Atlas de geografía humana

A partir de la interesante novela de Almudena se construye un universo emocional femenino en el que habitan con cuatro mujeres compañeras en una editorial. Amores, desamores y desengaños; todo ello aliñado con buenas interpretaciones pero una realización algo torpe.
La directora llevaba más de diez años sin dirigir y eso parece notarse en sus movimientos de cámara. No obstante, el público que vio su estreno en el festival de Málaga , le dio una buena acogida.

Esta película no utiliza los típicos clichés hacia las solteras. Como en sexo en Nueva York.

Tampoco pone en pantalla los prototipos de soltera, conocidos como la bohemia, la fea reprimida, la madre soltera y la del matrimonio fracasado. Lo mismito que en sexo en Nueva York.

En ningún momento pone a las mujeres como seres cuyo único fin es pescar marido. Calcado a sexo en Nueva York.

No pone a los hombres como seres estereotipados cuya única razón de ser es mojar el calamar. Igualito que en sexo en Nueva York

Y por supuesto, en ningún momento una soltera puede sentirse ofendida al ver esta película. Joder que casualidad, igual que en sexo en Nueva York.

"Atlas de geografía humana" es una película-cohete que se lanza para conquistar un planeta bien estudiado y conocido: el de las mujeres independientes, atractivas y triunfadoras de más de treinta y cinco años que se enfrentan a una hora cero en un determinado momento de sus vidas. Como tal, no es exactamente una película, sino un placebo visual y auditivo para que las chicas abandonemos por un momento nuestra fachada de modernidad y nos entreguemos impúdicamente al síndrome de Cenicienta que, según este panfletillo, todas llevamos dentro.

No veo este filme como una involución retrógrada o como un intento de retrato realista del nuevo femenino, sino como una vía de escape para esos días en que estás cansada, harta de todo, te sientes triste y te apetece soñar con un poco de inofensivo romance. Otra cosa muy distinta es que la peli es mala de narices. ¿Por? Pues porque está fatal adaptada al lenguaje cinematográfico, los personajes hablan con rigidez, como si estuviesen leyendo el texto en lugar de charlando de manera espontánea y las historias son tan burdas y los protagonistas masculinos tan poco atractivos que no cumple siquiera con su único propósito esencial. Lo único que sacaría en positivo es el trabajo de las actrices, bastante decente para ser españolas.

No es desde luego mi estilo de cine y si la vi es porque en su momento leí la novela de Almudena Grandes y tenía cierta curiosidad (tampoco es que fuera una novela muy buena). La peli, no la recomendaría a menos que fueras consciente de qué clase de producto es: exactamente lo contrario al cine.

Se rastrea la vida sentimental (y sexual) de cuatro mujeres, compañeras de trabajo y amigas. Ninguna de las historias es lo que se dice cautivadora, pero entrelazadas resultan interesantes. Los roles desarrollados son los siguientes:
- una pareja de éxito profesional que se quiere pero cuyo matrimonio está siendo minado por la monotonía.
- una mujer inmersa en un matrimonio con hijos que la tiene aburrida
- otra de las mujeres protagonistas acaba de divorciarse y tiene una hija, y se lía con un hombre casado
- la última de estas mujeres es una chica soltera, por ser poco agraciada (tiene además un defecto, que es tartamuda) y por el miedo que tiene a las relaciones.
(*)
La película intenta usar el gancho de tratar el tema del sexo con toda naturalidad. Y por eso a veces resulta malsonante y ordinaria.
Merece la pena rescatar una frase de la peli:
"A veces las cosas cambian, parece imposible, parece increíble, pero a veces pasa"

Doce años después de la minusvalorada “Entre rojas” y la discreta "Puede ser divertido", Azucena Rodríguez regresa a la dirección con esta película de mujeres en crisis.

No hay mucho que destacar del apartado formal porque en ese aspecto no difiere demasiado de las series televisivas.

Sí hacen un trabajo destacable las actrices (Cuca Escribano, Montse Germán, Rosa Vila y María Bouzas)
En general se hace un retrato bastante rico y matizado de ese grupo de mujeres: el ver la paja en el ojo ajeno y no en el propio; el volverse ciertamente tonta en el amor cuando la mujer ha pasado de los treinta y está sola o insatisfecha (cuando por experiencia debería ser más avispada); el trabajo de aguantar a los hijos para algunas frente a la pena de otras por no tenerlos; la fina línea que separa el buen consejo de amiga de la envidia; el lógico temor al qué dirán cuando alguien nunca ha dado de qué hablar como no fuese para mal, y otros temas de la vida corriente, unos trazados con mayor inspiración que otros.

David Selvas, Alberto Jiménez, Nacho Fresneda y Boris Ruíz cumplen con sus papeles masculinos, secundarios y no todos antipáticos, lo cual es de agradecer (no es la típica película feminista en plan “los hombres son todos unos cerdos”)

No aburre en ningún momento al saltar de una historia a otra.