Eldorado

Por tener las ideas claras. No se necesitan historias enrevesadas para filmar una buena película.

Por sus magníficas interpretaciones. Dos personajes que se convierten en inolvidables desde el momento en que la pantalla se funde en negro.

Por su bellísima fotografía. Me entran ganas de coger el coche y recorrer Bélgica ahora mismo.

Por su maravilloso mensaje universal. Amistad y camaradería al servicio de dos perdedores innatos.

Por transmitir esperanza aun en momentos difíciles. Personajes estancados, sin futuro, pero con un corazón que no les coge en el pecho.

Por su memorable humor absurdo. Faemino y Cansado se descojonarán en sus butacas.

Por su enorme y tremendo mensaje final. Inmensa metáfora de la vida en forma de viaje hacia ninguna parte.

Por ser corta y concentrar en escasos 90 minutos toda la esencia de las road movies.

Por ofrecer al espectador delirantes situaciones, entre ellas la escena más desternillante que haya dado el cine en años.

Por hacerme sentir tan tremendamente feliz en una sala de cine. Me apetece reír, llorar, gritar…

Por todo ello: Gracias infinitas y sinceras señor Bouli Lanners.

Eldorado, es una de esas películas que pueden servir de ejemplo para el cine español, una película sana, sencilla, sin pretensión ninguna pero que te tiene con una sonrisa de oreja a oreja durante toda su proyección. Un cine tan sencillo de rodar y tan dificil de ver en el cine español.

Eldorado es una road movie en la que a nuestros dos protagonistas se les unen otros dos compañeros de viaje, un Chevrolet de 79 y una fotografía de Bélgica realmente preciosa. Esta es la sencilla historia de dos personajes marcados por un pasado, directa o indirectamente, común, que tratan de expiar su culpa con este viaje.

Bouli Lanners, rueda con firmeza y naturalidad esta historia, en la que se reserva un papel protagonista que levanta con gran poderío no dejándose hacer sombra en ningún momento por Fabrice Adde, estupendo en su papel de yonqui.

Para el recuerdo de este film quedan escenas magníficas, como el encuentro entre los dos protagonistas o el parque de caravanas con la visita de Alain Delon, sin duda una de las mejores escenas cómicas vistas últimamente.

Lo Mejor

La ternura de la pareja protagonista
El parque de Caravanas
Su medido metraje

Lo Peor

Un final un tanto deslavazado

Buena fotografía y poco mas, ni comedia, ni drama y de road movie lo justito, salvo que por algún motivo no cinematográfico algunas de las escasas ocasiones en las que pasa algo te toque la fibra (un campista nudista en auto caravana que los ayuda, un coleccionista de coches implicados en atropellos, una breve visita a la madre del muchacho que pretende manipular al espectador con aquello de contentar a los familiares que te quedan vivos antes de que palmen, un perro atropellado y un par de motoristas memos) esto es una gilipollez franco belga (valga la redundancia) que parece ser cuenta con buenas críticas y tal, pero que en lo que a mí respecta lo único medio bueno que tiene es que tan solo hay que soportarlo durante los 75 minutos que dura.

Truño francófono empaquetado en forma de road movie, aburrido hasta la saciedad, repleto de ridículo en todas sus coordenadas y cuyo índice de interés va decayendo de forma acelerada, a medida que los minutos perforan, implacables, mi capacidad de resistencia. La sensatez dibuja una llamativa señal de "peligro-excremento a la deriva" en la carretera que se acerca a esta gema de vertedero, ahora es ya cuestión del intrépido de turno, desdeñar o no el sabio aviso.

Y esas grandes interpretaciones de las que algunos hablan no han conseguido, ni por un solo instante, hacerme dudar de que los personajes que estuve sufriendo eran algo más que actores intentando sacar adelante papeles de esperpento sin gracia. Ah! y lo de siempre, buena fotografía, buenas canciones ... migajas que no palían el hecho de haber soportado un perfecto pestiño.