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Estío

Drama. Romance En París, en 1971. Delphine conoce a Carole. La primera, hija de campesinos, se muda a la capital para alcanzar la independencia económica y ser dueña de su propia vida. La segunda tiene novio y vive felizmente los comienzos del movimiento feminista. A Delphine, misteriosa y reservada, le gustan las mujeres. Carole ni se plantea esa posibilidad. De su encuentro surge una historia de amor que desequilibrará sus vidas al tropezar con la realidad. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 25
Críticas ordenadas por utilidad
15 de julio de 2016
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los filmes franceses más interesantes que podemos encontrar en la cartelera está dirigido por Catherine Corsini, directora de títulos como "Partir", interpretada por Kristin Scott Thomas y Sergi López. El estreno que nos ocupa cuenta una historia de amor entre dos mujeres. Una joven, Delphine, tímida y de família conservadora que se dedica a cuidar de la granja de sus padres, viaja a París, donde empiezan las revueltas feministas y proabortistas de principios de los setenta y entre el grupo conoce a una mujer, Carole, una profesora de italiano que tiene novio. Vemos cómo nace esta historia, con escenas tórridas entre ellas, en la que cada una debe lidiar con obstáculos en la relación: Delphine oculta la relación a su entorno y Carole deja su vida parisina, asume su amor homosexual y se traslada a vivir con ella durante unos días en la granja. La película consigue captar el periodo de plenitud de un amor difícil en tiempos convulsos con una realización fluida, que respira sensualidad, aunque algo irregular. Al principio el filme trata el aspecto social que rodea a los personajes para contextualizarlos pero cuando la acción transcurre por completo en la granja tiene más fuerza. El filme está muy bien protagonizado por la casi desconocida Izïa Higelin como Delphine y Cécile de France como Carole, a la que considero una de las mejores actrices francófonas. Cécile de France y Noémie Lvovsky (madre de Delphine) fueron nominadas a los premios César como mejor actriz y actriz de reparto, respectivamente y además cuenta con el joven Kévin Azaïs (gran revelación en "Les combattants") como Antoine, el enamorado de Delphine. El desenlace de la película es emotivo y deja en un punto alto esta bella propuesta sobre un amor entre mujeres, aunque si se la compara con "La vida de Adèle" no llega a su altura.

Valoración: 7
Lo mejor: el amor entre los personajes de Izïa Higelin y Cécile de France traspasa la pantalla.
Lo peor: el final después de una escena clave es un poco precipitado.

http://josh-cine.blogspot.com.es/
Joe Diaz
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7 de noviembre de 2016
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contando un simple ligue de verano se puede hacer una película magnífica que exprese, por ejemplo, lo efímero y limitado de la felicidad, la juventud y el placer que obtenemos en nuestras vidas, como ocurre en la mítica Un verano con Mónica, de Ingmar Bergman. Esta película, en cambio, apenas logra trasmitir más que un paquete de buenas intenciones apenas bosquejadas. El guión tiene importantes deficiencias a la hora de transmitir el personaje de la feminista parisina, tan importante para la credibilidad de todo lo demás. No es que no sea creíble el que alguien que ha vivido siempre entre feministas (donde el lesbianismo es de todo menos raro) pase de la completa heterosexualidad a la completa homosexualidad por conocer a sus treinta y tantos años a una chica de pueblo no especialmente atractiva ni especialmente interesante ni especialmente peculiar. Es, simplemente, que la película no nos transmite los mecanismos que llevan a ese personaje a reaccionar así y no nos queda más remedio que echar mano del tópico de tantas películas de romances convencionales: la supuesta magia del amor. La chica campesina, en cambio, está bien definida como lesbiana exclusiva de toda la vida, pero, a la hora de plantear el dilema que se le presenta entre romper con el papel que su tradicional entorno le tiene reservado y lo que la otra chica propone, olvida matizar que la muerte de su padre ha convertido en un deber e incluso un reto vital proseguir con el trabajo que aquél hacía en la granja. Identificar, como viene a hacer la trama con demasiada simpleza, granja con sumisión y emigración con liberación lleva consigo colocar el deber libremente asumido en la balanza de las rémoras y empañar como ejercicio de cierta irresponsabilidad la búsqueda de realización sexual que se ha colocado en el otro platillo. Si a esto se añade el poco acierto para recrear el entusiasmo del activismo setentero más allá de alguna simpleza casi folklórica, tenemos que la película se queda en méritos parciales, menos consistentes en mi opinión que los errores. Pese a todo esto, es comprensible que este tipo de producciones obtengan aplausos de espectadores sensibles a estos temas, puesto que hay una gran necesidad de que el cine los trate (equivocándose en más o en menos) sin el sensacionalismo ni el paternalismo del que suelen ser presa.
Capitan Ahab
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10 de julio de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película que tomando los primeros años setenta en Francia, se acerca a un tema problemático entonces y ahora aunque las diferencias sean abismales.
Muestra con facilidad una relación llena de sentimientos de amor, de rebelión y dependencia de las apariencias cara a los demás. Todo ello amalgamado magistralmente.
Las interpretaciones muy buenas tanto en las dos actrices principales como en los secundarios.
Resuelve sin melifluosidades las complejas situaciones que se dan a lo largo del guión.
Una película que merece la pena ver, en la que el espectador va a ir de la mano del director en todo el metraje.
NERI
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17 de julio de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ambientada en el París de principios de los 70, La belle saison narra una historia protagonizada por mujeres que luchan por la igualdad de género, fraguando la atmósfera perfecta para el encuentro de sus dos protagonistas.

El homenaje a las líderes del feminismo de la época que propone la directora Catherine Corsini queda manifiesto al llamar Carole (Cécile de France) y Delphine (Izïa Higelin) a los personajes principales en honor a las activistas del movimiento feminista Carole Roussopoulos y Delphine Seyrig, quienes documentaron esta lucha. A pesar de ser la premisa del filme, el feminismo se desvanece y va perdiendo peso conforme el amor de las jóvenes adquiere protagonismo, acentuando la dependencia que Carole comienza a sentir por primera vez por alguien, restándose libertad y distanciándose de su activismo.

A pesar de sus diferentes orígenes y estilos de vida, Carole y Delphine sienten una atracción mutua que las conduce a una historia de amor que termina por eclipsar todo propósito reivindicativo de carácter feminista. Esta historia recuerda sutilmente a La vida de Adèle (Abdelatiff Kechiche, 2013), donde Delphine trata de hacerse un hueco en un nuevo mundo que encuentra apasionante, y al amor de verano que protagonizan Emily Blunt y Natalie Press en My Summer of Love (Pawel Pawlikowski, 2004), donde los paisajes naturales otorgan la libertad necesaria para dar rienda suelta a sus emociones.

Estéticamente, la luz adquiere un papel relevante y simbólico, convirtiéndose en una metáfora de la incipiente relación de Carole y Delphine. El juego de luces y sombras empleado durante todo el metraje, donde los personajes aparecen contrastados debido a la fuerte luz solar que deriva en la imagen quemada y su oposición en la oscuridad residente en la sombra, podría entenderse como una lectura del amor clandestino que viven las protagonistas. Las sombras son un elemento clave en su historia, avivando sus sentidos y dando rienda suelta a su pasión, mientras que la luz es el motivo de su ceguera, o más bien la de la sociedad, que en la década de los 70 se niega a creer que el amor entre dos mujeres es posible. En este sentido, la dualidad que se establece es altamente significativa desde el punto de vista de los personajes: Delphine se identifica con las sombras que defienden el conservadurismo y la tradición, y Carole es la luz que aboga por la liberación y la lucha.

Esta contrariedad acabará fundiéndose obteniendo como resultado la aceptación y adaptación al otro, hecho que queda reflejado a través de la paleta de color del vestuario de Carole, que evoluciona de una predominancia de colores fríos hacia la incorporación de tonalidades más cálidas como el rojo, color que caracteriza a Delphine y con el que Carole se mimetiza.

La vida en Fotogramas - https://lavidaenfotogramas.wordpress.com
erreiam
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1 de diciembre de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenia muchas espectativas en esta película y no la disfruté en ningun momento, no llega nunca a mis espectativas me esperaba mas de todo, demasiado parsimoniosa, no me enganchó.
Habia leido criticas, se comparaba con la vida de Adele pues para mí esta es mucho mas floja, le dare otra oportunidad mas adelante porque iba con altas espectativas y cuando ocurre eso casi ninguna da la talla. Espero que vosotros la apreciéis mas. Un placer.
Megustaelcine
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