Hacía mucho, muchísimo que no veía una sala de los cines Princesa tan abarrotada. Había mucha gente mayor. Ancianos que sin duda salieron del cine con una arruga más en sus rostros. Una arruga titulada "El árbol de la vida". Una arruga muy profunda. Sin duda, una arruga de esas llamadas "de expresión".

Algunos de esos viejos no me dan tanta pena como los que irán a verla atraídos por su dupla de "protagonistas": Brad Pitt y Sean Penn. Muchos se dormirán en el cine. Otros lo abandonarán a los 20 minutos, y otros tendrán una vía por la que canalizar y desahogar su odio. Podrán insultar a los gafapastas y mandar al psicólogo a todo cristo. Los más moderados usarán el adjetivo "lenta" de un modo muy benévolo.

Muchos la tomarán con el director. Dirán que se le ha ido la olla, y aprovechando lo místico del argumento, acusaran a Terrence Malick de "endiosado". ¿Quién si no tendría la osadía de filmar el origen del universo?

Otros, los muy entendidos, mencionarán el "2001" de Kubrick, porque es que además esta vez se lo han puesto a huevo.

Y otros habrá que sucumbirán. Hablarán sobre todo de "poema visual". Pero habrá división, y donde unos verán "un hermoso canto a la vida", otros hablarán de "vacío existencial". No se destacarán demasiado a los actores, ni sus interpretaciones... esta vez, todas las flores deben recaer sobre su esforzado y genial director.

¿Y Yo? Pues la vi ayer y aún no sé qué pensar. A ratos me deslumbró, y a ratos me exasperó. Interesante, quizá...

(Me ha costado escribir esta reseña sin haber leído ni una sola crítica ni opinión acerca de la peli. Voy a ver lo que se dice, lo que se comenta, y voy a empezar por Filmaffinity, como siempre).