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Voto de Vivoleyendo:
10
Drama. Romance Año 1909. En el transcurso de una huelga general, Henrik, un humilde estudiante de Teología, conoce a una chica de una familia de clase alta a la que todos adoran, sobre todo su padre. Entre ellos nacerá, a pesar de la oposición familiar, una larga historia de amor que encarna la lucha contra el rígido sistema de clases dominante. Se basa en la historia de los padres de Bergman. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2008
34 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ingmar Bergman redactó el precioso guión de este drama romántico de época que, a mi parecer, es prácticamente para quitarse el sombrero. Bille August contó con uno de los grandes cineastas de todos los tiempos y, entre ambos, compusieron una historia de amor plena de belleza que tiene la capacidad de maravillar, envolver y, más que nada, conmover con esa cualidad delicada y reconocible por cualquiera que se ha enamorado alguna vez, y que ama contra viento y marea, contra los impedimentos, contra los fantasmas interiores y contra los sinsabores de la convivencia.
Bergman regresa a su creatividad sobria, ésa que rezuma realismo hasta el dolor, un realismo que habla de todas las cosas que más nos conciernen. Y Bille August camina junto al gran maestro reverencialmente, con gran cariño hacia su obra conjunta.
La trama no puede ser más convencional. Henrik Bergman, un muchacho de clase humilde que estudia teología para dedicarse a la carrera eclesiástica, se enamora de la hermana de su mejor amigo, y es correspondido. Pero grandes obstáculos se interponen. Por un lado, él tiene un affaire con otra mujer a la que no ama y desea dejarla, y por otro la familia de su buen amigo Ernst y de Anna, su amada, es de clase alta y se opone tajantemente al compromiso entre ambos.
Desde el principio, una intensa chispa de pasión les atraerá irremisiblemente, pero los típicos prejuicios de clases saltan inmediatamente y los padres de Anna se interponen para tratar de desanimar a los jóvenes. Y casi lo consiguen. Tendrán que sufrir una prolongada separación hasta que por fin la obstinación de los mayores dé paso a la aceptación ante lo que no se puede extinguir.
Anna y Henrik construirán su vida juntos en otro lugar, a cuya parroquia él es destinado para ejercer de pastor. La vida en común, los hijos, los problemas cotidianos, las alegrías, la felicidad conyugal, los tiempos adversos, las cesiones mutuas, las desavenencias, el perdón, las difíciles decisiones en común… Todo irá dejando su huella en el paso de los días, a través de ese misterioso, milagroso, mágico, y difícil lazo que guía a las parejas a través de los años. Ese sutil hilo del amor compartido que soporta grandes tensiones y también grandes esperanzas, y que es esa llama del hogar que siempre nos aguarda, que nos espera con su calor y con su contacto cálido. Que es, a fin de cuentas, todo aquello por lo que merece la pena venir a este mundo. Todo aquello por lo que merece la pena estar vivo. Todo aquello que nos da un motivo para luchar hasta el fin.
Un amor que rebasa las barreras del tiempo, de las épocas y de las modas, que es tan universal como el sol que brilla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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