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The Square

Comedia. Drama Christian, mánager de un museo de arte contemporáneo, se encarga de una exhibición titulada "The Square" en la que hay una instalación que fomenta valores humanos y altruistas. Un día le roban el móvil y la cartera en plena calle, incidente que causará más consecuencias de las esperadas.
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Críticas 92
Críticas ordenadas por utilidad
27 de noviembre de 2017
40 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Christian (Bang) es un hombre divorciado, un correcto padre para sus dos hijas y además trabaja como el curador principal de un importante museo de arte moderno. Su vida es feliz, glamorosa y absolutamente barnizada de este “prestigioso aroma de elite cultural”.

En vísperas de la apertura de una nueva instalación llamada “The Square” en que se expresa el concepto de que The Square es un espacio donde “todos deben sentirse seguros y felices y confiar en las personas” Christian sufre el robo de su celular.

Aconsejado por un compañero de trabajo, deciden realizar una “acción de recuperación” aparentemente inocente. Pero como en todo, no hay acción sin reacción y la avalancha de aconteceres se desata, tenga o no que ver de forma inmediata con ese hecho, transformando la vida de Christian en una especie de realidad paralela fatal y donde la racionalización es un concepto más que abstracto y olvidado al diluirse con la realidad sin forma de nuestros días.

Ruben Östlund (“Fuerza Mayor”) lo hace de nuevo, el polémico director ahora seduce hasta las más altas esferas del intelecto y avasalla en Cannes llevándose la Palma de Oro y lo hace desnudando, en pocas palabras, la vacuidad de la modernidad liquida y cuestionando hasta la médula la cultura del arte moderno de una manera mordaz y absolutamente consciente.

The Square se mete de lleno en un tema plagado de exquisitez: “El arte”, y más aún, “el arte contemporáneo”, donde el bluff supera cualquier norma, regla, tendencia, movimiento o expectativa… y sin embargo Ruben Östlund lo hace de una manera magistral, simple, llano y sarcástico.

Si bien es cierto que el tema del acontecer del proceso artístico es una fuente inagotable (tal como el arte mismo) para hacer reflexiones sobre él, y que puede resultar fascinante ingresar a las diversas miradas sobre el tema, The Square, que nutre sus raíces temáticas en ese mundo, toma tal cantidad de perspectivas alternas sin dejar de mirar al centro del arte, que la hacen en sí un complejo y fascinante trabajo de creación artística (sí de ese mismo arte contemporáneo que con tanta hilaridad analiza) entonces, ante nuestros ojos el cazador se convierte aparentemente en presa, pero sale proyectado en tantas direcciones que en este acto va a aligerar un discurso que podría sonar hasta retorcido.

Una jolgoriosa calamidad sigue los pasos de Christian y los problemas llegan a parecer una comedia fatal. El que una persona del aseo barra sin querer algunas piedras de grava de una instalación puede ser un problema demencial de consecuencias internacionales.

Pero al mismo tiempo, la vida del mismo Christian va en acelere hacia múltiples colisiones, tiene problemas de alcoba, un niño lo acusa de haber acabado con la confianza que le tenían sus padres y una lujosa cena termina en un catastrófico performance que rompe todas las reglas… que no se compara a lo que va a suceder con la inusitada campaña de marketing que una agencia diseña para la instalación de The Square.

Ruben Östlund seduce porque usa todas las herramientas que encuentra en este mundo del arte para construir su obra, es vibrantemente actual vibra al ritmo de este momento de este mundo, coloca todos los elementos conociéndolos desde dentro usando tomas que hablan de los diversos ritmos visuales usando la estructura narrativa para jugar se esconde y sale a la luz para dar pinceladas de cinismo y luego se desvanece tensando la neurosis de la vida diaria, la absurda e incuestionada manera en la que las cosas hoy por hoy funcionan para este momento, para el hoy absoluto.

Dentro de la trama y los infinitos reflejos en este alocado y vaporoso ambiente del arte entre brincos, gruñidos, performances, millenials, redes sociales, recaudaciones de fondos, escándalos, multimillonarios patrones de museo que están más interesados en atacar las viandas que en enterarse de lo que están comiendo y mucho menos aún en entender el tema de la exposición, la aceptación y aplauso de “lo que sea” simplemente porque se está dando dentro de los muros del museo, aunque sea algo que ni el propio artista entienda. Niños stalkers, la crónica indiferencia ante el mundo o ante el otro por dejarse absorber por la realidad alterna del celular… cada latido es un compuesto de este mundo y en este concierto desconcertante, cada latido cuenta.

Paralelo a la figura de Christian tenemos a toda la fauna del mundo del arte el artista que vive como Hefner, prácticamente en pijama y bata, la periodista ambiciosa y fan de Christian: Anne (Elisabeth Moss ) con la que Christian sostiene una de las escenas más icónicas de toda la cinta.

Ahí los artilugios del lenguaje construyen un entramado conceptual que sería la mezcla entre un cuadro de Escher, el jardín de las delicias y la Escuela de Atenas para acabar explotando en un simple letrero de neón al fondo que dice “No tienes nada”.

Así de sutil y deliciosamente perverso puede ser el mundo de Östlund. Esta sorprendente situación va a ver su culminación en una pelea por… un condón y nuestro asombro va y viene sin disminuirse .

Claro que también tenemos la perturbadora presencia de Oleg (Terry Notary) en el culmen de tirarle a la cara a todos los posers en una cena de gala alguna que otra cosa y provocando que el “lado salvaje” invada hasta la médula aún a los más emperifollados asistentes. Y el juego sigue el espacio sigue reflejándose una y otra vez hasta el infinito formando simetrías por siempre.

Al final como bien dicen, nombre es destino y The Square es un espacio, contenido en un cuadrado luminiscente en una plaza que acaba volviéndose dentro de sí, se duplica en espejo y juega alborozada con ella misma, delira embrujada en su propia imagen, pero no todo lo que el espejo refleja está al frente… y atrás de él existe el mundo al revés.
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Escrito por Fabian Quezada Leon
https://cinemagavia.es/the-square-pelicula-critica-ostlund/
Cinemagavia
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28 de noviembre de 2017
20 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
“The Square” se hace eco de la crítica y surrealismo que contenía “La gran belleza” de Sorrentino para centrarse en el mundo del arte contemporáneo y en la sociedad sueca actual. Nadie se salva de la quema: los medios de comunicación, las agencias de publicidad, las clases sociales más enriquecidas, los absurdos del arte… Todo se mira desde un prisma ácido y se plasma en unos planos con gran poder visual. Su único pecado es alargarse en exceso y que contenga un ritmo desigual en su metraje, pero es una película que no deja a nadie indiferente y que tiene múltiples lecturas. De las mejores películas de 2017 y generadora de debates. No hay que perdérsela.

Más críticas de cine y series (y algún que otro monigote): https://unhombresinpiedad.com
Un hombre sin piedad
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7 de enero de 2018
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
The square

El andamiaje en el que se sustenta el discurso intelectual sobre el arte moderno se tambalea. El propio lenguaje, en demasiadas ocasiones, se traiciona o presenta preocupantes fisuras. Los exquisitos críticos o especialistas de tan espinosa cuestión se enredan -o se ocultan- tras una jerga poco legible, cuando no incomprensible, incluso para ellos mismos. Y algunos museos, por desgracia, se han convertido en mastodónticos contenedores sin contenido, más preocupados por el aspecto de la fachada que por la excelencia de su interior, más por la arquitectura y la firma de autor que por su verdadera razón de ser, más como imán y atracción turística que como templo de conservación y exposición de sus obras.
Estas y otras cuestiones se dirimen en "The square", una película del director sueco -también responsable del guion- Ruben Östlund que mezcla con humor y ácida ironía el conflicto existente en una sociedad totalmente fracturada. Por un lado, una sofisticada elite intelectual que, como "sumos sacerdotes", dictan controvertidos juicios sobre la concepción e interpretación del arte; por otro, una aburguesada y aburrida clase media que sigue sus consignas como un rebaño descabezado de todo poder analítico; y finalmente, los dammificados del sistema, parias expulsados del paraíso, emigrantes marginados, más preocupados por su propia sobrevivencia que por las elevadas y doctas consideraciones de sus satisfechos vecinos que miran sin pudor hacia otro lado.
Con estos mimbres, Östlund construye una cruel metáfora, irreverente, gamberra e hilarante, cuya finalidad no es otra que la de incomodarnos y a fe mía que lo consigue. Es cierto que Östlund se extiende innecesariamente en alguna de las diferentes historias que -como matrioskas- contiene en el guion y que, de no haberse recreado excesivamente, hubiera corregido sin mayores dificultades en el montaje. A pesar de ello, disfruté mucho con esta inteligente fábula que, entre otras cosas, tiene la virtud de ridiculizarnos sin piedad y mostrarnos la cara más esperpéntica y desagradable de un modelo de sociedad a la que nos ha dado por llamar "occidental". Y ese espejo no siempre es del gusto de un público cómodamente instalado que evita ver la pus que ha invadido su propia herida.
Y como contrapunto, Östlund utiliza con acierto los delicados acordes del "Ave María" de Gounod, que repiquetea insistente a lo largo de la cinta como para suavizar, en parte, la salvaje y a la vez desenfadada ferocidad de su parodia.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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24 de enero de 2018
37 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como varios camaradas, vi la película esperanzado de encontrar un excelente film, pero desgraciadamente, no lo fue.

Me he sorprendido, al igual que mucha gente, de que haya ganado la Palma de Oro: no lo veo posible. O el jurado no vio la película, o hay trampa, porque es imposible que un borrador de la sala de montaje haya ganado un premio de semejante envergadura.

Coincido con la mayoría de los críticos de revistas de cine y diarios (lo cual es raro), y por primera vez, estoy en total desacuerdo con la gente del festival.

¿Tanto ha cambiado Cannes?

¿Es que ahora le dan el premio a cualquier película?

Leo usuarios que la comparan con "La Dolce Vita"... ¿es en serio la comparación?

Me parece que muchos que han votado, tienen cero cine encima. De entrada, en el mismo país (Suecia), y mismo género (drama, comedia, humor negro, simbolismos, filosofía, arte, etc) tenemos las películas de Roy Andersson, cualquiera de ellas es ampliamente superior a "The Square", y no por eso hay que darle la Palma de Oro a Roy, no confundir.

"The Square" es un borrador con ciertas escenas interesantes, y nada más. No hay historia, y solo seguimos al protagonista, viendo que es lo que le sucede a continuación (con quien habla, con quien se encuentra, etc). A su vez, estamos todo el rato esperando por la famosa escena del trailer (y tapa DVD), y cuando por fin llega... *Spoiler*.

Película totalmente prescindible, e indiferente.

PD: quiero aclarar que coincido completamente con la mirada que posee el director sobre los personajes de este film, y yo también me reiría de ellos, pero evidentemente no gracias a ésta película...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ema Mansi
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7 de febrero de 2018
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Extraña, muy curiosa, fascinante a ratos, e irregular, amén de muy larga en metraje, esta película no deja indiferente a nadie... aunque eso no quiere decir que convenza del todo.
Creo que es una buena película, sobre todo porque va claramente de menos a más, ofreciendo un universo donde se ríe el realizador y guionista a la vez, de diversos estamentos, sustratos sociales y culturales, ensimismados en un arte vacío de contenido, aunque se le quiera otorgar de modernidad y sobre todo de polémica. Que se hable de ello... aunque sea mal, parece ser su proclama.
Con un humor un tanto surrealista, contiene tres escenas magníficas, la del niño que se queja al ayudante del protagonista de la nota que ha recibido en su buzón, el descacharrante diálogo entre el protagonista y su amante y, por supuesto, el largo momento de la cena de alto copete con "el animal" dando un espectáculo que comienza con risas y sonrisas y acaba como acaba.
Irregular en su desarrollo, es verdad que cuesta al comienzo entrar en materia, aunque poquito a poco va calando tanto la personalidad del protagonista como el argumento y el mensaje que se transmite.
Al final, a mi parecer convence mayormente en su propuesta y no decepciona. Aunque hay que tener paciencia en su primer tercio.
La favorita para ganar el Óscar a la Mejor Película de habla no inglesa.

https://filmsencajatonta.blogspot.com.es
Constancio
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