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España España · Dos Hermanas
Voto de adrigarfield:
7
7,0
28.214
Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia. Infantil Woody siempre ha tenido claro cuál es su labor en el mundo y su prioridad: cuidar a su dueño, ya sea Andy o Bonnie. Pero cuando Bonnie añade a Forky, un nuevo juguete de fabricación propia, a su habitación, arranca una nueva aventura que servirá para que los viejos y nuevos amigos le enseñen a Woody lo grande que puede ser el mundo para un juguete. (FILMAFFINITY)
19 de agosto de 2019
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Toy Story 4" comenzó a levantar escepticismo desde su confirmación. El grandioso final de la tercera entrega supuso el cierre perfecto para la hasta entonces trilogía: Andy terminó regalando sus juguetes a una joven niña llamada Bonnie al marcharse a la universidad, no sin antes despedirse de cada uno de ellos, una despedida llena de cariño y nostalgia que estaba más dirigida a nosotros que a la pequeña.

Convertir la saga en una tetralogía connotaba traicionar ese adiós lleno de ternura, e insinuaba un intento lleno de codicia de aprovechar la popularidad de la franquicia para asegurarse un éxito en taquilla sin apenas esfuerzo. Tras descubrirse algunos detalles de la trama en los primeros avances, se empezó a tildar a la cinta de innecesaria, pero tras ver el resultado final queda claro que la película queda completamente alejada de los parámetros de la insustancialidad y la desidia.

Esta cuarta entrega se siente como un soplo de aire fresco debido, en mayor medida, a la reinterpretación que se hacen de los valores que las obras predecesoras perpetuaban. Puede ser que la marcha de John Lasseter de Pixar por motivos ajenos al proyecto tenga algo que ver, el director de las dos primeras entregas dejó unos esbozos de la historia para que Josh Cooley hiciera de esa idea su primer largometraje en solitario (y no solitario). Ahora sin Andy, se las han ingeniado para establecer un hilo conductor centrándose, especialmente, en el verdadero protagonista de todo: Woody.

Elementos como la no aparición de Bo Peep en "Toy Story 3" o la creación del juguete de fabricación propia Forky son utilizados para seguir desarrollando el arco dramático del vaquero de forma magistral. Mientras que el inocente y bisoño Forky es usado para reformular las concepciones de un juguete, la experimentada pastorcita sirve para ayudar al Sheriff a replantearse nuevos horizontes filosóficos a los que su artifical especie puede optar. Todo se siente muy orgánico, funcional y consigue concordar con uno de los principales conflictos enfocados en la saga: afrontar el cambio.

Cada nueva incorporación logra expandir el universo a la par que nos llena la pantalla de encanto y emoción. La villana Gabby Gabby y sus secuaces logran intimidar desde su primera aparición (las sutiles referencias a "El Resplandor" de Kubrick ayudan), la vinculación de esta con Woody resulta simple pero efectiva; y su trasfondo sirve de pretexto para una de las escenas más genuinamente conmovedoras del filme que a su vez consigue anexarse homogéneamente al sentido reflexivo que adquiere la cinta.

Quizás la relevancia que adquiere el papel del vaquero en la película eclipsa al resto del elenco. Jessie, Rex, Sr. Patata, Slinky o Hamm apenas tienen un par de líneas durante todo el metraje, y mucho menos algún momento mínimamente memorable (más allá del divertidísimo running gag de Buttercup, el unicornio de peluche de Bonnie). Buzz es seguramente quien más se resiente de este aspecto: aunque tiene algo de peso en la trama, su figura se ve notablemente simplificada e incluso se le añade una nueva cualidad que como concepto se ve bastante forzado y como broma llega a ser redundante. La implementación de los personajes antiguos acaba sintiéndose desdibujada y la repentina nueva intencionalidad de todos los juguetes de ser cada vez menos "muñecos" hace que su encaje dentro del universo animado sea más extraño de lo que debiera. Sin embargo, el grupo clásico termina siendo parte importante de un final que pese a llegar a ser predecible y no alcanzar el nivel de perfección de la entrega anterior, tiene un impacto sentimental altísimo gracias a su magnífica construcción y ejecución.

El nivel de animación al que llega Pixar en esta película forma parte de una de las mayores delicatesen visuales mostradas hasta la fecha: texturas que diferencian los materiales de los juguetes, costuras en el brazo de Woody cosido en "Toy Story 2", los rasguños en el traje de Buzz Lightyear ocasionados por los niños de la guardería Sunnyside, detalles en los materiales del cuerpo de Forky, etc. Y ya no solo por calidad sino por cantidad, cada plano dentro de la tienda de antigüedades o feria (donde sucede todo realmente) está meticulosamente relleno de un contenido que bien sería digno de un análisis que terminaría coronando el trabajo tan prolijo que han realizado los del estudio de Walt Disney.

En resumidas cuentas, "Toy Story 4" partía con la difícil tarea de no quedar relegada al ostracismo de la secuela fácil. Su carácter reflexivo la convierte en una obra llena de matices que encandilará más a padres que a niños, aun así, su gran ritmo narrativo y fantástico humor familiar harán de ella una película disfrutable para todo tipo de público. Su distanciamiento con la trilogía predecesora provocará disparidad de opiniones, pero esa reinterpretación filosófica aporta una frescura que para una cuarta entrega siempre es necesaria. Pixar ha demostrado que para ellos lo imposible se torna posible y ha conseguido consagrar una gran cinta dentro de un marco de películas que ya forman parte de la historia del cine de animación, el legado de estos personajes en la gran pantalla durará hasta el infinito (y más allá...).
adrigarfield
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