transmiten en la parcela que les toca. Incluso he de decir que mi gran duda, Penélope, me ha resultado muy creible, aunque siempre me genera un sentimiento de ambivalencia que hasta que no la veo, no la creo (y muchas veces aún viéndola, sigo sin creerla). Otra cosa es que no me gusta nada que en la traducción no se doble con la voz original de la actriz, me resulta artificial. Yo personalmente preferiría la v.s.o.

Con todo, la película me ha parecido llena de sensibilidad, bien narrada, con unos mensajes pienso que cercanos a cualquier espectador y ,en algunos momento, muy emocionante.

Así que he vuelto del cine satisfecha, por la película, por lo vivido a través de ella y pensando que la directora, de nuevo, "no me ha fallado".