Disparo certero de Eastwood en este drama bélico biográfico basado en el afamado marine del ejército norteamericano: Chris Kyle. Con gran puntería, Bradley Cooper defiende con su interpretación este guión retratando el desgaste psicológico al que se enfrentan aquellos soldados que van a la guerra, y en especial el francotirador, cuya tarea consiste en mirar cara a cara al enemigo cada vez que aprieta el gatillo, contemplando de cerca cómo quita una vida y para un corazón. Un retrato de la realidad cruda y tóxica del terrorismo que, aunque en este título, como en el de otros muchos de Estados Unidos, se lleve al patriotismo, es un virus que nos afecta a todos por igual. Con todos sus pecados en la mesa, "El Francotirador" es una buena pieza a la que echarle el ojo y actuar en consecuencia.