Vi la obra de teatro en la que está basada la película en Madrid hace unos años, y reconozco que no entré demasiado en la historia ni empaticé mucho con las situaciones, pero si que tenía momentos musicales de mucha fuerza y un halo de espontaneidad y cercanía que en el teatro funcionaban.

Ahora veo la película, y claro me parece lo mismo, pero peor, ya que tampoco entro ni en la historia ni en sus chistes, pero a diferencia del teatro la fuerza de la música decae al no verla en directo y claro está de espontaneidad y cercanía tras verlo en vivo, nada de nada.

Resultado, ni me gusta ni me interesa y lo único bueno que tenía que era su frescura aquí no se ve, con lo cual, más alla de la belleza y expresividad de Macarena García....nada de nada.