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España España · Alcalá de Henares
Voto de cinefilico:
4
Fantástico. Animación. Aventuras Inspirada en la obra homónima de Lewis Carroll. Alicia (Mia Wasikowska), una joven de 19 años, acude a una mansión victoriana para asistir a una fiesta de la alta sociedad. Cuando está a punto de recibir públicamente una propuesta de matrimonio, sale corriendo tras un conejo blanco y va a parar al País de las Maravillas, un lugar que había visitado diez años antes, aunque ya no lo recuerda. Ese país era un reino pacífico hasta que la ... [+]
24 de abril de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Burton y exceso son dos palabras que deberían estar unidas en los diccionarios. Y con Alice in Wonderland no hace más que darme la razón. Cuando salió a la luz que Burton haría una nueva Alicia muchos (incluso algunos a los que no nos emociona tanto las extravagancias burtonianas) nos frotamos las manos a la espera de una película en la que el director expresara al máximo su barroquismo, pues al fin y al cabo, Alice es barroquismo puro. Y el extravagante director no defraudó en cuanto a la creación de un (sub)mundo excesivo en todos sus aspectos. La pena es que detrás de ese exceso de explosiones visuales lo que queda es la nadería más absoluta.

Alice tiene un buen comienzo, una niña tiene un sueño que no se puede quitar de la cabeza, un sueño donde la gente está loca, los gatos desaparecen, los conejos blancos llevan traje y sombrero... este sueño perdurará hasta que un día, cumplidos los 19 años, Alice cae por un agujero y volverá a vivir una nueva aventura en el País de las Maravillas. Y esta aventura nada tendrá que ver con la que nos vendió Disney.

Burton nos muestra un mundo triste y gris, condenado al sufrimiento por culpa de una malvada y dictatorial Reina Roja que ha convertido el colorido y colorista País de las Maravillas en un mundo pobre y ocre. Y la única capaz de derrocar a la malvada Reina Roja será Alice. Es en este momento donde Burton se cae con el peso de la película sin saber muy bien que está y porque está rodando lo que está rodando en cada momento. Llega el momento de intentar salvar la película de dos formas que por lo general le funcionan a Burton: Una gran explosión visual y varios minutos de trabajo actoral de Johnny Depp. Pero para que Depp pueda soportar por sí solo el peso de la película, no basta con los escasos minutos que se le concede al sombrerero en la película de animación, sino que es necesario subir la categoría del personaje al nivel de co-protagonista, grave error, y no por no hacerlo co-protagonista sino por no hacerlo tan loco como lo estaba en su antecesora. La cordura del sombrerero es manifiesta y simplemente tiene pequeños ataques esquizoides, que no salvan la planicie del personaje.

Pero que un personaje sea plano no se ve en únicamente en el sombrerero. Salvo la Reina Roja (más que decente interpretación de Boham Carter) y el (fabuloso) gato no hay un solo personaje que evolucione dentro de la película desde Alicia (planísima Mia Wasikowska) hasta la pomposa Reina Blanca (¿Por qué ha hecho esto con Hathaway, señor Burton?) pasando por los gemelos, la liebre, o el ya nombrado sombrerero.

Y entre bostezo y bostezo llegamos al final... y al señor Burton se le acaban las ideas (quién lo diría viniendo de este señor) y crea una guerra insulsa con la cutrez más absoluta y finalizando en bailecito que le da vergüenza ajena a cualquiera, demostrando, una vez más, que Burton no tiene interés ninguno (salvo el de llenarse los bolsillos) de crear una Alicia diferente y mágica.

Un 4.
cinefilico
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