Me apasiona esta película por:

- Tom Cruise, que nos muestra sus innumerables registros interpretativos en momentos de variada índole, como: Tom Cruise corriendo, Tom Cruise experimentando dulces cosquillas antes de morir apuñalado por un ser del inframundo, Tom Cruise destrozado y perdido, abatido tras despertar en una morgue e irse a tomar unas cañas a la escena siguiente, o Tom Cruise inmerso en un drama romántico de proporciones épicas con la bella princesa egipcia, que resonará en tu cabeza y alma durante días.

- Russell Crowe en los dos papeles de su vida: el Doctor Jekyll y el Doctor Jekyll en gris, que dejan a la altura de las sandalias de Maximus Decimus Meridius al resto de su carrera actoral. Su papel en la película es la de explicar al espectador de intelecto mediocre qué está ocurriendo realmente: "somos cazadores de monstruos, los cazamos nosotros, y los estudiamos, los monstruos... así que hacemos eso mismo: cazar monstruos, y estudiarlos, y luego seguir cazando monstruos... tratar de entender el mal, y el mal son los MONSTRUOS, y los cazamos...".

- Sofia Boutella, esa bella y joven actriz, hija de José Mª y Ana, que se encumbra como un nuevo talento hollywoodiense, ofreciéndonos un despliegue de expresiones digitales que ya quisiera el mismo Rey Escorpión. Se nota que está enfadada, y mucho. Especial mención al momento Princesa Guerrera cuando es capturada por el Dr. Crowe (sí, el mismo, el cazador de monstruos), que añade un dramatismo sobrecogedor, nuevas dimensiones humanas, a su personaje de ser terrorífico y diabólico. Maravilloso.

- El otro señor gris con un ojo a la virulé que aparece de vez en cuando para aconsejar a Tom que vaya buscándose otra forma de ganar la vida como cazatesoros. Bonita metáfora de la realidad, escúchale bien, Tommy.

- Tal vez me olvide de algún personaje principal, de alguno para nada genérico. Bah, da igual, ya me acordaré otro día...

- Brendar Fraser: su aparición en este largometraje (en forma de espíritu invisible pero omnipresente, que se percibe durante todo el metraje) es un añadido francamente desgarrador. Se echa de menos verle la cara.

- La trama, esa teleraña de increíbles historias entrecruzándose durante toda la película, ese maravilloso guión hilvanado por un orfebre: princesa se deja poseer por el demonio y es sacrificada, Tom encuentra su tumba, la rompe, se muere, revive, luego revive la princesa, se pierde una daga, se encuentra una daga pero se pierde un rubí, y luego templarios y... señores grises, y ratas gigantes, arañas no venenosas que sí lo son, extraterrestres en tarros, mueren todos, reviven todos, pero con menos ganas. Luego lo mismo pero al revés. Fin.

- Las múltiples referencias a posteriores películas de este fenomenal "Dark Universe": no me acuerdo, me dan igual. Pero eran muy buenas.

- El final es lo mejor. Y todos sabemos por qué.