Seis eternos episodios componen esta miniserie de la cual podemos salvar, la excéntrica interpretación de Kate Winslet, y que por suerte no tiene más capítulos ni temporadas. Centrándonos en lo bueno, la actuación de su protagonista femenina es el único motivo para verla, encarnando un personaje tan antipático como egocéntrico, estrafalario como desesperante, logrando su objetivo de ponernos de los nervios. Su contrapartida masculina rebasa los límites de la sobreactuación, con una interpretación desatada y plana de un militar cuyo evolución con el paso de la historia no se acaba de reflejar en pantalla.

Y la peor parte es un guion sin pies ni cabeza que pretende ser una sátira política pero que se convierte en una sucesión de absurdos que monopolizan cada episodio, exprimiendo sin mesura la extravagancia de turno, y llevando al extremo y alargando situaciones que no llevan a ninguna parte, tocando de soslayo temas globales más interesantes. De hecho, hay muchas cosas, tanto a pequeña como a gran escala de la trama, que no se sabe muy bien cómo o porque ocurren, con saltos temporales aleatorios y varias líneas argumentales que ni siquiera sabemos como acaban. Un drama vestido de comedia, o viceversa, que no hace reír ni llorar, solamente bostezar.

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La cosa se pone seria, o todo lo seria que se puede poner con este trío de zumbados al frente. Ahora hay nazis, asesinatos, espías, conspiraciones, tesoros y un guion bastante más elaborado que los que solían protagonizar los hermanos Marx.

Pese a todo el peligro que les rodea, seguirán a lo suyo con sus locuras, liándola por donde pasan, sacando de quicio al resto de personajes y deleitándonos con sus números musicales. Es decir, más de lo que tanto nos gustaba y gusta, y dejando para la posteridad una de las mejores escenas cómicas de su carrera donde demuestran que hacer la maleta, no es una tarea nada fácil..

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A este tipo de películas no le pedimos un guion elaborado o unos personajes profundos, solamente monstruos enormes dándose guantazos a diestro y siniestro, y si bien los hay, la abundancia y la regularidad de la acción es moderada, con demasiados momentos donde los humanos son los únicos protagonistas, y Godzilla o Kong se limitan a ir de un sitio u otro sin más.

Eso sí, decir que la batalla final es espectacular es quedarse corto, ya que los efectos especiales gozan de un nivel titánico, con bichos nuevos que rebosan realismo y destrucción de edificios a mansalva, incluyendo varias localizaciones emblemáticas. Esta quinta entrega cinematográfica parece que asienta la franquicia, y si funciona en taquilla, su imperio puede alargarse unos cuantos años más, lo cual no nos parece nada mal.

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En realidad su título original, "Room Service", es decir, servicio de habitaciones, define mejor lo que vamos a encontrar en otra divertida comedia de los hermanos Marx, ya que como si de una obra teatral se tratara, casi toda la película tiene lugar en la misma habitación. A lo largo de hora y cuarto, los personajes no dejarán de entrar y salir por las diferentes puertas, generando un cúmulo de enredos que irán en aumento con el paso de los minutos, aunque con más orden y menos caos que en otras cintas de su trío protagonista.

Realmente no hay ningún gag que deje huella en la memoria, como sí lo hacen el del camarote o el falso espejo por poner un par de ejemplos, pero el conjunto sí que funciona, sonsacando sonrisas de forma constante y tronchante.

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Está claro que nadie quiere reinventar la rueda y se nota, y esta comedia fantástica es el claro ejemplo. Divertida y amena en todo momento, el guion es lo más convencional y previsible que se puede encontrar, no sólo dentro de su propia fantasmagórica saga a la que copia con excusa de homenajear, si no también dentro de su propio género.

Eso sí, nostalgia a base de autorreferencias tiene a raudales para alegría de los fans, con todo el reparto clásico presente y relevante para la trama, acompañando a unas nuevas generaciones más insulsas, es decir, lo que viene siendo habitual últimamente. Pero a pesar de esta sobrecarga de personajes, ectoplasma de toda índole y reciclaje de ideas, si has visto todas las entregas de esta estirada franquicia, no te hará daño ver otra más para estar al día.

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