Para los que adoramos una buena comedia romántica se nos hace muy difícil en los tiempos que corren encontrar un largometraje de dicho género que sea completa en sus dos apartados principales. El aspecto cómico es muy importante, incluso más que el romance diría yo, el problema es centrarse demasiado en hacer reír ya que se acaba con comedia a secas de poca calidad. Por otra parte, una buena historia de amor es primordial para enganchar al espectador, y este, es a mi modo de ver el fallo más repetido en las comedias supuestamente románticas de los últimos diez años. Mi opinión es que el truco para obtener esa deseada película equilibrada es proponer una historia romántica muy trabajada argumentalmente adornada con un humor casi constante pero a cuentagotas y sobre todo acorde con el contexto de la historia que se cuenta y a poder ser con un humor inteligente.

En este film la parte romántica es inexistente y si en algún momento parece haberla es demasiado superficial como para considerarla como tal. Los personajes están vacíos y solo sirven como instrumento para llevar acabo los gags, la mayoría de los cuales simplemente carecen de gracia alguna. Hay que destacar el intento de Hugh Grant en su vena más cómica, aunque seguramente sólo satisfaga a los/as cuatro fans incondicionales del actor. Por su parte Sarah Jessica Parker ejerce de maniquí, simple atrezzo escena tras escena, demostrando que fuera de Sexo en Nueva York y su papel de Carrie Bradshow es una actriz sin gancho y desangelada.

¿Qué fue de los Morgan? es un grano de arena más en el desierto de las películas inútiles, un mero entretenimiento y a ratos ni eso. Las comedias románticas del siglo XXI con alguna excepción son muy flojas, y las que llegan a sugerir algo más no llegan a ser ese producto completo en el que comedia y romance se combinan para dejar en nuestra retina hermosas escenas de amor y situaciones cómicas que perdurarán en el tiempo.

Un saludo.