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Una buena persona

Drama Allison (Florence Pugh), una joven con un futuro brillante, y Daniel (Morgan Freeman), el padre de su prometido, sufren la misma pérdida trágica. En un momento de crisis, los dos protagonistas forjan una amistad que suscita la compasión y el perdón necesario para superar su culpa y encontrar la libertad.
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Críticas 29
Críticas ordenadas por utilidad
28 de mayo de 2023
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es la primera vez que empiezo así una crítica, pero no veo justa esta nota a una película que para mí está cerca de ser una obra maestra. En fin, hay cine que se vende más, y quizás sea por eso.
Al grano. Película dramática que me ha hecho saltar alguna lágrima durante la misma, sobre todo en los minutos finales.

Así por encima, la película va de un accidente involuntario de coche del que una de las protagonistas de la película se siente culpable, y empieza con el mundo de la droga en forma de pastillas, y es ahí cuando entabla una curiosa relación con el personaje de Morgan Freeman. Hasta aquí puedo decir.

A destacar el guion, la gran dirección, que a mi parecer, se realiza en la película (hay algunos planos en primera persona que son increíbles) y sobre todo al increíble reparto, con Morgan Freeman (de este señor no voy a a hablar porque ya sabemos todos cómo es, un grande de la historia del cine), y de la que sí voy a hablar es de Florence Pugh.

Pedazo de actriz, me encanta desde hace años, ya la vimos en Mujercitas y en Lady Macbeth. Pero este papel tiene muchos más registros. Hay escenas en las que parece una chica demoniaca, totalmente empastillada, que ahí se demuestra que es una muy buena actriz. Es súper expresiva, y eso me gusta mucho de una actriz, porque hay actrices que no son nada expresivas, da igual si lloran o ríen, tienen la misma cara. Esta no. Se nota cuándo está puesta y cuándo no. 27 años, toda la vida para hacer películas, y de momento lleva una muy buena carrera. Una de mis musas sin duda.

La tensión que hay en la película entre el personaje de Morgan Freeman y el de ella es tremenda, hay alguna que otra escena subida de tono, de pelos de punta. Morgan Freeman tiene planos deliciosos, en el muestra toda su personalidad, y el por qué es uno de los grandes.

Película quizás no para el 10, pero se lo pongo. Se lo merece. Florence Pugh hizo que mereciera el 10.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
CinefilCoRu
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25 de mayo de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que, de manera innata y casi inconsciente, no haya nadie mejor preparado para la dirección de actores que alguien procedente del oficio de la interpretación. Pues esa, casi dos décadas después de Algo en Común, sigue siendo la mejor baza como realizador de Zach Braff. Lo que ya llama algo más la atención es el "cambio de registro" del actor y cineasta de New Jersey en su transición de delante a detrás de las cámaras: luego de hacer reír a una generación entera como J.D. en la sitcom Scrubs, sus mayores virtudes como director las ha desplegado en el terreno del drama, desde la tragicomedia en su citada ópera prima hasta el melodrama más desnudo en su última película.

Nada puede conducir de manera más potente a la culpa y al rencor que el duelo, y a su vez, ningún antagonista más natural para esos dos conceptos que el perdón y la redención. Ideas cuya capa más básica a nadie se le escapa pero que contienen infinidad de matices y ramificaciones, más aún cuando a partir de estas se pretende construir un relato que consiga ser revelador pero a la vez funcional, digerible. Y es precisamente a través del juego con un trío protagonista inspiradísimo como Braff consigue conjugar todo esto y ofrecer un resultado bastante notable.

Porque mientras que Allison (Florence Pugh) capitaliza el sentimiento de culpa, hasta el punto de que la atrapa en una espiral de adicción y autodestrucción sin salida aparente, las fuerzas del rencor y del perdón -en reacción al duelo- se van trasvasando, en diferente composición a lo largo del metraje, entre Daniel (un Morgan Freeman que nunca decepciona) y Ryan (Celeste O’Connor, gran revelación de esta película), abuelo y nieta huérfana. En los complicados vínculos entre estos dos se generan fricciones como resultado de la relación de cada uno de ellos con Allison, que evoluciona en direcciones opuestas pero discontinuas a lo largo del relato.

Cierto es que, tras un imprescindible prólogo que expone el antecedente clave, el catalizador de todas esas situaciones, la película se hace un poco de rogar a la hora de volver a conectar ambos cabos, pues no es hasta ese momento cuando se empieza a tejar esta completa telaraña de emociones y desventuras humanas. Con todo, la disfuncionalidad del trío protagonista, cada una con sus razones y manifestaciones particulares, provoca que las relaciones entre estos personajes no vayan por un camino ni mucho menos recto. Lo cual eleva un reto de un desenlace que no sólo conecta todos los puntos sueltos y los lleva a buen término, de manera más que notable, sino que eleva el nivel global del conjunto y pone un broche de plata a una premisa y un desarrollo nada baladíes.

Por tanto, el aplauso a Braff como cineasta no debe centrarse sólo en una virtud para la dirección de actores más que revalidada y consolidada, sino también a su solvencia como guionista de drama. Pero si hay un nombre propio en la ficha artística que destaca por encima de cualquier otro (con permiso de una Celeste O’Connor a la que seguir con mucha atención) es el de Florence Pugh, actriz de moda y al alza gracias a hitos recientes como Midsommar, Mujercitas o Viuda Negra, que con una adecuada promoción y si la distancia temporal no lo evita, podría figurar entre las sospechosas habituales de la temporada de premios del año que viene, y no es para menos: su interpretación, tan histriónica y tendente al exceso como sincera, es el principal pilar que mantiene en pie un relato que, como ya se ha expuesto repetidamente, no era nada fácil de llevar a la pantalla.
Skorpio
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5 de enero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Zach Braff, el conocidísimo protagonista de Scrubs, debutó en la dirección con Algo en común, una pequeña joya del indie de principios de los 2000.
En Una buena persona, vemos que no queda nada de aquel realizador. El Braff director de ahora ha pulido mucho más su estilo visual, lo ha acercado mucho más al mainstream, aunque siga siendo una película independiente. Por ese mismo motivo, ha perdido bastante encanto, pero bueno. Signo de los tiempos y de la lógica evolución como narrador y cineasta.
El principal problema de la película, no obstante, es que no se entiende muy bien cuál es el verdadero papel del personaje de Morgan Freeman en esta historia. Termina la película, y queda la sensación de que podría no haber estado. La historia es la de Allison, y necesitaba pocos aditivos, sobre todo teniendo en cuenta que le da vida la siempre magistral Florence Pugh, una de las mejores actrices de los últimos años, una todoterreno que puede con cualquier género y personaje. Esto no quita que Morgan Freeman sea, como siempre, una delicia de ver en pantalla, pero su personaje, realmente, no era necesario en el conjunto.
Una película correcta, que está simplemente bien, y que se ve en cierto modo engrandecida por su excelsa pareja protagonista.

Lo mejor: Pugh y Freeman, excelentes. Sobre todo ella, que es un portento.
Lo peor: Está bien, sin más, y el personaje de Daniel no aporta mucho.
Sibila de Delfos
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11 de agosto de 2024
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Florence Pugh actúa muy bien (es lo mejor de la peli) y recuerda incluso a Scarlet Johansson en la introducción, que parece sacada del país de las golosinas, los sugus de piña y las piruletas más almibaradas. Nuestra protagonista Allison se va a casar con Nathan, un prometedor y también muy guapo negro encantador, el yerno ideal. Están radiantes en su fiesta de compromiso donde ella canta y toca el piano para amenizar la velada y Nathan suelta unas ñoñadas en público que hasta el espectador quiere que la tierra se lo trague (¡qué horteras son los yankis!). La decoración es ideal en su apartamento súper chic y parece incluso comestible. Todo el mundo se las promete muy felices. ¿Estaremos ante una comedia romántica?, nos preguntamos. Y, sobre todo, una cuestión no tan loca como parece nos carcome: ¿El visionado de una peli puede provocar caries?

Tras chocar contra una excavadora, algunas dudas se disipan: no es una comedia romántica. Allison vive ahora con su madre y ha cogido 10 kilos. Ya no está tan buena y se parece más a la novia del pelo azul de la vida de Adèle, que tiene su aquel, pero juega en otra liga. Es adicta a los opioides y se corta el pelo viendo tutoriales de Youtube. Su vida ya no pinta tan bien, pero la fotografía sigue igual, con colores de cuento de hadas. La pregunta es: ¿Será un dramón sobre drogas? Tengo entendido que tampoco van bien para las muelas.

En esto que, a Morgan Freeman, que no sabe muy bien qué hace en esta peli, le encasquetan a una joven huérfana que juega al soccer (balonpié en castellano antiguo, el que él domina por viejo y por diablo). Él no quería, pero le han colgado el cartel de “Buen Hombre” y tendrá que actuar como tal. Su nieta es una chupona, se pelea, es insolente con los profesores, folla a edades tempranas y puede que hasta la echen del instituto. Tampoco te cambiarías por él, la verdad.

Pero esto es Hollywood y hasta el más desgraciado merece una segunda oportunidad in the US of A…

La película va de drogas, pero el tratamiento del tema es preciosista, superficial y finalmente intrascendente. Es, en el peor sentido de la palabra, un melodrama, con una dirección que ataca las glándulas lacrimales sin piedad y sin pudor, con descaro, premeditación y alevosía, usando todos los trucos conocidos. Entre colorines saturados, canciones Indie o Pop de las muy tristes, preciosas maquetas de trenes y la voz en off de Morgan, se nos presenta la caída a los infiernos de Allison. Caída entre algodones de azúcar, que gustará a los amantes de lo dulce. De lo muy dulce.

La peli es relativamente entretenida, aunque las situaciones abizcochadas, conversaciones pasteleras y giros cremosos resultan forzados e inverosímiles. El final estirado a modo de milhojas es un intento tras otro de amerengarte y hacerte saltar la lágrima (yo he resistido como un campeón). Con pastillas azules esnifadas, algún que otro tequila doble y encuentros fortuitos en Alcohólicos Anónimos de por medio, para que llores mejor, como diría el lobo de Caperucita Roja. El sabor que deja la peli es más azucarado que amargo, en todo caso.

Eso sí, si Big Fish (película a la que recuerda) fuese una caja de macarons de la más exquisita confitería de París, ”Una Buena Persona” sería un paquete de panteras rosa del chino de la esquina. Los dientes se te caen igual, pero el ratoncito Pérez está muy atareado y no se digna presentarse si le convocan por películas de medio pelo, como la que hemos tratado.

Eviten esta película. ¡Conserven sus dientes!
Razumikhin
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25 de mayo de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
e Bastante tremendo drama, llevado a unos extremos que a mi personalmente no me han convencido.
Y es que la historia, llevado al exceso, es interesante en un principio, pero el desarrollo de la historia, amén de irregular en su interés, deja que desear.
Cuando la he visto, he creído en que sus creadores sí que han sido honestos con el espectador, pero también que han pecado en la súperexposición, en ocasiones, de un sentimentalismo que hace que, por ejemplo, la labor de algunos buenos intérpretes estén por debajo de su valía (Pugh), amén de que la historia, conmovedora de por sí y con un mensaje muy positivo, se vea con cierta distancia por cuanto, en el fondo, no te la acabas de creer.
Bien los aspectos técnicos, muy cuidados, y un guion que creo deberían haber pulido un poco, siendo algo más realista.
El fondo, la tristeza vital, el dolor por la pérdida de los seres queridos, están presentes, pero a veces no emociona. Pero también es cierto que tiene algunas escenas, como la del final entre los antiguos enamorados, que resultan cercana y reconocibles.
Por lo tanto, no está mal, se deja ver, pero debería haber sido mejor.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Baraka1958
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