FAQs

La acción transcurre en Hollywood, donde un travesti se dedica a acoger en su casa a 3 jóvenes gays desarraigados; un joven estafado, un latino maltratado por sus padres, una lesbiana que oculta sus pechos y que quiere ser como un chico.

Todo ello envuelto en una atmósfera de buen rollo con algún que otro momento violento.

En principio la película refleja las diferencias entre la mentalidad heterosexual y homosexual, como si fueran dos mundos que no se pudieran mezclar, un odio recíproco en función de las tendencias sexuales, de una forma absolutamente radical. Algo así como o “eres de un bando u otro”.

Un policía que se enamora del travesti. Agresores homófobos que verdaderamente son homosexuales. Todo alcanza tintes surrealistas.

La historia no resulta nada creíble, a pesar que las interpretaciones de los actores no son malas. Aunque no resulta aburrida, resulta bastante absurda.

El cine independiente americano ha explorado en todas las temáticas en las que se ha expresado el cine clásico, del cual los americanos han sido maestros. Aquí hay una magnífica forma de ataque al mundo heterosexual y homofóbico utilizando la comedia y el romance. Pero siendo muy agradable de ver la historia de estos personajes, sus tropiezos, sus bloqueos, sus obsesiones y, sobre todo, su amor y defensa del ser homosexual, lo mejor es la forma en la que se ha presentado esta historia, su guión pasado de una forma nueva pero sin estridencias a imágenes, manteniendo los elementos básicos del lenguaje cinematográfico para que el espectador no se pierda. Siempre se ha dicho que hay que conocer las reglas para romperlas y eso es lo que aquí ocurre y de tal manera que estás viendo una película como tantas veces he visto sentado en una butaca de un cine. Me han gustado de forma particular los primeros planos de unos actores que para nada son famosos, ni utilizan técnicas aprendidas en academias de interpretación, pero que en pocos gestos y muy naturales saben darle a la imagen la expresión de lo que sienten los personajes. Sin duda es mérito de estos jóvenes actores, pero creo que el director ha sabido orientarles, y me da la sensación que con mucha suavidad y cariño, para que sea una de esas películas que en el cine clásico llamaríamos de actores. Es una pena que haya tantas malas películas que bajo la apariencia de modernidad traten tan mal el tema de la homosexualidad y que estas malas películas, por causa de una mala distribución, lleguen a mezclarse y a confundirse con estas pequeñas joyas del cine.