Dororo (Serie de TV)

Dororo ha sido un gran descubrimiento para mí. Es verdad que el argumento llama mucho a ver la serie. Un señor de la guerra hace un pacto con los demonios sacrificando a su propio hijo (Hyakkimaru) recién nacido a cambio de la prosperidad de su reino. Milagrosamente consigue sobrevivir, dando comienzo así su lucha contra los demonios para intentar recuperar todas las partes de su cuerpo.

Pero Dororo no es simplemente una historia de venganza y de odio, es una historia preciosa principalmente sobre la amistad entre Hyakkimaru y Dororo, una pequeña ladronzuela que se encuentra y que salva de morir a manos de unos truhanes. A largo de los episodios, la amistad entre ambos se hará cada vez más fuerte. La relación con los lazos familiares de ambos protagonistas se hace patente a lo largo de toda la serie, con numerosos flashbacks que nos hacen comprender mejor sus personajes.

Lo mejor para mí de la serie es su historia, la narración, ya no el simple hecho de escenas de guerra, mucha sangre y muerte, que también lo hay naturalmente, pero la estructuración de la historia me parece buenísima. Es verdad que hay varios capítulos que a mucha gente les puedan parecer lentos, pero creo que solo nos sitúa en la narración para que comprendamos toda la historia a la perfección.

Para mí una serie recomendable 100%, os va a sorprender estoy seguro.

Menuda sorpresa que me he encontrado visionando esta magnífica historia. Hacía tiempo que una cinta no me provocaba emociones semejantes y si apuro un poco, emoción alguna. Que hoy el cine está lleno de paja y para encontrar algo que atesore un poco de verdadero drama hay que hacer múltiples tentativas.
La premisa de la que parte esta rareza, por sublime, no puede ser más interesante: un padre, monarca de una región que padece calamidades, pacta con los demonios el cuerpo de su hijo recién nacido a cambio de prosperidad. El resultado, un bebé al que le ha sido arrebatada la piel, los sentidos y las extremidades quedando el cráneo como único testimonio de su existencia. Los avatares del destino posibilitan que milagrosamente este niño pueda sobrevivir y crecer y que armado con un cuerpo protésico plante batalla a los demonios que le arrebataron su cuerpo.
Hasta ahí la premisa, que como poco es inusual. Tratándose de una película de dibujos y con ese punto de partida, quizá uno podría pensar que la serie es un "mata mata" en la que todo vale y que carece de fundamentos terrenales o factibles. Pero nada más lejos de la realidad. Los 24 capítulos de los que está compuesta están llenos de valores humanos, encarnados en los buenos y en los malos, si es que existen esos dos bandos. Porque hay momentos en los que no te queda más remedio que plantearte si la historia que aconteces tiene verdugos y víctimas o si todos son lo uno o lo otro. En medio de ese "mata mata" aparece Dororo, un personaje que conecta a Hiakkymaru, nuestro protagonista, con el mundo real. Dororo tiene conflictos: quiere a Hiakkymaru y está de acuerdo con el impulso homicida de éste, pero teme que su amigo sea arrastrado por el mismo.
Sacrificio, lucha, amistad, decisiones, crecimiento y un largo etc de ideas que tiene este trabajo y que animan a cualquiera a seguir explorando este género

Pues la serie va de un chico que careciendo prácticamente desde su nacimiento de importantes órganos y miembros, entre ellos orejas, ojos, brazos, piernas, piel y columna vertebral,... lucha contra demonios. El que se quiera tragar este despropósito que le aproveche, porque las pocas explicaciones que se dan son de traca. Yo ya me espero que con el próximo demonio que se cargue se le restituya el cerebro, desvelando así que lo que tenía hasta entonces eran un puñado de trapos que su maestro le había puesto como sustituto totalmente funcional. ¡Qué grande es el maestro, coño! Lo mismo te planta unas piernas capaces de hacer saltos imposibles que una columna vertebral hecha con unas piezas de madera y un hilo. Menudo crack, a ver si se ha escapado de Fullmetal alchemist y nos quieren colar un multiverso, que últimamente uno no se puede fiar.

Que si, que ya lo sé, que lo importante es el drama de un país devastado con guerras, hambrunas, despotismo, y mil penurias más. Pero a mi la vida de Dororo me la trae al pairo, y la del niño también... Espera, ¿que Dororo es el niño? ¿Por qué la serie lleva el nombre del único personaje que no tiene desarrollo? Paren el cienpiés gigante volador, que yo me bajo.