The Order

Bueno, vale, «The Order» no es que sea muy brillante, pero ¿tan mala es? ¿Tan mala, tan mala?

Bajo presupuesto y una puesta en escena de segunda fila, de acuerdo. Sin embargo, es agradable de ver, simpática, tiene desparpajo y las secuencias de acción y lucha están bien montadas. No hay mucha tensión y lo que hace Van Damme es darse un garbeo por Jerusalén sin que percibamos demasiado peligro, todo hay que decirlo; aun así, se pelea con un buen puñado de esbirros, enamora a la chica en más tiempo del que nos tiene acostumbrados (no os creáis, unos minutillos más), rescata a su padre, es amigo de Charlton Heston (mítico, mítico) y tiene que salvar el mundo de una segura tercera guerra mundial. De paso, descubre tesoros arqueológicos que, de ser yo la autoridad, dejaba que se los llevara a placer. Yo a Van Damme no puede negarle nada.

Tal y como lo cuento, es tal cual es: es decir, mucha aventura inconsciente y un malo que aparece llegado el momento pero que perfectamente podría no haber aparecido. Tonta y queriendo serlo, pasarás un rato distendido si tienes buenas intenciones para ello.

Es extraña esta "The Order". Si se analiza no es que sea mala del todo sino más bien que está mal hecha. Es más, no tiene errores de bulto ni en la historia, ni en el guión, ni en las escenas de acción. Otra cosa sería la pobre dirección, incluido el recurso de la cámara lenta, que nos deja a veces momentos jocosos. Sin embargo, el conjunto forma una película bastante mediocre. Confieso que me daba la risa cada dos por tres ya sea con algún diálogo, pelea, interpretación y hasta disfraz que lleva Van Damme en cierta secuencia.

"The Order" tiene un aspecto de serie B que echa para atrás, el argumento es cuando menos extravagante y la puesta en escena es casi siempre pueril. La película empieza como un reportaje del Canal de Historia pero luego continúa hasta el final casi como un calco pero muy deteriorado de "Indiana Jones y la Última Cruzada (1989). Lo único destacable es Van Damme cuando se pone a dar patadas, Sofia Milos y la recopilación de mamporros y tomas falsas del final. Desgraciadamente es una de las más flojas del actor belga.

Desgraciadamente esta película es junto a la penosa Black Eagle, de las peores de toda su carrera, y mira que yo soy fan de este gran actor, pero esta peliculucha no me ha convencido en absoluto, ya que no es tan guay, ni tan divertida como parece en su caratula. Al principio parece que va a ser otro film entretenido de los de Van Damme, pero poco a poco, te vas dando cuenta de que no es así, ya qua la peli deja bastante que desear en la mayoría de sus escenas de acción, que como todos los que la hayan visto, sabrán que no está a la altura de sus mejores films.

Curiosamente, mira tú por donde, la echan de vez en cuando por la tele, aunque eso no significa que sea buena, ni mucho menos desgraciadamente, pues los fans de esta peli estarán de acuerdo conmigo en que no es una gran película como lo son por ejemplo las mejores de su carrera, Contacto Sangriento, Doble Van Damme, Salvaje, Libertad para Morir, JCVD (aún no la he visto, pero dicen que es la mejor de él, así que será verdad) Lionheart, Muerte Subita, Soldado Universal, etc.
En fin, una lástima del error cometido, porque esta película tenía todos los ingredientes necesarios para ser un peliculón made in Van Damme, pero al parecer los productores no estaban por la labor.

Flojita, aunque no del todo mala , película de aventuras y acción protagonizada por el actor y artista marcial belga Jean Claude Van Damme.

The Order fue una de las primeras películas de Van Damme que pasaron directamente al mercado doméstico sin estrenarse en cines, lo que hizo cada vez mas evidente el paulatino declive del astro belga, hoy algo mas recuperado.

En conjunto, y siendo honestos, la película es muy poquita cosa, con una historia repleta de tópicos propios del género, el hijo siempre metido en lios, pero en el fondo de buen corazón, que tendrá que rescatar a su respetable, el director de un museo, padre al lejano oriente, en este caso Israel, donde dará con una siniestra secta llamada "La Orden".

Aunque la trama pueda parecer en apariencia algo interesante, esta se desarrolla de forma muy lineal y previsible, con el consabido final que todos sabemos, pero que no diré por si acaso.

El film, no obstante tiene alguna que otra virtud que lo hace reseñable, como el haber sido rodado realmente en la ciudad de Jerusalén, dándole una ambientación que resulta realista y convincente, algunas escenas de acción bien rodadas y coreografiadas y un reparto que no está mal, con la exótica y bella Sofia Milos como policía israelí, un Ben Cross, convincente, con un papel tampoco muy complicado la verdad, un Brian Thompson, que pese ha su efectividad física, la verdad es que está muy mal dibujado en su papel de villano y finalmente, incluyendo un cameo del ya fallecido Charlton Heston, quien se encontraba ya bastante delicado de salud por entonces.

Lanzada para alquiler y venta el 13 de marzo de 2001, la película tuvo una buena recepción, vista en España por ejemplo, por mas de 100.000 personas y recaudando 600.000 euros aproximadamente. Vamos que tuvo una buena acogida pese ha estar hoy por hoy ya totalmente olvidada.

En resumen, una mas de Van Damme, con la novedad de su argumento en un contexto histórico y de aventuras, aunque eso ya lo vimos en The Quest, los hermosos paisajes y vistas de la ciudad de Jerusalén y alrededores y un Van Damme esforzándose por quitarse un poco de encima la losa de pseudo-actor, intentando esmerarse algo mas en sus gestos y expresiones.

Una película, que aunque resulta almenos entretenida, apenas puede disimular su mala dirección y muy flojito guión, salvándose un poco únicamente por su puesta en escena y alguna escena de acción lograda.

Gracias.

Al principio, esta película parece prometer ser un buen film de aventuras con vericuetos y ángulos interesantes. En ella se cuenta la historia de Rudy Cafmeyer (Jean-Claude Van Damme), un personaje para quien lo habitual es vivir al filo de la navaja, en una posición de riesgo constante, y siempre en acciones que tocan de lleno o rayan cuando menos el delito.

Verdaderamente se trata de una película más, de las muchas de luchas, karate y acción protagonizadas por Jean-Claude Van Damme, y en la que para sorpresa de todos, participa si bien en un pequeño papel el mismísimo Charlton Heston. La dirige con más o menos oficio Sheldon Lettich quien sigue un irregular guión del propio Van Damme junto a Les Weldon (película, pues, escrita a su medida). Tiene una música bastante normalita de Pino Donaggio, junto a una buena fotografía de David Gurfinkel.

En el reparto, junto a Jean-Claude Van Damme participan con irregular acierto actores y actrices norteamericanos de reparto mediocres, como Ben Cross (el pobre), Sofia Milos (aporta un interesante trasero), Brian Thompson (ridículo disfrazado de Casper haciendo de líder de la secta), Vernon Dobtcheff, Sasson Gaby y Abdel Quisi, que forman un grupo de actores de tercera y además conducidos por el mal camino de la dirección, el guión y el excesivo protagonismo de la estrella Van Damme.

La película es de todo punto previsible y está cantado el desenlace, etc. Si acaso, no deja de ser sorprendente poder ver la escena en la que Van Damme, montado en un Citroën Tiburón junto a Charlton Heston, persiguen el coche Mercedes de los malos por las calles de Jerusalén. Por cierto, lo mejor de la peli son los exteriores de Jerusalén y aledaños con los lugares típicos. Y luego, rabinos de verdad, y otros malos de solemnidad.

Argumento delirante y muy lineal, puede servir a algunos, no a mí, para pasar el ratito viendo tiroteos, golpes y persecuciones, que es lo que acostumbra a hacer el atlético actor belga.

A demás de la pésima dirección y guión, no se libra el montaje ni las coreografías de lucha o detalles de la historia que provocan la hilaridad, tal el hecho, por ejemplo, de que parece que en Israel, país paradigmático en lo que a fuerzas y cuerpos de seguridad concierne, súper-protegido, no haya más que cinco policías para detener el encadenamiento de despropósitos que protagonizan malos y Van Damme. Y para que en este mal sueño no falte de nada: ¡atractiva mujer policía, estricta, pero a la que le gusta Van Damme y a Van Damme le gusta ella! ¡Bingo!

Así, coreografías de batallas para llenar 89 minutos insufribles, falta de ideas, incluso las más estúpidas, ausencia de aportes de ningún tipo: moral, social o psicológico. Y hasta Charlton Heston tiene una escena de cama en plena senescencia. Una historia, en fin, increíble hasta para un niño de preescolar, para quien por cierto no sería nada recomendable que la viera, pues se reiría a más no poder.

Película con todas las trazas de serie B, el argumento como poco extravagante y puesta en escena pueril. Entonces, lo uniquito que podría salvarse para algunos forofos de la cosa es el veterano mamporrero Van Damme, un crack en la cosa de los golpes y demás.