Cásate conmigo

No sabía de que iba esta película, pero el otro día decidí verla y probar suerte a ver si me sorprendía su trama y me divertía.
Al terminar el film descubrí una historia bastante floja basada en un planteamiento que no se sostiene por ningún sitio. Un planteamiento creado a través de una anécdota que no sirve para sostener una trama de hora y media de duración.
Para intentar llevar a buen puerto la historia se ponen al timón dos actores jóvenes que resultan bastante efectivos. Jason Biggs (el joven de "American Pie") derrocha su encanto y su talento aportando su toque cómico a la trama. Una actuación interesante y entretenida que se acompaña a la perfección con la encantadora Isla Fisher. Una joven que avanza poco a poco pero con paso firme, y que nuevamente realiza una interpretación entrañable y dulce que funciona correctamente.
Ambos dos son lo poco destacable de este film que no consigue mantenerse en prácticamente nada. Unas actuaciones que no son suficientes para mantener la atención y el entusiasmo en la historia.
Es una pena, porque el film empieza bien. El comienzo resulta divertido y el suceso que dispara todo es original. Pero por desgracia luego todo se va desinflando poco a poco, y la historia toma una dirección que dentro de lo poco creíble que resulta ya de por sí; al final resulta bastante pesada y en algún punto bochornosa.
En fin, película que decepciona bastante ya que uno espera una comedia más divertida de lo que es. Pocas cosas destacables no consiguen mantener a la trama que se desinfla por minutos, hasta llegar a un desenlace bastante decepcionante.

Si cuando Jason Biggs, decididamente y sin ningún tipo de vergüenza, le pide matrimonio a una guapérrima Isla Fisher sin conocerla de nada esta le hubiera contestado "contigo no, bicho" la película tendría su gracia. Pero como cuando Jason Biggs, decidido y sin ningún tipo de vergüenza, le pide matrimonio a una guapérrima Isla Fisher sin conocerla de nada esta le dice "sí quiero", se pone a gritar y a dar saltos de alegría ahí, mientras está trabajando, la película se convierte en una chorrada sin límites.

Si hubiera secundarios interesantes puede que hubiera podido llegar a tener su gracia, algo complicado teniendo en cuenta la premisa anterior, pero como los amigos son medio subnormales y los padres 3/4 de lo mismo la película sigue siendo una chorrada sin límites.

Por cierto, en los títulos de crédito Michael Ian Black nos dice que el mongolo ese, amigo del personaje de Isla Fisher, montó una tienda especializada en la Unión Soviética: "solo vendía zapatos y pan". A ver, IGNORANTE, ya no digo que te informes ni que estudies un poco de historia, pero por lo menos no hagas una película y sueltes toda la mierda que se te pase por la cabeza.

Es evidente que los hermanos Farrelly no son ni Godard ni Röhmer, aunque también es cierto que ni falta que les hace. Su principal mérito radica en que sabieron "crear" lo que se podría denominar como cine de buenas intenciones con ribetes escatológicos, vamos como si fueran una suerte de Frank Capra de trazo grueso.

Pero lo que también es evidente es que como todo invento que ha ideado la humanidad siempre degenera hacia usos perversos. Así, por ejemplo, como el fuego paso de calentar a ser empleado para la guerra el cine de los Farrelly ha servido para que cualquiera se treva a hacer algo que algunos se atreven a llamar película.

Y es que el plagio de los esquemas farrellianos en este film es de cajón, hasta el punto de llegar a imitarlos hasta en la composición musical e incluso en los títulos de crédito. La lástima es que encima parece una imitación china de un bolso de Louis Vuitton, porque gracia no tiene ninguna y los momentos escatológicos se nota que están allí para buscar la carcajada que el argumento no puede aportar.

Por lo demás contamos con unas actuaciones deplorables de un Jason Biggs que tendrá 80 años y seguirá haciendo de pardillo enamoradizo y de una irritante e histérica Isla Fisher, que por otra parte, la deben conocer en su casa a la hora de cenar.

Eso sí, como aquel que no quiere la cosa, se nos vuelve a colar el mensaje de que el culmen del amor tiene que ser por fuerza una boda. Acaso en América no saben que el amor no necesita de papeles o de ceremonias? La respuesta parece ser que no, aunque lo que sí es seguro es que lo que desconocen totalmente es el significado del buen gusto cinematográfico.

Lo mejor: Que es corta.
Lo peor: A los 20 minutos ya la quitarías por sabértela de memoria.

Para no salir llorando tienes que hacer un esfuerzo y predisponerte a soportar las conversaciones y situaciones más absurdas y aburridas que quepa imaginar.

Se trata de la típica película de adolescentes... pero sin sentido. Tiene algunas bromas graciosas pero al final se hace pesado.

Mi consejo: No vale la pena. Simplemente perdereis el tiempo.