Mala suerte, buena suerte

No es Días de vino y rosas. No es Días sin huella. Quizás juegue más en la liga de Leaving las Vegas u Otra ronda. Pues oye, ni tan mal.

El tema tratado es tan potente y está tan extendido que casi cualquier película que lo trate dignamente tiene muchos puntos ganados, al menos para mí.

To Leslie es cine independiente americano, del bueno. La historia de Leslie es descarnada y sucia, pero ella tiene algo en la mirada que da ganas de achucharla, fuerte, pero sin que termine de romperse. Es profundamente enternecedora. La actuación de Andrea Riseborough es alucinante. ¿Cuántas expresiones faciales diferentes es capaz de poner esta mujer? Si alabamos al bueno de Nicholas Cage cuando nos deslumbró en sus correrías por Las Vegas junto a Elisabeth Shue, ¿No podemos alabar a Andrea por las suyas en su poblacho texano junto a Sweeney? (muy bien Marc Maron)

Es que es tremendo. Si empatizas con Leslie, cosa no muy difícil si hay sangre en tus venas y neuronas espejo en tu cerebro (que no todo el mundo las tiene ¿eh, Boyero?) pasarás un buen rato visitando A Leslie, una gema de las que suelen pasar desapercibidas. Nudo en la garganta al final.

Ahora, al parecer, promocionar películas fuera de los canales oficiales de Hollywood está feo. Vamos, que tener amigos no está bien. Pues yo soy team Andrea para mejor actriz en los Oscar. Muy por encima de Cate Blanchett en Tár y de Michelle Yeoh en todo a la vez en todas partes.

TO LESLIE es un film de cine independiente que narra una historia alcohólica basada en hechos reales. Con un bajo presupuesto y escasa recaudación ha conseguido meterse entre grandes películas en la carrera por el ÓSCAR a mejor actriz. Situación que ha creado un cisma en la academia que, en su lado más conservador, intenta poner freno a películas independientes. Personalmente me alegra que haya cruzado las barreras y que de ese modo se haya dado a conocer al gran público.

Visionamos la historia de LESLIE, una madre soltera que tras ganar un premio de lotería se deja llevar a un mundo alcohólico (en el que ya vivía) hasta perder el contacto con la realidad y acabar en un círculo de soledad y destrucción. La trama es dura e interesante y el corto presupuesto ocasiona que en muchos minutos se visione un ambiente de telefilm, pero las potentes actuaciones consiguen ensalzar el resultado.

La entrada en la historia es muy acertada, con una serie de fotos de la vida de la protagonista desde que nació hasta que le toca el prestigioso premio, con las cuales ya nos formamos una idea de su personalidad y de su vida hasta ese momento. Desde ahí, observamos su triste camino de alcoholismo, autodestrucción y el rumbo con terrible futuro. Durante esos minutos se entra en bucle que resulta algo repetitivo pero que remonta la trama cuando se enfoca a lo que se refiere las relaciones personales.

Pero lo que explota y consigue que TO LESLIE sea digna de conocer, son las actuaciones, con unos destacados secundarios, la conocida ALLYSON JANEY, MARC MARON, OWEN TEAGUE y la gran estrella del film, ANDREA RISEBOROUGH, con un papel escalofriante. Son muchos los trabajos “alcohólicos” que han pasado a la historia, pero este registro, es sensacional. Si quieres visionar lo que es un adicto y sus consecuencias, simplemente obsérvala. Pero es que además en las secuencias que está serena sigue brillando, expresando sentimientos y desnudando al personaje.

TO LESLIE es ANDREA y ANDREA es una estrella que brilla con su sensacional actuación.

A veces las polémicas que acompañan a una película no son afortunadas, no siempre vale el “lo importante es que hablen”. En este caso, creo que ha funcionado mucho mejor el “boca a boca” que la dichosa cuestión de si fue incluida en los Oscars por presiones condiciones. Lo importante es que la película habla por sí misma.

Una de las ventajas de esta situación es tener una película indie en la lista de nominados; el segundo punto haber visto/disfrutado/sentido la interpretación de esta mujer menuda, de ojos de cierva sin pestañas que se come la película entre sorbos de alcohol; el tercer y último punto ver una historia de “aparentes” perdedores, que siempre deja un cierto alivio en el alma, porque siempre puede haber cosas peores.

En algunos aspectos, la situación de Leslie, su deambular buscando dónde sobrevivir me recordó a la película, Nomadland, salvando las distancias de argumento, pero ese mundo de personas que viven/malviven fuera del sistema en este vasto crisol que conforma Estados Unidos. Todos esos submundos de los bares de carretera llenos a rebosar de gente que bebe, pone canciones en las máquinas de música y baila, de beber con la botella en bolsa de papel, de mentir hasta la saciedad hasta el punto que ya no sabes quién eres.

A mi me parece que Andrea Riseborough está espectacular. El papel es difícil con todos esos quiebros, ese no querer admitir lo que pasa, empezando por no verbalizarlo, y el ver, al fin la pequeña luz del tren que lleva última oportunidad. Andrea se come cada escena y eso que lo tiene difícil; los demás actores son todos soberbios; desde la maravillosa actriz Allison Janney (su bis cómica la podemos disfrutar con la serie Mom) y el fantástico Marc Maron, que le da credibilidad a su personaje lleno de ternura.

La vida no es fácil para nadie (bueno, casi nadie) pero hay muchas más personas viviendo situaciones difíciles, con problemas importantes de afecto y relación que las que no.. pero en cualquier caso me interesan mucho más éstas últimas… hay mucho más que aprender de alguien que saca la mano del agua intentando salvarse (imagen de Lo imposible, de la que ha sido su 10 aniversario estos días) que de quién la usa para revolver el café con leche de una vida cómoda y estable. Hasta qué punto estamos preparados/o se nos prepara para afrontar los fracasos súbitos/éxitos, y sin embargo se nos educa para triunfar/conseguir… y luego .. qué? Qué hace uno cuando le toca el premio gordo de la lotería? Se puede pasar del nada al todo y del todo al nada? Se pueden tomar decisiones acertadas?

Sinopsis

Inspirado en hechos reales. Una madre soltera del oeste de Texas gana la lotería y la despilfarra igual de rápido, dejando atrás un mundo de angustia. Años más tarde, cuando su encanto se agota y no tiene adónde ir, lucha para reconstruir su vida y encontrar la redención.

Vaya que debut de Michael Morris con su primer largometraje. El director habituado a las series nos entrega una maravillosa película sobre la redención, la superación, las adicciones y las consecuencias.

Un drama realmente complejo y que se digiere muy lentamente al son de una buena canción de country.

Una película que tiene un solo nombre y es el de Andrea Riseborough en una demencial interpretación que la sitúa como la mejor de su carrera. La actriz aborda a una alcohólica de la manera más satisfactoria que podamos encontrar, dándole a su interpretación humanidad y a su vez rabia, permitiéndose nunca caer en el típico personaje melodramático, por el contrario, humaniza a una Leslie que desgarra la pantalla de forma magistral. Que a su vez tiene el mejor aleado en Marc Maron que complementa una química impresionante con Andrea Riseborough en pantalla entregando a dos personajes dispuestos a recibir su dosis de fortuna al final del día.

El guion que nos ofrece Ryan Binaco va tomando más fuerza en su segunda mitad, en donde nos hacemos parte del viaje definitivo de Leslie. Es también donde la película demuestra su mayor consistencia, llevando el drama a lo más profundo y dando paso al camino de la redención de un personaje al cual a esas alturas le tomamos cariño y queremos lo mejor para ella.

La gracia que tiene a su vez el guion es que Binaco logra dar detalles pequeños y bien observados, entregando la gran virtud de su actitud hacia las adicciones, ocupando el lugar con ellas, pero sin terminar de juzgar, simplemente tomando una actitud pasiva frente a ellas.

Contar el viaje de una protagonista que no cabe duda que es defectuosa en todos sus aspectos, pero también saber entender el no caer en excesivas críticas al respecto es una virtud y quizás una hazaña en sí misma y queda la sensación que es a su director que le toca la lotería de encontrarse con la mejor Andrea Riseborough como su Leslie.

Una película bien contada y bien realizada que seguramente entra dentro de las mejores películas del año y con una protagonista que merece el reconocimiento de entrar entre las mejores interpretaciones del presente año.

To Leslie es Andrea Riseborough. No hay más.
Si no fuera por ella, la película de Michael Morris no sé diferenciaría demasiado de cualquier telefilme de problemáticas humanas que podemos ver en la sobremesa de sábado y domingo en cualquier televisión estatal o autonómica.
Sin embargo, la actriz británica se come la pantalla. Está presente casi en el 100% de las escenas, y todo depende de sus ojos, su expresión corporal, su ánimo torturado y su representación honesta y brutal de la adicción. Sin ella, el argumento (mujer desastrosa y drogadicta en busca de redención ante su familia y ella misma) nos sonaría a dejà vu.

Lo mejor: ¿Queda alguna duda? Andrea Riseborough. Nominaciones más que merecidas.
Lo peor: No aporta gran cosa a nivel de historia.