Fue conocer que se estaba filmando esta película y entré automáticamente en pánico. Muchos años esperándola, puro egoísmo, pero me enfrentaba a la más que probable posibilidad de que fuera una bella caricatura de lo que fue la original. "La original", esa que tanto me influyó, esa que me hizo amar la ciencia ficción hasta el punto de haber visto casi toda película decente del género. De leer tanta novela del mismo genero. Me marcó tanto ya en 1982 que no me atreví a leer el libro en el que estaba basada la película para no dañar el recuerdo de algo tan intenso. Cuestiones filosóficas milenarias en un futuro posible aunque distópico. Rachel, mi primer mito erótico. Tantas escenas inolvidables. Diálogos trascendentales. Esa banda sonora.

Me aislé de toda información concerniente a la secuela, no quería ver ni saber nada. Me preparé para salir totalmente decepcionado del cine, tuve medio año para hacerlo y casi no me bastó. Me autoconvencí de que no debía sentir frustración si no alcanzaba el nivel esperado, era lo más probable tratándose de una segunda parte de "la obra maestra".

Hace 9 horas que salí del cine y sigo en shock emocional. Hice bien en no esperar nada especial de ella, gracias a eso casi conseguí limpiar mi mente pera volver a ser sorprendido. Historia que enlaza a la perfección con la primera, ejecutada de manera magistral en todos los sentidos. Elección de personajes, guión, interpretación, fotografía, sonido, todo.

Ridley Scott lo ha vuelto a conseguir haciendo lo que yo esperaba, dar un paso a un lado y dejar a su criatura a alguien que pudiera ofrecer lo que él ya no podía.

Ahora mismo solo deseo volver a verla, empaparme de cada detalle, cada escena, cada diálogo, concentrarme en la esencia.

Solo te diré que hay una cosa que no llega al nivel del film original, ha quedado cerca pero es que el precedente era de una maestría casi inalcanzable y no es otra cosa que la banda sonora de Hans Zimmer. Es muy buena, extraordinaria, pero no llega a la comunión sublime de esas notas y esas imágenes que guardamos en el recuerdo. Gracias a ese genio,Vangelis.