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Secreta invasión

Drama. Bélico Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), se reclutó a un grupo de criminales para una peligrosa misión en Yugoslavia: Durren (Henry Silva), un asesino; Rocca (Raf Vallone), el cerebro de la operación; Scanlon (Mickey Rooney), experto en explosivos; Fell (Edd Byrnes), un falsificador, y Saval (William Campbell), un ladrón de obras de arte que cumplía condena en la Isla del Diablo. Bajo las órdenes de Richard Mace (Stewart Granger), ... [+]
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Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
17 de julio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De un director como Roger Corman, experto en hacer de la necesidad virtud, con los actores y un presupuesto más holgado, me esperaba algo mejor. Empezando por un guión de tebeo malo, el nulo rigor histórico que tiene, los actores tirando de estereotipos y la cantidad de fantasmadas y tonterias que salen, ninguno de los personajes te crea empatía, son muy básicos y primarios, por otro lado la ejecución de la misión, más chapucera y improvisada no puede ser, exceptuando a Henry Silva que compone un personaje misterioso y inquietante a más no poder. Al final resumiendo, bastante decepcionante, en un gran director como Roger Corman, no me lo esperaba, la verdad.
zuriman
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15 de febrero de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película rutinaria, pero entretenida. Usa la fórmula de los Doce del Patíbulo, tres años antes, pues esta producción data de 1964. A favor de ella, puedo mencionar el buen nivel del elenco de actores, la siempre sobria direccion de Roger Corman en cintas de la Serie B, y los hermosos parajes donde se filmó. En contra, que no se apreciaba claramente el propósito de la misión y su efecto práctico.
dpedemonte
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6 de mayo de 2021
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Sencillo, gamberro, prometedor, directo, sucio, oscuro, intrigante, desenfadado, mediocre, salvaje, aparatoso, insulso, irregular, ridículo, ruidoso, austero, increíble, reiterativo, emotivo, contundente, precipitado, explosivo y plausible relato bélico de serie B, que consigue presentar los anhelos y finalidades de un grupo reducido de criminales para una peligrosa misión en Yugoslavia

Los responsables de la película hacen lo que pueden con lo que tienen y confeccionan una historia de honor, amor, amistad, valor y venganza, en la que se consigue potenciar y exprimir al máximo, el carisma de los personajes principales.

Cine bélico clásico de serie B, que consigue lanzar diversos mensajes profundos, sin dejar de lado el sentido del humor y la emoción.

Secreta invasión, queda como toda una historia de intriga bélica que resulta: imaginativa, ingeniosa, entrañable, vertiginosa, irónica, épica y memorable.
Jon
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29 de mayo de 2023
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Convictos y preparados para morir, así son los nuevos héroes de guerra, dispuestos a afrontar mil peligros para ganarse su libertad y redimir sus miserables vidas.
La 2.ª Guerra Mundial facturada en su versión "pulp" más festiva, más allá de las murallas de la Yugoslavia ocupada.

Hija de su tiempo con todos los honores es "Secreta Invasión", consciente o inconscientemente, en la época en la que el bélico experimentaba desviaciones hacia lugares menos rigurosos y más centrados en grandes aventuras o furiosas críticas antimilitaristas donde los enemigos alemanes ya habían perdido su condición de temibles villanos. La época de "Los Cañones de Navarone", "Escuadrón 633" o "La Gran Evasión", la más influyente de todas; gracias a United Artists Roger Corman entra en el género tras imaginar en plena consulta del dentista una fábula de invasiones y soldados en Dubrovnik.
Es curioso cómo arma ésta: rescatando su socio Robert Campbell el tratamiento que escribiera una década antes para su primer film, "Cinco Pistolas", y embarcándose, entre medias de sus adaptaciones de Allan Poe, a la Europa del Este en un rodaje de más de un mes (mucho para él) cargado de problemas, siendo el primero la localización real, afectada por un terremoto, y el lidiar con la arrogancia de la estrella en reciente descenso Stewart Granger. Aún más curioso es ver en un futuro cercano a Erwin Nathanson confesando su inspiración en hechos reales para escribir "The Dirty Dozen", cuando no hay duda de que antes echó un vistazo a esta obra...

El ritmo en el metraje no es malgastado durante su primera parte de presentación, donde vemos a los cinco condenados de aquel "western" de 1.955 que son reclutados por el ejército sudista para recuperar un tesoro transformarse en condenados que terminan participando en la Guerra Mundial. Un maestro criminal (Rocca), un asesino cruel (Durrell), un hábil falsificador (Fell), un experto demoledor (Scanlon) y un ladrón genio del disfraz (Saval; Bill Campbell, hermano del guionista), todos bajo las órdenes del adusto mayor Mace para una misión típicamente suicida.
Hombres ruines con una oportunidad de redimirse y de incluso ser héroes aun formando parte de una guerra sangrienta y absurda. La premisa, que consiste en que liberen a un oficial italiano de parte de los Aliados de las garras nazis, está más que establecida y resulta tan tonta que no debemos cuestionar las razones; esto es "pulp" bélico puro y duro de la escuela de George Fennell o Alistair MacLean. El film no se demora en hacernos ver la repulsiva catadura de estos personajes, que ya intentan huir nada más comenzar la película, y de ahí nos lanza a la aventura, empezando por mar y garantizando un espectáculo eficazmente dirigido disimulando el limitado presupuesto.

Es lo más destacado de "Secreta Invasión", su pretensión de colosal hazaña con pocos recursos, algo nada difícil para los artesanos de serie "B" como Corman. En la construcción de personajes Campbell los traza desde el grueso arquetipo y plantea una evolución digna a partir de los traumáticos episodios que les espera en esa guerra que en realidad no les importa un pimiento. Por eso no resulta muy creíble su adaptación al entorno ocupado de Dubrovnik (donde por cierto llegan al cuarto de hora, demasiado deprisa...) y sus gentes.
Campbell elabora situaciones más o menos cómicas que producen vergüenza ajena (los escarceos entre Mickey Rooney (en el papel de Mickey Rooney) y la joven yugoslava) o más o menos dramáticas no muy bien desarrolladas y que parecen innecesarias (la subtrama del hermano de Mace; el romance nunca confesado entre Durrell y otra colaboradora de los rebeldes), para dar algo de profundidad a los personajes. Lo que mejor extrae Corman del guión, cual Fuller o Peckinpah, es su marcado afán de crueldad y cinismo, que no da tregua a ningún protagonista y sirve para subrayar la ilógica violencia con la que la guerra azota irónicamente a los inocentes.

El episodio de Durrell y el bebé es el mejor ejemplo y una de las cosas más horripilantes que un servidor haya visto en el cine norteamericano. Por desgracia se distribuye de forma irregular el ritmo y la atención en los detalles; si se necesitaba un tiempo mayor de los hombres en la ciudad (para poder ir recuperando algo de humanidad) sucede lo opuesto durante ese tramo en el castillo nazi tras ser capturados, que no es sino un enorme "impasse" de conversaciones inútiles, actos violentos (y la violencia aquí es fundamental) que no llevan a ninguna parte y situaciones que cruzan el límite de lo inverosímil.
Sobre todo habrá un "tira y afloja" continuo entre el quinteto y los alemanes, ridiculizados como mandaban los cánones de la época, y representados por un patético comandante que se pretende muy perspicaz y no lo es. Pero de nuevo es la bajeza moral y el modo en que se rebaja la dignidad humana para lograr la victoria sobre el enemigo lo mejor capturado por la visión tan despiadada del director, que, (como siempre hace) para compensarnos por todo este tedio pseudoargumental, desata la aventura a lo largo de un clímax trepidante lleno de todo lo que hace falta para satisfacer los ojos del fan: tiroteos, carreras, sangre a borbotones, explosiones, saltos...lo que es acción artesanal muy hábilmente filmada.

Incluso por ahí tendremos el placer de ser vapuleados con un giro de acontecimientos que pone de manifiesto una vez más el absurdo de la guerra y cómo las mejores armas para ganarla son el engaño, la traición y el cinismo...aunque esto implique que no sepamos bien qué ha pasado. Es lo que más cunde: el desconcierto, la locura, la brutalidad, ¿y para qué?
Para nada; esos seis tipos son sólo otros idiotas arrojados al suicidio, carne de masacre, cuyas acciones no sirven para cambiar el curso de la batalla. Por su parte el cineasta, que ha usado el mayor presupuesto de su carrera hasta la fecha (cerca de un millón), y pese a todos los problemas que ha tenido, recuperará unos altos beneficios.
Chris Jiménez
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13 de agosto de 2016
1 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Posiblemente es una de las peores “películas” bélicas de toda la historia del cine.
No es un film de serie B, es de serie Z porque ya no hay más letras en el abecedario, donde todo el mundo improvisa y hace lo que le viene en gana. La puesta en escena es totalmente patética y ridícula. Los actores parecen una pandilla de aficionados a las órdenes de un director que seguramente dirigió la “película” desde su casa. Por todo lo dicho, esta cosa en un subproducto solo apto para estómagos muy encallecidos.
En cuanto al protagonista, Stewart Granger, nos ofrece una actuación de las más penosas que recuerdo de toda su filmografía.
Resumiendo: Gastar 95 minutos visionando este engendro diabólico, merece la medalla de honor del sufrimiento, absténganse. Un 1 y soy muy generoso.
El marinero solitario
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