Tres amigos, Barry (Aaron Eckhart), Jerry (Ben Stiller) y Cary (Jason Patrick), la mujer del primero (Amy Brenneman), la pareja del segundo (Catherine Keener) y la amante de esta última (Nastassja Kinski) son los seis protagonistas, y únicos personajes, con los que cuenta Neil LaBute para dar cuerpo a esta satírica cinta que ridiculiza hasta el extremo las relaciones de pareja.

La mirada crítica, nada condescendiente y sí muy cruel de los primeros trabajos de Neil LaBute, el que nos ocupa fue su segundo largometraje como director, nos remiten directamente a Todd Solondz, otro cineasta especializado en mostrar lo peor del ser humano. La diferencia es que LaBute ha ido mutando, con el paso de los años, en otro tipo de cineasta más convencional y anodino. Pero eso es otra historia.

Lo que importa es que aquí se nos ofrece un trabajo poco dado a las concesiones, controvertido (véase la confesión de Cary en la sauna) y con unos intérpretes que pueden lucirse a gusto (todos disponen de alguna escena que les ayuda a ello). Puede que Amigos y vecinos no esté a la altura de algunos de los trabajos de Solondz, pero LaBute logra algo muy complicado: no dejar indiferente al espectador.