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El pico

Drama Bilbao, años 80. Un Comandante de la Guardia Civil descubre que su hijo Paco de 17 años, que espera que ingrese en la Academia Militar, es heroinómano. Urko, el mejor amigo de Paco e hijo de un dirigente abertzale, también es heroinómano. En un momento dado, Paco huye de casa llevándose una pistola de su padre. Mientras el Comandante inicia la búsqueda de su hijo acompañado del padre de Urko, empieza a descubrir un mundo desconocido y ... [+]
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Críticas 51
Críticas ordenadas por utilidad
3 de junio de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con " El Pico " se llega a la cumbre y la consolidación del llamado cine kinki de los 70 y 80. Un género que se considera abierto con " Perros Callejeros " (1977) de José Antonio de la Loma, y que continuó y consolidó Eloy de la Iglesia con títulos como " Navajeros " (1980) , " Colegas " (1982) , " El Pico " (1983), "El Pico 2 " (1984), y " La Estanquera de Vallecas " (1986). Si existe alguna característica común de todas estas películas sobre la delincuencia juvenil, las drogas, el sexo y otra problemáticas del momento que atravesaba España, es la coincidencia de los personajes con la vida real de los actores que lo interpretan, caso del protagonista de El Pico, José Luis Manzano o Ángel Fernández Franco ( " el Torete " de Perros Callejeros ). Eran auténticos delincuentes marginales plasmando en el cine lo que mejor sabian hacer en la vida real. En el caso de " El Pico " podemos ver una película extremadamente realista que refleja a la perfeccíón todo este mundo de las drogas, la homosexualidad y la delincuencia , en este caso no en ambientes necesariamente marginales como en otros films del género, sino mediante los casos de dos chicos, uno hijo del típico guardia civil y otro hijo de un diputado de la izquierda abertxale vasca. La lacra de las drogas que tanto daño hizo en la década de los 80 atizando en ambientes impropios a priori. José Luis Manzano ( el mítico Jaro en " Navajeros ") lo borda, realmente no estaba interpretando sino siendo el mismo, su vida no fué diferente desgraciadamente a lo que vemos en " El Pico ", pués a pesar de las oportunidades que el cine le dio , murió en el año 92 , aún muy joven, sin poder salir de ese mundo. Otros de los actores de la peli como Javier Garcia ( Urko) o Lali Espinet corrieron la misma suerte. Leyenda negra de estos films, al igual que varios de los protagonistas de " Perros Callejeros ". Pero volvamos a El Pico, es un auténtico clásico de subgénero del cine kinki español, resulta impactante, las escenas donde se inyectan heroína parecen incluso reales, es un film que lo ves hoy dia y conserva una fuerza arrolladora, tal vez no fueran films de calidad, ni de presupuesto, ni de interpretaciones memorables, pero es una peli de culto totalmente, que forman parte de la historia de nuestro cine, reflejando al mismo tiempo la realidad histórica de la sociedad española en aquellos años de la recién nacida democracia y en este caso en medio del grave conflicto vasco.
Filmero
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10 de noviembre de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevaba mucho tiempo sin que una película española anterior a la década de los noventa (creo que la única anterior a este año que realmente me impactó fue Viridiana) me llenase y me aportase tanto. De la Iglesia nos lanza un cóctel explosivo que nos impacta de lleno desde el comienzo del metraje, en el que vemos como al igual que el amor, las drogas tampoco entienden de política. El realizador dirige con maestría este drama social en el que dos jóvenes de Euskadi viven haciendo trapis para poder seguir con su adicción, que les hace sentir tan grandes que creen que pueden controlarla. Aunque el reparto es amateur, lo cierto es que defienden muy bien su actuación (tal vez porque el cineasta les rescató de ese mundo para poder interpretar a personajes de ficción marginales) y la cinta maneja de una manera sólida tanto el ritmo como el montaje, muy narrativo y con una fotografía que emplea movimientos de cámara conmovedores (brutal el zoom in cuando ambos ven un pico) y muy descriptivos. Existen carencias técnicas propias de la época (como el sonido) aunque no son tan notables como en otras producciones. El guión conmueve y esta lleno de diálogos memorables, y los personajes están muy bien construidos, aunque tal vez el que interpreta Luis Iriondo es bastante mejorable, sobre todo en la relación padre e hijo. Los acontecimientos cumplen un protocolo similar al de casi todas las películas de toxicómanos, pero realmente El pico conmueve, creo que es de las mejores películas sobre drogas que se han hecho en España. Mención especial a la escena del bebé y el chupete, realmente estremecedora.
Segundo Premio
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7 de agosto de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La actuación de Manzano en esta película es inmensa. Es la primera vez que Eloy de la Iglesia le daba un papel como actor que no retratase su vida, y Manzano no lo desaprovechó. Un guión increible y una escena muy buena. Creo que está poco valorada, como la mayoría de las películas del gran director olvidado del cinema español. Lástima que se engancharan todos al caballo...
Chinaski
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31 de diciembre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y digo bien, para mi la mejor película del género quinqui, por valiente y atrevida y por abordar temas candentes y difíciles en la época y porque a diferencia de otras muchas del género no es una sucesión de atracos y tirones con el impás de los protagonistas chutándose.

Años 80. Gran Bilbao. Paco y Urko son dos amigos que pasan los días drogándose....costo, cocaína, heroína, uno de ellos hijo de un Guardia Civil, el otro hijo de un político abertzale. Poco a poco se van metiendo en el submundo de las drogas, como camellos y consumidores, frases como "No me voy a enganchar" o "Tranquilo que sabemos controlarnos" los hemos oído unas cuantas veces.

Aparte del tema central de la película: las drogas, se abordan otros temas como la homosexualidad o la política.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
benetash
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2 de mayo de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El pico (1982), película dirigida por el director maldito Eloy de la Iglesia, es una de las películas que sin ser de una enorme calidad artística, radiografía mejor la España de la Transición, poniendo hincapié en el contexto social y político de Euskadi.

Leyendas y rumores circulando sobre la película hay multitud. Desde que los “picos” que vemos en la película son reales, pasando por la drogadicción de casi todo el equipo al completo (de actores a técnicos) hasta la famosa historia que cuenta que el director Eloy de la Iglesia realizó un casting para conseguir encontrar el papel del personaje protagonista, Paco, y que después de hallar a José Luis Manzano (un joven del que se decía que era medio analfabeto) tuvo una relación tortuosa con él. Dejando de lado los chismorreos y las leyendas, lo que queda claro viendo la película es que Eloy de la Iglesia sabe de lo que habla. Seguramente porque él estuvo enganchado a las drogas durante largo tiempo. De todas maneras, banalizar la película como una simple obra autobiográfica o calificarla como película de drogas sería restarle el mérito al jugoso guión de la película, que escribió Gonzalo Goicoechea.

Eloy de la Iglesia no es desde luego un gran esteticista. Creo que tampoco se encontraba dentro de sus objetivos realizar una película que gozará de una gran calidad de imagen. En cierta manera, la sucia estética (incluso me atrevo a decir que abandonada) que nos presenta el pico se puede relacionar perfectamente con el tema tratado. No olvidemos que Eloy de la Iglesia fue uno de los máximos exponentes de lo que conocemos hoy en día como “Cine quinqui”, subgénero que retrata el lumpen y las miserias más absolutas de la calle. Hoy en día quizá la heroína no esté tan extendida en España ( a diferencia de otras drogas que tienen mayor permisividad por su publicidad amable) pero en el momento de la transición no era extremadamente raro poder conseguir una dosis. La puesta en escena pues, se ajusta con los objetivos del film. La mayoría de planos son encuadres generales que nos presentan casi de manera teatral a nuestros protagonistas, de tal manera que el espectador puede hacerse una idea general de lo que sucede en la película. Los planos fijos son una tónica habitual y apenas encontramos movimientos de cámara. A lo máximo que aspira la película en este sentido es a enseñar alguna secuencia durante el mono de nuestro protagonista, utilizando la cámara lenta con alguna que otra digresión de imagen y sonido.

El Pico nos introduce en el contexto del país vasco durante la transición española. La sombra de ETA se respira en la película, aunque no haga nunca una aparición determinante. La película nos enseña la relación entre dos amigos, Paco (interpretado por el ya comentado José Luis Manzano) y Urko (interpretado por Javier García). Una amistad casi podríamos decir que prohibida, pues ambos provienen de familias muy excepcionales. Paco es hijo de un guardia civil, mientras que Urko es hijo de un político de un partido cercano al nacionalismo vasco. La película consigue retratar perfectamente el mundo de separación que existía en aquellos momentos, en una sociedad en conflicto perenne. Constantes son los comentarios de desaprobación para que los dos muchachos sean amigos (no sólo por compañeros de clase, sino que las directrices vienen de sus respectivas familias).

La destrucción del núcleo familiar, que viene de la mano de la heroína, culpable de la separación entre padre e hijo. El padre de Paco, guardia civil mantiene una actitud férrea ante su hijo, que sin embargo no desea seguir la carrera castrense de su padre. La incomunicación se cierne sobre la familia, mientras que la heroína acaba por erosionar el núcleo. La madre de Paco, enferma de cáncer, sigue sin entender los cambios que experimenta su hijo, y debido a su situación de enfermedad queda totalmente anulada como figura materna.

El padre de Paco es la autoridad, representada obviamente por su papel como guardia civil. Que sin embargo no es capaz de solucionar los problemas de su hijo mediante la represión. Tendrá que adoptar un papel conciliador para que su hijo pueda seguir adelante, una evidente metáfora que también se puede trasladar al ambiente político del Euskadi del momento. Significativas las escenas en las que vemos al guardia civil buscar a su hijo, mientras todos a los que interroga le giran la espalda, en comparación con las escenas que suceden en la comisaría, donde la policía emplea todo tipo de métodos para conseguir las respuestas. Enmarcada dentro del reciente golpe fallido de estado, hay un díalogo sintomático que nos enseña el respeto y temor que se le tenía a la guardia civil en aquellos momentos, cuando el superior de Evaristo, padre de Paco, espeta que-Ahora nos tienen más respeto que cuando vivía el caudillo-

http://neokunst.wordpress.com/2014/05/02/el-pico-1983/
Kyrios
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