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Noche de angustia

Bélico. Aventuras. Drama A principios de 1945, cuando el ejército ruso invadió el este de Alemania, se inició un éxodo de millones de personas. Centenares de miles lo hicieron por barco, y uno de ellos fue el Wilhelm Gustloff, un crucero de placer que el 30 de enero de 1945 zarpó con más de 10.000 refugiados, entre ellos 5.000 niños. Poco antes de medianoche, tres torpedos soviéticos alcanzaron al barco, que se hundió en las aguas heladas del mar Báltico en ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
15 de septiembre de 2009
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arranca con una escena en la que vemos a un grupo de náufragos en alta mar con salvavidas y ateridos de frio (que bien pudiera pertenecer al naufragio del Titanic), en la que una voz en off nos explica que se tratan de los pocos que no fueron tragados por las aguas tras ser torpedeado el “Wilhelm Gustloff”, barco en el que viajaban huyendo de los rusos que venían por la parte oriental de Alemania arrasando todo lo que encontraban a su paso.
Tras la breve introducción, retrocedemos a las navidades de 1943 en Alemania, para a partir de aquí y hasta los 10 últimos minutos de metraje donde vemos recreados las ultimas horas antes de ser alcanzados por los torpedos, seguir el devenir de una serie de personajes (principalmente un trio amoroso entre Marie, su marido y un oficial de la marina que la pretende) mediante el cual vamos viendo las diferentes reacciones y el día a día del pueblo alemán ante los sucesos que estaban teniendo lugar.
Teniendo en cuenta que estamos hablando de una producción alemana rodada tan solo 14 años después del final de la WW II, que cuenta con unas reflexiones en absoluto complacientes (hasta diría valientes para la época y nacionalidad de la película) la dejadez y laxitud del pueblo llano ante lo que evidentemente eran unos claros atentados contra la humanidad (bien es cierto que a modo de leves pinceladas en el tema judío), la narración mezcla de expresionismo (primeros planos de las mujeres mostrando su congoja por la pérdida de sus maridos e hijos en la guerra) y folletín decimonónico (la relación a través del tiempo entre Marie, el marido, el a estas alturas ya amante y un hijo ilegitimo de por medio), estamos (a mi juicio) ante un muy interesante documento histórico (vemos intercaladas imágenes reales de la época, entre las que destacaría las de la defensa antiaérea), al que aunque en un principio te sientes defraudado si como es mi caso esperabas ver la detallada historia de la mayor catástrofe naval de la historia (en cuanto a número de muertos en un naufragio de un solo barco), en un momento dado del metraje te sientes atrapado por los personajes de ese medio folletín salpicado de realismo social, por lo que cuando llega el inevitable final (dignamente recreado, pese a que la evidente falta de presupuesto se sugiere, más que mostrar) logra que realmente te sientas involucrado con estos y te deje la sensación de que has visto una buena película.
tiznao
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26 de noviembre de 2011
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Centrada en las vicisitudes de María, una chica corriente alemana, esboza el sufrimiento del pueblo alemán, durante la II Guerra Mundial, tomando como símbolo el Wilhelm Gustloff, un tremendo crucero, aunque dentro de una narración a trompicones y bastante irregular.
En realidad, toda la película es una preparación para sus escenas finales, magníficamente filmadas, con gran profusión de medios y tremendamente realistas. Esto sí que merece la pena. Lo malo es que el resto deja bastante que desear y hay que esperar demasiado. No obstante, como documento histórico, es muy interesante.

Todo comienza con el bautizo del Wilhelm Gustloff, el auténtico protagonista, con imágenes reales (que abundan en el film), un barco de lujo, en el que se vive un ambiente festivo, pero por desgracia, estalla la guerra y todo cambia.
María, una chica joven, esbelta y atractiva, muy solicitada entre los hombres, es la protagonista, el principal hilo argumental. Su pareja es llamada al frente y ella tendrá que esperar pacientemente su regreso en casa de su suegra hostil.

La narración es bastante directa y cortante, como si estuviera formada por bloques que se van incrustando rocosamente. Al final, casi más que un film bélico, resulta ser un drama, aunque toda guerra en sí misma es un drama.

Comienza bien, pero luego entra en estado de letargo, merced a la rigidez de su narración, la poca expresividad de sus actores y la falta de tacto en las transiciones. Y ya en los instantes finales llega lo mejor. Lástima tanta irregularidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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28 de agosto de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El magnífico film de Frank Wisbar se ocupa de dos temas: el pánico y el sufrimiento de los civiles y soldados vencidos que huyen de los rusos en la Prusia oriental y el trágico hundimiento del giganteso buque-escuela Wilheim Gustioff, donde huían más de 10.000 de esos refugiados. Ese desastre fue ocasionado por los torpedos de un submarino ruso y fue, en víctimas, cinco veces mayor que el Titanic.
Ambos temas se convierten en testimonios de la crueldad de la guerra y están enlazados por el drama personal de la esposa de un oficial que es infiel a su marido. En realidad, el primer tercio del film parece preocuparse más de dicho drama privado que de la guerra en sí, pero el resto va convirtiéndose progresivamente en un espeluznante relato de la desesperación de los civiles que tratando de salvarse de la venganza del enemigo se encuentran con un naufragio en el Báltico, a 18 grados bajo cero.
Guión, creación de personajes, pulso narrativo y efectos especiales son de calidad. Es cierto que en ese primer tercio, centrado en un triángulo amoroso, el film no anuncia lo que realmente va a contar, pero eso añade el aliciente de la grata sorpresa que implica el estimulante cambio de rumbo del argumento. El hundimiento del barco, en particular, estremece por el riguroso y espectacular realismo con que se nos describe el brusco cambio de ánimo de miles de civiles que cuando se creían a salvo encuentran de repente la muerte.
Pocas películas clásicas sobre las miserias de los conflictos bélicos me han impresionado más que ésta. Sólo recuerdo ahora un nivel parecido en "Ataque", de Robert Aldrich.
Luis
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18 de abril de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película alemana dirigida por Frank Wisbar y estrenada en 1960, que toca un aspecto que a menudo se pasa por alto: la retaguardia, o por decirlo de otra manera, la suerte de los civiles que se han quedado en casa cuando la conflagración ya les alcanza directamente a ellos. Si estar en un frente de guerra es a menudo una experiencia espeluznante, despertarnos (en nuestro hogar) con el ruido de las explosiones que asola n nuestra ciudad, pueblo etc. debe ser sencillamente pavoroso. Entre 1944 y 1945, últimos meses de la II Guerra Mundial, con la Wehrmacht (fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi) retrocediendo en todos los frentes, un total de dos millones de alemanes abandonaron Prusia Oriental en dirección a Alemania y Europa Occidental. De todos estos refugiados, perderían la vida unos 30.000 civiles en los desplazamientos por las enfermedades, el frío invernal o los ataques aéreos.
Esta cinta describe con gran realismo la suerte del Wilhelm Gustloff, un crucero de placer que el 30 de enero de 1945 zarpó con más de 10.000 refugiados, entre ellos 5.000 niño y que fue hundido en las aguas heladas del Báltico por un submarino soviético. IMPRESCINDIBLE.
Syndera
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