Malcolm X

Como anillo al dedo, Malcolm X y Spike Lee son clones dentro de una revolución racista, separatista y despreciativa de la raza blanca. Tal para cual. Salva la película, o mejor dicho engrandece el personaje un impecable Denzel Washington totalmente imbuido en la trama. Por lo demás, la película es fiel a los acontecimientos históricos, larga en exceso y cargante en el área que spike Lee aprovecha para hurgar en la misma herida de siempre, el racismo hacia la raza blanca, por venganza y sin piedad, incluso para aquellos que no entendemos ni sabemos, ni practicamos racismo alguno.
Podría haber sido una excelente película pero la extrema duración y el estilo cargante de Spike Lee, cansino y reticente, la ha dejado sólo en buena película, que no EXCELENTE.

La imagen en todo el film se detiene sólo una vez, Denzel Washington, interpretando a Malcolm X, con su voz en off comenta "Todos éramos víctimas del sistema social americano", la idea que lo llevó a aquella reflexión era que organismos estatales había destruido a su familia, separándolos y enviando a él y sus hermanos a diferentes internados.

El film, largo, pero entretenido, posee cuatro secciones diferenciadas, la primera narra las vivencias cotidianas de cualquier afroamericano común y corriente quién víctima de las drogas, el alcohol y la delincuencia termina en la cárcel, la segunda cuenta sus días en cautiverio y como, producto de una conversión religiosa, abraza los ideales de la ética y la moral, la tercera parte narra su militancia y el crecimiento de su figura mediática, la ultima sección nos presenta los hechos que ocasionaron el desenlace trágico que todos conocemos.

Spike Lee en su obra cumbre no sólo se detiene a criticar el racismo del cual fueron y siguen siendo víctimas los afroamericanos al interior de los Estados Unidos, sino que también realiza una crítica interna, o sea una crítica a todos los afroamericanos por las diferencias y disidencias internas lo que no permitió la unión de todos los afroamericanos en la lucha de intereses comunes.

Por ser una película biográfica es ampliamente entretenida y didáctica (se introducen escenas aisladas de su niñez para una mayor comprensión del controvertido personaje), la única crítica personal que le restó una estrella es la extensión del film.

Ampliamente recomendable, con un Denzel Washington espectacular.

La verdad es que no soy norteamericano, y eso probablemente influya a la hora de sorprenderme por lo jodidos que han estado siempre los negros ahí. Si fuera de Chicago probablemente estaría hasta los cojones de las historias de racismo igual como lo estoy siendo de Barcelona de las historias de la guerra civil...

El caso es que esta película cuenta la historia de un personaje histórico relativamente menos famoso que Martin Luther King, probablemente debido a que es un personaje que con una retórica increíble incita a la comunidad negra a luchar contra la injusticia y a cambiar su situación.

El papel es complicado y Denzel Washington lo borda, la verdad, este actor tiene sus más y sus menos, pero en esta película te lo crees y a poco que tengas corazón te conmueve.

La verdad es que no soy demasiado fan ni de biopics ni de las pelis históricas, ya que prefiero la ficción en el cine y la realidad en el documental, pero esta película se merece un aplauso, igual que "Arde Mississippi" por subrayar la dureza de la vida negra en américa, aunque me juego lo que queráis a que ambas (y la inmensa mayoría de películas del tema) estan muy edulcoradas.

Tiene el defecto que suelen tener las producciones biográficas ambiciosas sobre interesantes personajes históricos: su excesiva duración.
Al igual que con "Lawrence de Arabia", "Gandhi", "Ali" o tantas otras, se pasan demasiado con el tiempo.
Las 3 horas y cuarto que se tienen que emplear para ver la vida de Malcolm X logran que lo que podría ser una película sobresaliente se quede en el notable, porque cansa muchísimo.
Denzel Washington está absolutamente magistral en la interpretación de este líder de los derechos afroamericanos, que tras una juventud alocada terminó en la cárcel, donde tuvo una transformación espiritual que le llevó a convertirse al islam. Al salir, se volvió un activista que creaba bastante jaleo con sus discursos.
Spike Lee se recrea con todo. Lo mismo se marca una coreografía con un baile, que se explaya con los discursos, que nos muestra la vida familiar. Todo es demasiado largo, pero con calidad.
Y es una pena, como digo, pues el gran nivel que tiene se viene abajo cuando empezamos a mirar el reloj con bastante frecuencia.
Tiene muchas frases para recordar, pues el personaje era muy carismático. Pero también me quedo con los momentos en que discute con su esposa. Es un grandísimo actor Denzel.
Con una hora menos de metraje, habría sido redonda.

Y ahora, un chiste:
Se abre el telón, y se ve un taxi que en su letrero pone "tasi". Se cierra el telón, ¿cómo se llama la película? "Mal, con X"

Malcolm Little fue un personaje tan relevante para la cultura americana a principios del siglo XX que pedía una película biográfica a gritos desde mucho tiempo antes de que Spike Lee, referente cineasta afroamericano, se embarcara en su proyecto. Así obtenemos una cinta que es al personaje lo que su figura fue para los movimientos políticos y sociales, en un retrato lineal de su trayectoria sin llegar a considerarse un ejemplo documental.

Sorprende ver muchas voces críticas que tildan a la película de apología del racismo o de pecar de una inusitada subjetividad por parte del director, ya que lejos de complicarse laboralmente, realiza un trabajo bastante funcional y superficial. Respaldo mi teoría gracias a un desarrollo argumental que atraviesa las diferentes etapas de Malcolm X – en una magistral interpretación de Denzel Washington -, donde la primera hora de la película se torna trepidante, pero en el intento de trazar una línea lo más objetiva posible, el ritmo decae por momentos ante el excesivo metraje final.

Todo ello deja un poso inconforme tras su visionado. La sensación de que podía haberse explotado más la figura del personaje y que está falto de profundidad, conducen desde un fervor caluroso inicial hacia un desenlace frío y calculado, donde al menos podemos ver las dos caras del protagonista a través de la propia visión evolutiva que va adquiriendo. Por ello, invito a no caer en clichés propagandísticos y disfrutar de una cinta que si bien pudo dar más de sí, te recuerda, como dijo Malcolm: “si no estás prevenido ante los medios de comunicación, te harán amar al opresor y odiar al oprimido”.