El argumento de "La boda de Muriel" no deja de ser sorprendente, en una sociedad aparentemente avanzada, como la sociedad australiana. La película podría pasar por una "españolada" de los años 60, interpretada (con todos los respetos), por Lina Morgan, Concha Velasco, etc., en la que el objetivo básico de una mujer es contraer matrimonio al precio que sea. En un frívolo tono de comedia se va contando la historia amarga y triste de Muriel que finalmente consigue encontrarse a sí misma. Sin embargo, personalmente, el personaje que más me impresiona es el de la madre de Muriel, y su trágico final, la actriz recrea un personaje hondamente dramático, alienado y humillado por un marido déspota, asistimos a un proceso que ,hoy por hoy, se ha vuelto habitual en la sociedad española, y que es la violencia de género. Por otro lado la amiga salvadora a la que también aguarda un cruel destino juega un papel primordial en esta comedia ligera, pero que al mismo tiempo esconde una gran carga de tristeza. Estamos ante una película,que aparece envuelta en papel de comedia, pero que básicamente es una tragedia.