La docuserie es interesante, porque es algo que no se ha permitido grabar antes, y al final es un cuerpo de élite. Pero también está más que claro que queda una actitud muy artificial por parte de los instructores, como de haber visto la chaqueta metálica varias veces. No hace falta esa prepotencia para ver si alguien está capacitado para un cuerpo de élite, y menos cuando ya son agentes del cuerpo, pero en este país tenemos el problema de tener una policía con muy poca formación y mucha chulería, y este documental lo demuestra.