Blood & Wine (Sangre y vino)

"Sangre y vino" es la sexta y última colaboración entre Bob Rafelson y Jack Nicholson, sellando así un idilio profesional de más de tres décadas, cuyo mayor emblema sigue siendo "El cartero siempre llama dos veces". Esta que nos ocupa es un claro vehículo de lucimiento para el actor, de forma parecida a como lo fueron "Ni un pelo de tonto" y "Al caer el sol" para Paul Newman. Eso no significa que esté hecha únicamente por y para él, ya que la película posee un soporte suficientemente sólido como para subsistir por sí sola, pero evidentemente Jack es el que le da ese toque mágico que sólo las estrellas de su calibre pueden dar.

El actor norteamericano es uno de los pocos que son un valor seguro y, una vez más, está estupendo. Le acompaña Michael Caine haciendo las veces de un tipo con serios problemas de autocontrol. El inglés se lo curra en una actuación dinámica y tremenda, consiguiendo que veamos únicamente al personaje. También está por ahí Judy Davis, que siempre suma, a diferencia de unos deficientes Stephen Dorff y Jennifer Lopez cuyos personajes, además, poco aportan, ya que lo importante aquí son Jack, Michael y sus trapicheos.

La película nos cuenta una más que correcta historia de misterio, perfecta para una noche en la que no quieras nada excesivamente complejo pero tampoco cualquier chorrada. En su apenas horas y tres cuartos, "Sangre y vino" entretiene, sin baches y con muy buen gusto, obsequiándonos con más de un par de escenas poderosas casi sin que nos demos cuenta. Además, el filme goza de una fotografía majestuosa y abusa, para nuestra fortuna, de los atardeceres de Florida, creando una atmósfera con tintes de intriga, tragedia y elegancia. Es todo esto lo que termina haciendo de "Sangre y vino" una película que no hay que perderse.

Rafelson ("El cartero siempre llama dos veces") cuenta aquí con el repetitivo pero a veces genial Nicholson y el gigantesco Caine, pero ni por esas logra ni el tono ni la personalidad adecuadas para lograr un thriller creíble, emocionante o minimamente fascinante. Esta película huele a trampa y despide un tufo más que sospechoso. Es artificiosa y desequilibrada, muy vista y con notables baches. Es un simulacro de estafa, un producto resultón pero no aprobable.

La última colaboración entre Nicholson y Rafelson es un noir repleto de intrigas, engaños, pasiones y traiciones, donde todo lo que puede salir mal sale mal. Alex Gates planea un robo que le permita salir de las dificultades que atraviesa y huir con su amante. Las cosas no suceden como espera, y se las verá con su esposa, su hijastro, y con un profesional del crimen, un inmenso Michael Caine encarnando a un ladrón veterano con problemas de salud.

Buen plantel de actores para una historia archiconocida pero con el inconfundible aroma del mejor cine negro. Personajes antipáticos, tipos grises, narcisistas, egoístas, complejos, a la busca de un tesoro con el que saciar su ambición. Perdedores deseando escapar de una realidad cruel, soñadores embarcados en un lucrativo proyecto, último intento de burlar a la suerte, desafiar al destino, plantar cara a la adversidad, mientras la muerte les pisa los talones.

He visto esta película en varias ocasiones y siempre la disfruto. Creo que es un film un poco olvidado y al que no se le hace mucha mención en ocasiones, cuando en realidad cuenta con mucho destacable, y con muchos aspectos que convencen y se disfrutan.
El director Bob Rafelson es el encargado de ser el capitán de este film que nos presenta el robo de un collar de gran valor. Pero ese robo en el que todo está controlado, cuenta con unos factores con los que los dos ladrones no contaban en un principio. Esos factores son la mujer y el hijastro de uno de ellos. Estos dos personajes harán que el desenlace del robo no sean tan fácil como ellos esperan.
La película está muy bien narrada y bien desarrollada. Creo que la trama te lleva muy bien paso a paso adentrándote en un mundo donde los peligros no están en el momento del robo, sino en los hechos posteriores con ciertos personajes que despiertan una fiera que parece oculta.
El film es bueno. Se disfruta desde el minuto uno hasta el final, haciendo que como espectador se introduzca fácilmente en la historia y se concentre en como se suceden los hechos. Y es que uno se queda hipnotizado con ciertos giros que da la trama, haciendo que se disfrute más.
Interpretativamente cuenta con un gran elenco. Por un lado un increíble Jack Nicholson. Él es un grandísimo actor que aquí vuelve a demostrar el fantástico talento que tiene regalando un personaje realmente brillante. Junto a él, una impecable actuación del gran Michael Caine. Su trabajo le valió la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián, y no es para menos, porque su interpretación es increíble.
Junto a ellos aparen otros tres nombres a los que hay que hacer mención. Por un lado Stephen Dorff. No es que me atraiga mucho su trabajo de este actor, pero tengo que reconocer que aquí puede hacer el mejor papel de su carrera. También opino lo mismo de Jennfier Lopez. Ella es una actriz que no decepciona, pero tampoco es buena. Aquí su interpretación sí convence, y se disfruta. Al igual que el trabajo de la gran Judy Davis. Su interpretación es maravillosa, y demuestra la gran intérprete que es.
En fin, "Sangre y vino" es un film que funciona muy bien en casi todo. Es cierto que cuenta con algunos momentos que flojea un poco, pero no son suficientes para que uno se decepcione. Es una película que se disfruta por muchas veces que se vea.

Jack Nicholson y Michael Caine colosales, el primero con la locura de siempre y don Caine con la seriedad y firmeza que nos tiene acostumbrados en cada actuación. La película es buena y nada más, la salvan los dos grandes.
Nicholson es Alex Gates quien es gerente de una pequeña empresa de vinos. Lo más lucrativo es  abastecer las bodegas  de los millonarios  de Miami. Aparte de estar casado y odiar a su mujer tiene una amante, Gabriela
(Jennifer Lopez) niñera de un acaudalado matrimonio.
Entre las visitas de Alex y su hijastro a dejar los vinos en la mansión descubre una joya de diamantes muy valiosa. Su cómplice (Caine) será el encargado de robarla y él de reducirla. Pero nada saldrá como lo planean