Los comancheros

Divertido aunque muy irregular western de Michael Curtiz con un John Wayne como protagonista, cuyo carisma salva una historia flojita aunque en ocasiones divertida, con algo de acción y amor.
Puede verse sino se es muy exigente, y pasar un buen rato.

Decepcionante western que no salva ni la presencia de John Wayne, la película es un autentico despropósito, empezando por el personaje de Stuart Whitman que se dedica a salvar la vida de los que le quieren colgar, continuando por los indios que se pasan media película corriendo por delante de los hombres armados esperando que les disparen como si fueran tontos, o acabando con el personaje de Lee Marvin que parece el mas interesante y desaparece en diez minutos. John Wayne parece ser el único que se toma en serio la película, supongo que a los cinco minutos de empezar el rodaje ya debía echar de menos a su amigo John Ford.
Esta fue la última película de Michael Curtiz, el director de "Casablanca" merecía otro final, quizás antes de rodar esto debería haber revisado los westerns de John Ford y Howard Hawks y no pensar que la sola presencia de John Wayne lo arreglaría todo. En resumen, es de los peores westerns de la época y de las peores de Wayne.

"Los Comancheros" es el último film que realizó el gran Michael Curtiz y que, incluso, no pudo finalizar ya que falleció durante el rodaje a los 75 años de edad, siendo sustituido por George Sherman y la importante colaboración de John Wayne. Con un magnífico reparto, estamos ante un western muy interesante narrado con mucha fluidez, algo habitual en Michael Curtiz (dirigió cerca de 180 películas), que trabajó todos los géneros cinematográficos con eficacia. El film incluye un cierto tono de comedia en algunas escenas, algo bastante habitual en esa época, especialmente en los diálogos entre John Wayne y su refinado compañero prisionero (Stuart Whitman), un jugador empedernido al que en todo momento Wayne se refiere a él como "monsieur". Bellos paisajes, mucha acción, estupendos secundarios encabezados por el magnífico Lee Marvin, hermosa fotografía de William H. Clothier y excelente banda sonora del gran Elmer Berstein completan este film que se ve con agrado y que supuso un digno colofón a la carrera de Michael Curtiz, aunque no pudo ver su estreno.

La película no es más que un western del montón, digno, bien hecho, interesante, pero nada especial. Si la he visto cuatro o cinco veces siempre ha sido para ver a la bellísima actriz Ina Balin, lo confieso.

Magnífica, estupenda, siempre me gustó. La veo y la veo y me sigue gustando... la habré visto 20 veces. Quizás le sobre y sea un poco exagerado el final, cuando llegan al campamento de los "comancheros" y cómo se desarrolla la acción allí, pero por lo demás es un gran (gran) western. Su sentido del humor, su dirección (Curtiz), sus actuaciones (Wayne, Whitman...), su guión... es estupendo! La despedida de Wayne, tocándose el sombrero y sonriendo, es de lo mejor de la historia del cine... ¡que gran actor!
Y sí, si la recomendaría... claro que tienen que gustarte las "películas del oeste", (los western clásicos), si no es así, puede que no la acabes (o ni siquiera la empieces).