1 de noviembre de 2015
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ante un documental que rememora un clásico del cine de los ochenta, en el que participan todos los que uno querría que participasen (de Gale a Spielberg, de Zemeckis a Lloyd, de Huey Lewis a Michael J. Fox), a más de uno se nos hace la boca agua ante las jugosas anécdotas y momentos inéditos que se nos pueden relatar. Si ese documental además no lo produce Universal pero cuenta con su beneplácito para contar con imágenes oficiales, todavía babeamos un poco más ante la idea de "el documental definitivo".
Pues no es este.
Tras un primer tercio en el que por momentos parece que se cumplen nuestros deseos, llegamos a una segunda parte centrada en los fans, y en sus Delorean tuneados. Mal, señor director. Cinco minutos habrían sido simpáticos, pero media hora como que no. Y cuando queremos regresar en los últimos minutos a la película, ya nos interesa mucho menos el documental de marras.
En fin, valioso y digno de verse, pero con la cautela de no esperar demasiado.
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