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España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
5
Acción. Bélico Cuando descubre que el coronel Trautman ha caído en manos soviéticas en Afganistán, Rambo regresa al servicio para intentar liberar a su amigo. Después de contactar a la resistencia afgana, entra en la zona sitiada por las tropas enemigas… (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2014
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Última entrega de la trilogía que comenzó con “Acorralado” (1982) y continuó con “Rambo: Acorralado 2” (1985). Las aventuras (o más bien desventuras) de John Rambo (Sylvester Stallone), uno de los más grandes héroes de acción de la década de los ochenta y todo un mito en el género, culminan de forma bastante regulera en esta tercera parte dirigida por un inexperto Peter MacDonald.

Rambo se encuentra tranquilo en su nueva vida ayudando a construir templos budistas (¿?) hasta que viene a comerle la oreja su querido amigo el coronel Trautman (Richard Crenna) para que vuelva a pegar tiros con él, esta vez en Afganistán. Como Rambo ya está harto de meterse en guerras que no son las suyas, declina la oferta, pero posteriormente se entera de que Trautman está preso por los soviéticos. Así pues, se vuelve a calzar sus botas, se aprieta el lazo en la cabeza y allá que va armado hasta los dientes para volverla a liar parda entre las filas de los malísimos rusos y defendiendo a los pobres afganos a la misma vez.

Si bien el planteamiento del filme es bastante parecido al de la película anterior, en la que Rambo liberaba a prisioneros de guerra americanos, esta vez viene a ser lo mismo pero cambiando a los “charlies” por rusos y a la frondosidad de la selva tropical por el desierto afgano. Si bien la premisa es la misma, el desarrollo es mucho más irregular y amorfo; donde en “Rambo 2” había acción a raudales y disfrute a troche y moche, en “Rambo 3” Stallone parece desganado, Crenna hastiado del personaje, y el director apenas se esfuerza por ofrecer un producto como mínimo de igual calidad que la secuela anterior.

El mensaje es claro: otra vez los malditos comunistas dando por saco, da igual si son asiáticos o no, y allá que va Rambo disparando su norteamericano patriotismo por los cañones de sus gatling, sembrando la verdadera justicia, la de las barras y estrellas. La serie de Rambo comenzó con un mensaje antibelicista, continuó con el mensaje contrario pero dando un vistoso espectáculo de acción, y culmina con algo que no se sabe muy bien lo que es… pero desde luego, no es ni una cosa ni la otra.

A pesar del flojo final de trilogía, la saga fue todo un éxito de taquilla, algo que animó a Stallone a volver a encarnar al personaje veinte años después, en 2008, esta vez también detrás de las cámaras. Pero esa ya es otra historia…
Richy
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