Cómo casarse con un millonario

Magnífica interpretación de tres especies de hermanastras malas de Cenicienta, queriendo pescar a un partidazo millonario mientras que ellas tienen que sobrevivir comiendo las sobras de los restaurantes caros a los que son convidadas, mientras ponen los muebles de la casa de alquiler en venta y trabajan como modelos de ropa para ricas boutiques.

Lauren Bacall está brillante, pero ocupa un trono central que debiera ser para Marilyn, la más pizpireta, hermosa y carismática de las tres. Junto a Betty Grabel imitando a una Lana Turner imposiblle, podemos observar cómo Marilyn los pocos minutos que está en la película los devora, cómo la cámara la ama, mucho más que a sus compañeras.

El caso es que las inteligentes estrategas van comprendiendo de qué se trata el conocer a alguien realmente, por encima del dinero o por debajo, y eso tendrá consecuencias.

Una Marilyn con mucha miopía en su rol más simpático, es incasable para su talento.
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Elegante y glamurosa comedia romántica de Jean Negulesco rodada en CinemaScope y repleta de simpáticas situaciones de humor ligero con divertidos equívocos y apuntes de screwball comedy.

El popular e imponente trío de bellezas formado por Lauren Bacall, Betty Grable y una Marilyn Monroe extraordinaria exprimiendo su faceta más cómica, protagoniza esta refinada cinta de lujosa y colorista estética en la que son tratados con notable ingenio asuntos como la aparente identidad, la amistad complementaria, los deseos de ascenso social, la farsa de base amorosa, o la utilización de los encantos personales con intereses arribistas.

La producción y el guión corren a cargo de Nunally Johnson, quien basó su texto en una obra de teatro de Zoe Atkins, Dale Eunson y Katherine Albert.

Nota: 7,5

Si eres un fan de Marilyn Monroe, te la recomiendo a ojo cerrado, solo para admirar en todo su esplendor a la hermosa diva de Hollywood, luciendo el último grito de la moda de 1953, especialmente... (sigo en spoiier). El film si bien ha sido catalogado como una comedia, no reúne los requisitos para serlo, quizás en aquella época pudo ser cómico el papel de la cegatona tonta que intrerpreta Marilyn; pero porque siempre a Marilyn le daban papeles de tonta: "Los caballeros las prefieren rubias", "Bus Stop", "Some like it hot", etc. ¿Sería ese el pensamiento machista que predominaba a mediados de los años 50 del siglo pasado, en que la belleza femenina va de la mano con la estupidez?

51/21(22/02/18) Insulsa, insustancial y rancia comedia romántica dirigida por el rumano Jean Negulesco, con guion de Nunnally Johnson (“Las uvas de la ira2 o “Los 12 del patíbulo”), que también produce, basándose en las obras “The Greeks Had a Word for It de Zoë Akins” y “Loco” de Dale Eunson y Katherine Albert, que tiene sus bazas más atractivas en su explosivo trio femenino protagónico Betty Grable , Marilyn Monroe y Lauren Bacall, pero más allá de su cartel la historia es de un simplismo, esnobismo, misoginia, machismo, y apolillado que da grima. Producida por la 20th Century Fox fue la primera película en ser fotografiada en el nuevo proceso de pantalla panorámica CinemaScope, aunque fue la segunda lanzada por la Fox después de la película épica bíblica The Robe (también en 1953), siendo también la primera película de color y CinemaScope de la década de 1950 que se proyectó en la televisión de la red de máxima audiencia, primera película de NBC Saturday Night at the Movies el 23 de septiembre de 1961. Tristemente una comedia que carece de humor, y un género romántico que de lo forzado que resulta dan arcadas, desafortunadamente produce lo peor que puede hacer una película, y es aburrir, solo salvable por la refrescante presencia de una Marylin que rebosa naturalidad y encanto, un embrujo con la cámara sublime. Fue un éxito de taquilla, siendo la séptima más taquillera en USA en el 1953, justo detrás de otra de la Monroe, "Los caballeros las prefieren rubias" (1953). Fue nominada al Oscar al mejor vestuario.

Tiene un comienzo potencialmente atractivo, con tres hermosas modelos (encarnadas por Betty Grable, Marilyn Monroe y Lauren Bacall) trazando un plan para cazar un marido millonario, ara lo que alquilan un lujoso apartamento en Manhattan, como señuelo, ara agar gastos van vendiendo muebles del piso. Ero en cuanto el relato comienza a evolucionar se convierte en un metraje arcaico en su modo de exponer a los personajes, trifurcándose en tres subtramas carentes de punch, de chisa, de gracia. La misoginia referida es realzado en el modo de delinear a las mujeres como cazafortunas, manipuladoras, interesadas, asentimentales, superficiales, frívolas, materialistas, algo muy cercano a la prostitución, venderse al mejor postor por dinero. Pero es que encima de esto estas mujeres se nos muestran como “tontitas” que caen con el primero que encuentran, ingenuas, pueriles, fáciles de engañar, inseguras, tampoco es que se haga ninguna loa a la amistad, esto es naif. El humor cae en la brocha gorda, con repetición de esquemas una y otra vez, con entrada y salida del dueño del apartamento “pillándolo” Pola (Marilyn Monroe) varias veces sin aportar nada, o lo gags de Pola con su carencia de vista, demasiado reiterativos, o Loco Dempsey (Betty Grable)resultando una buscona con el casado que se ha buscado, y poniendo a parir el impresionante refugio en la montaña nevada, o el incomprensible flechazo de Tom Brookman (Cameron Mitchell) por Schatze Page (Lauren Bacall), no se puede ser mas repelente, y teniendo al lado a los pibones Grable y Monroe, solo porque el guión lo dicta, que no se sabe porque ella está emperrada en que es un pobretico, viendo que es capaz de movilizar para sí solo un desfile de modelos.

Todo es tan previsible como que después de la noche viene el día, sustentando y ayudando a esta nadería esta su nula emoción, potenciada por una galería de secundarios masculinos (William Powell, Rory Calhoun, Cameron Mitchell y David Wayne) sin fuerza alguna, meras muletas en las que apoyar a las sensuales féminas, arecen en otro día en la oficina, sabedores de estar muy a la sombra de sus partenaires. Otra tara (una más) es el sinsentido del uso (por primera vez) del CinemaScope de Twentieth Century-Fox, es como si lo tuvieran de hace poco y estuvieran obligados a utilizarlo lo antes posible en lo primero que filmaran, da igual que la temática no se diera ello, estando forzados a llenar cada centímetro de la enorme pantalla, esto ya se ve desde sus títulos de crédito iniciales con una amplia orquesta tocando un tema musical, de hecho la excursión a las montañas parece la excusa para dar salida a este medio, de este modo el cinematógrafo Joseph MacDonald (“El baile de los malditos” o “El Yang -Tsé en llamas”) puede explotar la beldad de la maga cordillera nevada, y fruto de ello también son las tomas icónicas de la ciudad de Nueva York (Rockefeller Center; Central Park; el edificio de las Naciones Unidas; y el puente de Brooklyn en la secuencia de apertura; el Empire State Building, las luces de Times Square por la noche y el George Washington Bridge), ero en una comedia tan banal como esta sobran estos alardes que desvían la atención de lo que debiera ser lo primordial, aunque ante la pobreza del relato casi mejor estas postales.

Las actuaciones tiene entre la gurú del trío a Lauren Bacall en un rol chirriante y desagradable en su proceder, arrogante, sin alma, sin emitir sensaciones, parece al nivel del film, insípida; Marylin Monroe es un rayo que deslumbra y magnetiza, con una simpatía y ternura que la hace achuchable, lástima que su papel sea el más corto, y tan plúmbeo; Betty Grable cumple sin más en un papel desanimado y vacuo de contenido. Grable se hizo muy popular en 1943 por su fotografía en bañador blanco, de espaldas con la cabeza mirando por encima de su hombro derecho, la convirtió en la chica pin-up número uno de la época de la segunda guerra mundial, posteriormente fue incluida en la lista de las 100 Fotografías que Cambiaron el Mundo, elaborada por la revista Life.

En conjunto me queda una cinta solo apreciable por la presencia de una preciosa Marylin Monroe, resto olvidable mientras escribo la crítica. Fuerza y honor!!!

Durante décadas la mayor aspiración de una mujer, al menos en España, era "pescar" un notario. A ello la preparaba la sociedad y la familia. Hasta que pronto se dio cuenta que era mejor hacerse notaria que dedicarse a la pesca y acabar, tal vez, con un mendrugo.
Por lo que vemos en la cinta, a comienzos de los 50 en América estaban todavía por lo de la busca de un buen partido. Millonario en dólares a poder ser.
Y a ello se ponen tres bellezas despampanantes. A cual más atractiva, aunque la peña parece inclinarse por la sensualidad de Pola (Monroe), antes que por la distinción de Schatze (Bacal), como nosotros, o la explosividad de Loco (Grable).
Comedia que se mueve entre el interés y el amor, con el resultado que es de esperar.
Comedia femenina que no feminista, claro. Todavía falta para que lleguen las notarias. Todo se andará.
Comedia distraída más que divertida, con buenos números musicales y un vestuario femenino que quita el hipo con semejantes perchas.
Interesante y recomendable para conocer aquella sociedad a través del cine que se hacía.
Hablamos de la época prenotarial femenina.