Una peli entre barcos y submarinos siempre resulta interesante: acción, estrategia, desarrollo de personajes y el juego de ajedrez entre los bandos. Tener en la memoria películas emblemáticas como "A la caza del octubre rojo" invita, además, a ver este cine.
Pues con esta nos encontramos con un puente de mando lleno de maniquies, una figura que no para de hablar y dar coordenadas, algunos disparos con FX curiosos y unos camareros negros que parece que pintarán algo, con la que está cayendo en USA, pero al final formarán parte del resto de la peli. Y ya. Es que no hay más.

Hora y media para escuchar babor, estribor, rumbo tal y rumbo cual docenas de veces sin entender si está haciendo algo bien o mal, qué es lo que pretende con los malos, si tiene aciertos o fallos... No se puede empatizar con el prota. No sabes si tienes que ir con él o con los alemanes para que le quiten de enmedio de una vez, a ver si pasa algo. No se desarrollan estrategias, no hay enemigo a quién poner cara de enemigo, pero para que no se diga, ponen a una mujer que, eso sí, hace muy bien el papel de auténtico florero.

He visto que interpreta un papelito el hijo de Hanks. Pues será para darle una oportunidad, porque si a esta peli le quitas la popularidad de T. Hanks, te encuentras con un auténtico desastre.
Por cierto que el hecho de que pasen los días sin dormir, en tensión y el capitán esté más fresco que una lechiuga y sin que le salga barba...pues eso, que determina lo que estás viendo.