En primer lugar, "Buffy Cazavampiros" apareció en televisión en un momento en el que vampiros y otros seres aún no estaban de moda, y eran siempre malos. Mostrar tanta variedad de demonios y vampiros y de una forma tan humana, manteniendo algunos elementos del folclore y modernizando otros, la hizo original, diferente a todas las demás, adelantada a su tiempo.
En segundo lugar, parte de la llamativa idea de poner a la típica rubia que suele morir en las películas de terror como la principal protagonista, una heroína inteligente con poderes para luchar contra el mal, algo poco habitual entonces.
En tercer lugar, mezcla a la perfección acción, suspense y a veces incluso algo de terror y drama con humor inteligente y divertido, lleno de metáforas y juegos de palabras.
En cuarto lugar, presenta a unos personajes interesantes que maduran y se hacen más ricos según avanza la serie (a destacar mi favorito, el gran Spike, del que me enamoré por completo, eso sí que es un vampiro), personajes inolvidables que vencen, fracasan, aciertan y se equivocan, que al principio parecen insignificantes pero que esconden mucha fuerza interior, y hacen que te identifiques con ellos y que les ames o les odies, depende del momento.
"Buffy" no sólo trata de una chica que mata a monstruos: enseña la progresión de la vida, la fuerza que tenemos dentro de nosotros mismos. Es mucho más profunda de lo que parece. Comencé a verla cuando era adolescente, atraída por el género fantástico que siempre me ha gustado, pero descubrí mucho más.
Empieza genial y en seguida profundiza más y engacha, sabe evolucionar manteniendo sus ideas originales sin estancarse: hace crecer los personajes, algunos se marchan y llegan otros nuevos, unos se vuelven buenos y otros malos, cambian los escenarios... Todo ello siendo fiel a su espíritu y manteniendo la misma frescura que al principio, pero mejorando. Y vale que los efectos especiales no son demasiado buenos (aunque han mejorado), pero no se le puede pedir tanto si tenemos en cuenta que empezó en los 90 y no precisamente con un gran presupuesto.
Podrían haberla seguido emitiendo hasta hoy y sé que no me habría cansado de ella, y aunque lamento su final, me alegra que haya terminado por todo lo alto, como serie de culto, y no sufriendo una repentina cancelación por falta de seguidores como otras.
En resumen, una serie que ha marcado toda mi adolescencia hasta mi madurez. Una serie que ahora, con tantos nuevos seguidores de vampiros que antes nos miraban como bichos raros a los que nos gustaban, echo muchísimo de menos, y que deberían volver a emitir, pero en canales más conocidos y a horarios más accesibles. Una serie que le recomiendo a todo el mundo que no la haya visto aún, jóvenes y no tan jóvenes. Una serie que me he comprado entera y que sigo viendo una y otra vez sin aburrirme.
Mi serie favorita. Una serie que jamás olvidaré.