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Los nibelungos - 1ª parte: La muerte de Sigfredo

Fantástico. Aventuras. Drama Adaptación de una serie de leyendas germanas sobre los nibelungos, seres que habitan entre la niebla. Narra la historia de Sigfrido, hijo de un rey, que, tras forjar una maravillosa espada y convertirse en un hábil herrero, debe volver al castillo de su padre. Sin embargo, impresionado por la historia de la bella princesa Krimilda, decide conquistarla. Abandona entonces el castillo paterno con el propósito de vencer a un dragón, cuya ... [+]
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Críticas 22
Críticas ordenadas por utilidad
6 de diciembre de 2009
41 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es sin lugar a dudas una de las mejores películas que nos dejó el cine mudo, a pesar de su larga duración combinada, más de 5 horas entre la primera parte: Sigfrido, y la segunda: la venganza de Krimilda.
En Sigfrido vemos escenas exquisitas como la de la pluma deshaciéndose en la espada de Sigfrido, la lucha contra un dragón komodiano, y el sueño de Krimilda que aún trato de imaginar como es que pudieron hacerlo en aquella época.
En la segunda parte o venganza de Krimilda me pareció ver actuaciones un poco más perfeccionadas sobre todo la de los personajes de Krimilda y Atila, los fotogramas llevan una secuencia inteligente y la frase más llamativa de la narración fue: “La lealtad que no destruye el acero, tampoco la funde el fuego”.
La música es excelente, el vestuario oportuno y los efectos especiales son simplemente perfectos para la época.
Dr.Juventus
DrJuve
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13 de junio de 2007
32 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los Nibelungos
1924
Fritz Lang

Este film es simplemente una belleza desde el primer fotograma hasta el último, una hermosura. Aunque este film sea tan increíble, igual de increíble es su popularidad actual PARA NADA COMO SE MERECE, pero de todos modos es deslumbrante. El hecho de que la película sea tomada en cuenta como aparte junto con Los nibelungos: la venganza de Krimilda, es un error que el propio Fritz Lang explicó durante su vida, en realidad ambas son una película de dos partes.
Lang muestra una obra tan impactante, que es (para mi) de tanta calidad y belleza como sus joyas METRÓPOLIS, DR. MABUSE y M, sus casi 5 horas son una majestuosidad poética que permanecerán con nosotros por mucho.
La esposa de Lang, Thea Von Harbou, realizo el guión basado e influenciado en relatos y leyendas germanas de “los Nibelungos” (hijos de la niebla), que nacieron en Europa cerca del siglo X al XIII, y que también serían la semilla de libros, obras literarias y obras musicales.
Lang nos dejó el mayor de los relatos, inmortalizado en su film, y fue considerado como "mitología de la historia alemana", el filme alemán más representativo y perfecto de todos y para hacerlo breve una obra MAJESTUOSA, que jamás será superada.
Chapliniano
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28 de octubre de 2009
21 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace poco hablaba con unos amigos, devotos también del género de fantasía, sobre las películas que más nos gustaron y porqué. Poco después me di cuenta de que todos coincidían en expresar en cierto modo el concepto de "haber hecho un gran viaje". El viaje de Fritz Lang por la hermosas sagas de la épica germánica es quizás uno de los mayores recorridos en el espacio y en el tiempo que jamás se hayan visto en el cine. Cuando acaba, no han pasado horas, sino siglos y universos enteros. Si "Metrópolis" es un milagro, "Los Nibelungos" son un prodigio.

Una de esas películas que no se miran, sino que se recorren largamente, se caminan, se habitan y luego, cuando terminan, se añoran como si antes de verlas, ya tuviésemos la percepción de conocerlas de otros tiempos.
Neathara
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23 de octubre de 2010
18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sencillamente, una obra maestra; un filme rebosante de grandeza épica, de tragedia latente. Una soberbia adaptación de una obra clásica como es el "Cantar de los Nibelungos", que recoge a la perfección la magia casi mítica que desprenden reinos ya olvidados, personajes imaginados o soñados, riquezas ocultas y seres fantásticos.

Si el argumento posee el encanto de los cuentos, la realización de la película contiene toda la magia que es capaz de conjurar el cine. ¿Cómo valorar en su justa medida el trabajo que debió requerir este filme, que transmite una grandeza, una majestuosidad tan pocas veces igualada? Y es que no sólo los decorados o el vestuario proporcionan esta impresión, sino que son los propios personajes quienes se hallan impregnados de ese halo grandioso y terrible a un tiempo, característico de aquéllos que están marcados por el destino. En efecto, es el destino la fuerza invisible pero siempre presente que anima el transcurso de los acontecimientos, marcados también por el orgullo, el vasallaje y la ambición. Es esta última la que une trágicamente los caminos del rey Gunther y de Sigfrido, prendados de dos mujeres en principio antagónicas, pero que como se verá más adelante, no distan tanto la una de la otra.

El espíritu de los personajes está tan logrado como el del mundo por el que se mueven; así, Sigfrido aparece ante nosotros como un nuevo Aquiles, prácticamente invulnerable, siempre valiente y honesto. Gunther es un rey atormentado por no poder satisfacer su más preciada ambición, y más tarde por haber traicionado a quien logró procurársela; Brunilda, la indómita reina guerrera (tantas veces copiada después), soberbiamente interpretada por Hanna Ralph, se erige en vehículo de destrucción, y Hagen en el vasallo ejecutor de la más vil de las traiciones; en cuanto a Crimilda, habrá tiempo para hablar de ella en la segunda parte. Según dijo Lang, lo que a él le interesaba era reflejar el cumplimiento del destino de todos estos personajes, pertenecientes a diversos mundos, que son los reflejados en la película; el mundo boscoso y mágico del que salen Sigfrido y los Nibelungos (los "hijos de la niebla"), la corte austera pero grandiosa de Worms del Rin, el reino remoto de Brunilda, etc.

La recreación de tales mundos está perfectamente lograda gracias a unos decorados majestuosos y a una puesta en escena tan eficaz como brillante, beneficiada por el feliz ritmo narrativo de la película, que no da descanso. La imaginación y creatividad con la que están resueltas algunas situaciones es sorprendente, así como el magnífico efecto que produce en el espectador contemplar las andanzas de los personajes por bosques, reinos subterráneos o castillos rodeados de fuego. A destacar también la música, perfecta y adecuada, tan evocadora como la historia a la que acompaña.
Quatermain80
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4 de noviembre de 2011
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
No obstante estar basada en la antigua leyenda teutona, “Das Nibelungenlied” y complementada con elementos de sagas noruegas que ya cuentan con varios siglos de historia, <<LOS NIBELUNGOS (Sigfrido)>> -una película rodada en 1924- sigue conservando una vigencia absoluta. Primero, por la gran notoriedad de su diseño artístico; después, por la creativa técnica de filmación que utilizó el director, Fritz Lang, logrando una aventura pletórica de magia y fantasía; con efectos visuales y especiales de avanzada que, aún hoy, lucen con sumo atractivo en términos generales... y esto lo pondría en la cumbre de su carrera.

Pero, aunque muchos recordarán a Lang como el decorador monumental por filmes como éste, “Metrópolis” o “La Mujer en la Luna”, creo que, detrás de estos andamiajes que, por supuesto, también pretendían impresionar, había una sensible y cuidada complementación argumental, pletórica de significado y de propósitos progresistas, pues, Lang era un cineasta y un intelectual muy bien plantado en su compromiso con la historia humana. Bien claro lo tenía: “Querer significar algo es el deber del cine destinado a la gente del mañana”.

“Sigfrido”, es una leyenda inmortal, no por nada el gran compositor, Richard Wagner, la convertiría en esa magistral ópera titulada, “El Anillo del Nibelungo” (1876) ... y aún el cine sigue interesado en una pasional historia que se cuenta de una u otra manera, pues, ofrece matices y perspectivas bastante amplias.

Son muchas las especulaciones que se han dado en torno a esta leyenda, pero -según la cuenta Lang-, lo que pude sentir más hondamente en una sesión de la película en que me atrapó por completo su mágica envoltura, es el rol de la mujer en un medio de hombres de gran fuerza, con afanes de expansión y dominación, y con poderes sobrenaturales que les da la capacidad de hacerse invisibles y de transformarse en cualquier persona o figura que deseen. Allí, con su aparente fragilidad y sus encantos físicos, las impredecibles féminas son capaces de demostrarles, a aquellos héroes, que pueden ser vencidas, pero no dominadas; que por la fuerza serán prisioneras, pero no ofrecerán su alma; y que, sirviéndose únicamente de sus poderes terrenales, pueden vencer al más valiente... ¡sin ellas tocarle ni un sólo pelo!

Así, lo que pareciera ser tan sólo la historia de un gran héroe traicionado -y de seguro es lo que verá la mayoría-, en realidad es secundario, y creo que, lo que hay aquí, es más una anticipación de lo que pueden -y podrán- lograr las mujeres en el mundo.

Tampoco fue por nada que, la segunda parte, se subtituló: “La Venganza de Krimilda”.
Luis Guillermo Cardona
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