Moana: Un mar de aventuras

Definitivamente la saturación de estudios y de pelis animadas ha hecho bajar la calidad de manera alarmante y la que nos ocupa es el claro ejemplo de ello, VAIANA, es un producto menor, que se salva del suspenso absoluto por los increíbles paisajes y lo bien que esta realizada, lo mínimo que se le puede pedir a un producto así.
La misma cansina historia de siempre de superación personal, nada más que en este caso ambientada en la Polinesia, mil veces vista y que no aporta absolutamente nada, ni a mayores ni a niños que se acerquen a verla a las pantallas de cine, sin duda un gran fiasco el de la factoría del ratón animado.

Por fin! Tras muchos años esperando una película Disney que dejara huella, Vaiana lo ha conseguido. Visualmente, te hace trasladarte al mismo Pacífico con paisajes increíbles de gran calidad y su banda sonora es emocionante a la vez que exótica y divertida. Vaiana no es la típica princesa Disney, es una chica luchadora que nunca se rinde para conseguir sus objetivos, lo que la convierte en un referente para niños y mayores.

Tras varias películas que han pasado sin pena ni gloria, considero que Vaiana nos retrotrae a las obras maestras de los 90 (influencias mitológicas de Hércules, parecidos con Pocahontas, espíritu de Mulán) consiguiendo que el espectador vuelva a disfrutar de la esencia Disney.
Una pena que no se le haya dado la publicidad y promoción que merece, frente a la que en su momento recibió la sobrevalorada (en mi opinión) Frozen. En fin, cuestión de marketing.

Me cuesta valorar una película infantil que en realidad no es en absoluto una película apta para niños, salvo aquellos niños, que solos o en compañía de sus padres, hayan visto sin inmutarse "el Exorcista", "La Semilla del Diablo" o "Saw" y sus secuelas.
Sería como valorar una película de terror cuyo protagonista fuese Jerry Lewis.

El personaje masculino Maui es devastador, insoportable, egocéntrico, despiadado y sin escrúpulos, capaz de dejar enterrada con vida en una cueva a Vaiana, cual concubina de faraón, o arrojarla sin miramientos al mar en repetidas ocasiones en espera de que desaparezca para siempre. Es decir con la esperanza de que muera. Realmente impresionante.
Ya solo los piratas con forma de cocos monstruosos es para tener pesadillas los próximos diez años, si tienes la suerte de ser adulto y de por vida, si tienes la desgracia de ser un niño.

Creo que había que replantearse qué tipo de películas merecen la calificación de infantiles y qué tipo de películas, aunque sean de animación, van dirigidas a un público adulto.

La prueba de que no es una película infantil es que el "merchandising" de esta película ha sido ridículo en comparación con el de "Frozen".

Y es que tengo la sensación de que los niños que hayan sido capaces de ver completa esta película han intentado borrarla como han podido de sus mentes.
Y no me extraña nada.

Seguimos con esta serie de mujeres mentecatas y a continuación la protagonista es Vaiana o Moana, según el sitio se ha cambiado el nombre de la película por diversos motivos, bien secundada por la abuela medio loca, así se describe ella. Se trata de uno de los últimos trabajos de Disney, con John Musker y Ron Clements, entre otros en la dirección, varias canciones, ninguna de ella sobresale, y una animación a ordenador francamente buena en cuanto a los escenarios pero en las personas no mucho. Por ejemplo, los hombres les han salido demasiado hinchados. En cualquier caso nos situamos en un lugar del océano Pacífico y una época indeterminada, con una protagonista femenina polinesia, Vaiana, que más parece una Tom Raider tropical que una princesa Disney. De hecho ella misma lo niega, es sólo la hija del jefe. Pues sí.

Bien, la película podría ser llevadera si no hubiera sucumbido a un feminismo tan absurdo como irreal. Los medios elogian a esta obra y a su heroína precisamente por esto, incluso ha recibido la calificación del Ministerio de Cultura de ser "especialmente recomendada para el fomento de la igualdad de género". Y allí van los pedagogos, padres, políticos y periodistas, de la izquierda progre todos, alabando "Vaiana". Sin embargo, no ha dejado de ser un fracaso comercial, la número 12 en la taquilla mundial para ser de Disney es muy poco. El motivo no es sólo que la película sea mala, que lo es, sino que los pequeños y especialmente ellas no se sentirán cautivadas ni mucho menos por esta muchacha que parece un chico. Es decir, que las niñas no se sienten identificadas en absoluto. De ahí que la popularidad de Vaiana sea mínima.

De todos modos lo del feminismo hasta podríamos aceptarlo si fuera mínimamente creíble. Por ejemplo, que haya una cría varonil que no se asusta con las historias de miedo o que quiera subirse en una barca a recorrer mundo no es muy normal pero posible. De acuerdo. Lo que ya es disparatado es que en cambio no haya ningún niño en la isla que se comporte así. No, ellos son sumisos, dóciles y hogareños, ella contestataria, rebelde y aguerrida. Inversión de géneros, imbecilidad de género. Sin embargo, esto no es aún suficiente. Ella no es sólo la más dura y valiente del lugar sino de la animación. Una cría de 16 años sortea peligros dignos de un semi dios. Es más le supera claramente: navega tormentas, lucha contra piratas asesinos, escala montañas de vértigo, se enfrenta a monstruos de lava. ¿Qué héroe hace tanto?

Pero volvemos al hilo conductor. Vaiana va de mujer empoderada pero en realidad es otra estúpida más y de las gordas. Su idiotez consiste en correr peligros que la superan ampliamente. De hecho es tan tonta que en la vida real hubiera muerto catorce o quince veces, no exagero, en las dos horas que dura, casi la mitad de las veces asesinada por el aprendiz a homicida que la acompaña, el ‎semi dios Maui. Esto tiene miga. Después de decirnos otras veces que el príncipe que parece bueno es en realidad el malo, ahora el que parece malo es bueno. Así la niña tiene que aprender que si un chico se burla de ella, la deja encerrada o la tira al mar a modo de castigo, si le da una bofetada pues sería igual, no importa es bueno, pero si la trata con delicadeza es que es machista, fascista y patriarcal. Madre mía, qué enseñanzas.

Terminando de ver “Moana” (2016) de John Musker & Ron Clements con Dwayne Johnson, Auli'i Cravalho, Rachel House, Temuera Morrison, Jemaine Clement, Nicole Scherzinger, Oscar Kightley, y Troy Polamalu, entre otros. Película de animación en 3D/CGI y animación tradicional de aventuras/musical de Disney N°56, sobre una Princesa polinesia, que desea explorar el océano para resolver el misterio sobre sus antepasados. En esta ocasión, Disney pone el ojo en un relato maorí, cuya historia retoma la emancipación y autoafirmación femenina, pues aquí no hay trama romántica, y la princesa no es una dama en peligro esperando ser rescatada, ni tonta enamorada, todo ello muy propio de los tiempos. El dibujo es perfecto, tanto en el trazado de los personajes animados por computadora, como la interacción con el agua y otros elementos, como el fuego y la arena. Sin embargo, mantiene la caricatura en la asimetría, el acompañamiento de personajes animales/comedia y demás personajes estereotipados como la abuela/conexión con el pasado, etc. Sin embargo, el guión es formulista, marca industrial de La Casa del Ratón, y para nada original, sin grandes sorpresas más allá de los esperados chistes que corren a cargo de un torpe gallo, y algo escatológicos en Maui y sus orines; y una palabra para rellenar (SOAB), fuera de tono por parte de una protagonista en pleno cambio hormonal; o bien, tomando segundas lecturas: Una niña que padece El Complejo de Edipo, que tiene un “Cock” que no es “Chicken”, que no es lo mismo; que va en busca de un semidiós que perdió su “hombría”, en un “Hook”, y que vive cobardemente retirado, pues existe una mujer enfurecida que amenaza su futuro mundo/el cambio de niña a mujer. Imposible no mencionar, que la historia contiene elementos propios de otras producciones de Disney, como “The Little Mermaid” (1989), “The Lion King” (1994), “Hercules” (1997), y algo descarado de “The Abyss” (1989) y “Mad Max: Fury Road” (2015), entre otros guiños. Del reparto, el “Hombre Más Sexy” según People Magazine, pone voz a un héroe torpe, enchapado a la antigua, macho alfa troglodita pero de buen corazón; Auli'i Cravalho, se estrena poniendo voz a Moana Waialiki, una princesa curvilínea y regordeta, cuya historia será encontrarse a sí misma; y Jemaine Clement como el cangrejo “antagonista”, Tamatoa; que no lo es ni tanto, ni siquiera la misma Te Fiti; aquí no hay villano como tal; ni romance ni coronación festiva final, solo la aventura, y el típico rito de paso, o camino del héroe. En definitiva, quedan los personajes como juguetes, que son de rigor, y objetivo principal de promoción para estas navidades; así como el mensaje de desobediencia a los padres, por seguir un instinto. La banda sonora es de Mark Mancina, con canciones de Lin-Manuel Miranda y Opetaia Foa'i. Ninguna melodía queda para tararear, por lo que se extraña a Alan Menken. Como dato final, en algunos países, “Moana” (2016), se titula “Vaiana”, que significa “agua procedente de la cueva”, debido a que “Moana” significa “océano, mar profundo o gran extensión de agua”, y es una marca registrada; y en Italia, debió cambiarse el nombre a “Oceana”, para evitar la asociación del título con el nombre de Moana Pozzi, una actriz pornográfica muy conocida en ese país... Como si fuéramos a darle crédito… ¿o sí? Como es usual, siempre soy muy estricto con los filmes animados, debido al público meta erróneo. RECOMENDADA, NO PARA LOS NIÑOS.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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