The Long Arm

Jack Hawkins es el policía encargado del caso, dos años después hizo un papel similar en Un crimen por hora, casado con una mujer preocupada y un hijo preguntón y sabiondo. El caso está difícil ya que el ladrón no es un caco común y la película tampoco lo es. The Long Arm está maravillosamente narrada para que el espectador no se duerma y pase 92 minutos de lujo. Por la patilla.

"The Long Arm" es Jack Hawkins, como detective de Scotland Yard en esta entretenida y tradicional película policíaca británica que tiene el valor añadido de ser la última realizada en los míticos Ealing Studios de Londres.

El guión es de Robert Barr, escritor habitual de televisión y radio, y que sería su única aportación al universo del cine. Bien estructurado, se asemeja más a las historias criminales tradicionales que al realismo social que llegaría a dominar el cine británico, y más notablemente las películas policíacas durante la década de 1960. En particular, el personaje principal es claramente de clase media, disfruta con su trabajo y tiene una vida hogareña feliz con su esposa e hijo. El guión es sólido y, aunque es un poco lento al comenzar, es muy efectivo y proporciona un gran misterio con algunos giros ingeniosos y un emocionante desenlace.

El experimentado director de Ealing, Charles Frend, hace un trabajo correcto, dotando al film del tono adecuado para contar una historia con bastantes diálogos y escasas pero bien seleccionadas escenas de acción.
Excelente fotografía en blanco y negro que constituye todo un análisis sociológico del Londres austero de la postguerra.

Jack Hawkins está perfecto en el papel principal (estuvo nominado al Bafta) como el clásico detective británico, mientras que es igualmente bueno en las escenas domésticas. Aunque no hay grandes nombres, varias caras familiares completan el resto del estupendo elenco, incluidos Ralph Truman, Geoffrey Keen y Sam Kydd.