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Argentina Argentina · Colastiné
Voto de Adela Hache:
5
Comedia Un grupo de chicos y chicas de veintipico se instala en una casaquinta que parece completamente aislada de la civilización. Una de ellas escribe una novela mientras los otros intentan convertirse en una banda que prepara un robo; algunos se enamoran, o parecen, o creen, o dicen enamorarse. Pero esas dos, tres, diez líneas narrativas se desdoblan a partir de lo que los personajes esconden o simplemente desconocen, y es así que la ... [+]
23 de septiembre de 2010
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una incesante sucesión de secretos y mentiras que desdibujan el límite entre lo falso y lo real, el joven director argentino Matías Piñeiro realiza un subjetivo retrato de su generación y se pregunta por la identidad nacional, a partir de muy particulares citas de la historia del país.
Un grupo de jóvenes de clase media alta se instala en una casaquinta aislada del mundo pero con objetos de los años sesenta y setenta del milenio pasado: desde la máquina de escribir a los muebles y donde hay viejas botellas enterradas en el jardín que envuelven oscuros secretos genealógicos.
Helena, la líder del grupo, escribe una novela con datos biográficos que justifican un lejano emparentamiento bastardo con Domingo Faustino Sarmiento, mientras los otros jóvenes (ocho en total) pintan, fingen, engañan, juegan y también crean vínculos amorosos que no van más allá de besos furtivos.
Esas distintas (a veces caóticas) líneas narrativas se entrecruzan y complican a partir de lo que los personajes esconden o desconocen. La escritura literaria se convierte en una escritura colectiva, que sumada a la lectura de segmentos originales de los diarios de viaje sarmientinos se conectan con los otros juegos y el pasado de dos de los protagonistas se revela unido a la casa y a una resolución irónica de la antinomia civilización-barbarie que tanto pregonaron los vernáculos intelectuales decimonónicos. Entre marcas falsas y juegos inciertos, M.P. intenta demostrar que la historia también puede ser mirada desde un diario de viajes.
Film-rompecabezas con pluralidad de sentidos, citas históricas y cinéfilas, diálogo permanente y proposiciones estéticas que remiten muy frontalmente a la influencia de J.L. Godard pero también (curiosamente en un director tan joven), al cine de Jean Renoir, a quien se cita no sólo por su film "Helena y los hombres" sino en la mirada satírica (no feroz pero sí sagaz) que tiene la película sobre la política, la historia y el amor, siempre jugando entre la representación y la realidad. Un cine interesante pero solamente para circuitos reducidos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Adela Hache
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