Lapso de tiempo

Si yo tuviera una máquina para retratar el futuro, no miraría quién gana en las carreras para sacar unos miles de euros con un corredor de apuestas. Sería mucho más discreto ganar la lotería primitiva o el euromillones, y luego usar el mercado de valores (donde eres anónimo) para seguir aumentando la fortuna.

Y respecto a la novia, es muy triste que la relación se rompa, pero siendo multimillonario puedes comprarte un yate con putas. ¿Y cuándo has visto tú a alguien triste en un yate con putas?

Podrían haber ganado dinero en la lotería o medios más seguros que un corredor de apuestas mafioso... Pero chicos que se meten pastillas y no tienen muchas luces pues es lo que hay.

El futuro está escrito y no se puede cambiar, todo lo que pasó iba a pasar.

El principio de autoconsistencia de Nóvikov, también conocido como la conjetura de consistencia de Nóvikov, es un principio desarrollado por el astrofísico ruso Ígor Nóvikov a mediados de la década de 1980 para resolver los problemas de las paradojas en los viajes a través del tiempo. En términos simples, afirma que, si un evento existiese y provocase una paradoja o cualquier cambio en el pasado que la provoque, entonces la probabilidad de ese evento es cero. Por lo tanto, el principio de autoconsistencia de Nóvikov indica que es imposible para una secuencia de eventos provocar una paradoja.

La idea central es una pasada: una máquina misteriosa a una ventana pegada, guardián silencioso de un tiempo ya escrito, sacando fotos del día antes de cuándo las captura.
Porque cuanto más simple la idea, y más deseosos sus protagonistas, mejor funciona la ciencia ficción.

La siguiente foto de cada nuevo día acaba siendo una inquietante premonición que debe cumplirse cada noche, a riesgo de acabar como el pobre vecino del sótano, fulminado (todavía de traje), por jugar con el futuro.
Y claro, si tan solo hay que cumplir eso para ganar dinero por apuestas deportivas bienvenido sea el problema, con el que hasta Finn puede plagiar sus propios cuadros sin temor al bloqueo creativo.
Pero a cada nuevo disparo de la máquina, a cada nueva disposición prefabricada... asoma la pregunta de cuán prisioneros son, corriendo en una rueda perfecta, que les dice hacia dónde ir, cómo pintar o qué emociones tener, rompiendo su aparente libre albedrío.

Sin embargo, sorpresa, la puerta de la jaula siempre estuvo abierta, y aquel pobre diablo del sótano murió en un accidente fortuito, como fortuitas eran las situaciones que la cámara sacaba, aunque sus protagonistas se empeñaran en crearlas.
Al final, los tres solo estaban presos de sus propias expectativas, deseos y manías, que les hacían seguir pidiendo otro deseo al genio de la lámpara, aunque a cada uno el genio dijera "al siguiente, te mataré".

No sorprende que les acabe matando.
Pero sí que, ante todas las posibilidades posibles, Callie eligiera una en la que tuviera que matar a su amante y su novio, solo para poder tener la vida que... ¿deseaba?
Da qué pensar.

Empezamos con tres personajes, dos tíos y una tía. El primer personaje que aparece tiene toda la cara de amargado, de no haberse comido un rosco en su puta vida, de que aún le peina su madre, y qué casualidad que la chica que vive con él es su pareja ( y que yo creo que ni él se lo cree aún siendo actor). Y como no, el típico amigo totalmente contrario a él, rebelde, que apuesta su dinero (que a saber de dónde lo saca porque no se ve ni dónde trabaja), y con un porta cigarrillos como pastillero con drogas.
Meten en la película al típico segurata (y negro) que anda olisqueando en todas las puertas de las casas para intentar enterarse de algo, creyendo que todo es sospechoso cada vez que aparece en pantalla.
Se encuentran a su vecino en el sótano muerto, y bueno, no saben qué ha pasado, pero mejor dejarlo ahí. Ya se encargarán los gusanos de hacer su trabajo.
Después de encontrar la cámara de fotos (en la casa del viejo muerto en el sótano) y de que ésta, automáticamente, realice varias fotos con su futuro, aparece una puta foto donde el colega chulo guay yonki está besando a la novia del pringao, y encima el novio pringao decide que se haga la foto, porque sí.
Y cuando están super jodidos, aparece una vieja, en plan inocente, que cambia su cara de inocencia por la de john wayne mientras enseña la pistola desde la cadera. Y no solo esto, si no que encima la vieja va de buenas y el puto yonki se la carga sin más.
Y ya para colmo, el final.
Vamos a ver, la piba, después de follarse al yonki no se cuantas veces y de que su novio le regalara un anillo, va la cacho subnormal e intenta evitar que su novio sepa lo que ha pasado con el yonki. Y cuando la descubre (porque actúa como el rabo), joo amor, a ver, es que estaba borracha, la cámara me ordenaba hacerlo, etc etc etc. Y una polla, y una polla enorme, no me jodas. ¿Cómo no se te cae la cara de vergüenza después de follarte a tu amigo delante de tu novio que está dormido en el sofá? Y ocultarlo es la mejor forma claro.
¿Y cómo coño consiente el otro el que se besen para la foto mientras pinta su cuadro de mierda? ¿Eres imbécil? ¿Tienes algún problema en la cabeza?
De verdad, no sé que piensa la gente a la hora de realizar algo con un guion así.
Esperar!!! Que después de todo este marrón, la novia se carga al novio porque la cámara tenía que seguir haciendo su función. Y aparece el segurata, ve el ambiente de la casa y cuando saca a la piba, ni la agarra, en plan: bueno, pues nada, ve andando hacia la calle que te sigo yo detrás vale? Y cuando salen de plano, aparecen de nuevo, la piba primero y el segurata detrás como si fuera un pilla pilla jajajajajajaja, y para rematar como punto final, el segurata por fin se digna a cogerla y no sé porqué le plantan un focazo cálido a la piva, que parece que va a ir al cielo.
NO ME JODAS!