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El despertar de María

Romance. Comedia Cuando María consigue un trabajo en el equipo de limpieza de la prestigiosa Academia de Bellas Artes de París, su vida da un vuelco. Inmediatamente se lleva bien con Hubert, el excéntrico conserje de la escuela, obsesionado con dominar los icónicos movimientos de baile de Elvis Presley. El vínculo que crece entre ellos rompe la soledad de María, que se redescubre a sí misma y a un mundo nuevo de emociones. ¿Se atreverá a dejarlo todo ... [+]
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
18 de octubre de 2022
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
*María, una mujer sencilla

El cine francés destaca por sus comedias, donde con un toque suave aderezado de humor pueden tratar cualquier tema con buena acogida por los espectadores. En muchas ocasiones oscilan entre la comedia y el drama, casi siempre logrando buenos resultados de calidad y comerciales.

En esta ocasión Maria rêve, es una película que versa sobre la actitud ante la vida y el poder de adaptación para superarse. Los guionistas y también directores de ésta comedia, Lauriane Escaffre e Yvonnick Muller, realizan su primer largometraje tras haber conseguido el César al Mejor Cortometraje en 2020 por “Pile e poil”.

Ahora centran el argumento en María, Karin Viard, una mujer de cuarenta y cinco años, tímida, de vida tranquila que vive la monotonía de su matrimonio de veinticinco con Oratio, Philippe Uchan. Mientras ella escribe poemas para ella misma, su pareja que es portugués oye fados casi a diario. Maria o María Rodrigues en el guion, podría ser una mujer de cualquier nacionalidad, con un trabajo rutinario, en éste caso asistenta en una casa particular y con reducida vida social. Bien enmarcada con éste perfil generalista, los directores representan a miles de mujeres de cualquier país europeo con vidas convencionales.

*El nuevo mundo creativo de María

Los guionistas abordan el proceso de superación de la timidez y aumento de la autoestima de María, a través del descubrimiento accidental de sus propias capacidades creativas. Un personaje importante en Maria rêve es el de Hubert, Grégory Gadebois, dibujado como un hombre algo tosco en apariencia, que lleva trabajando veinte años como conserje y operario de mantenimiento.

Sin embargo distintas secuencias descubren su lado sensible, especialmente su frecuente dedicación en el trabajo a ensayar el movimiento de caderas al estilo de Elvis Presley. Esta comedia describe de manera sencilla la cotidianeidad de personajes que podríamos ser cualquiera, de manera que podemos sentirnos reflejados en sus vidas cotidianas. Otra parte interesante de la trama son las relaciones que por su trabajo indirectamente establece María con el joven alumnado. Al situar la acción en la enseñanza de Bellas Artes dan mayor versatilidad al guion por la actitud y el carácter más abierto de sus estudiantes y profesorado.

Dentro de este grupo destacamos a la alegre, espontánea y creativa alumna Naomie, Noée Abita, y al profesor Kofman, Yvo Muller, que representan significativamente a estudiantes y profesores. A través de ellos, la inquieta y sensible Marie toma contacto directo con el mundo creativo del arte, performances inclusive y el trabajo de modelos para dibujantes y pintores. El hábil y sutil guion aprovecha para ironizar sobre la modernidad artificiosa de algunas obras artísticas, así como sobre el lenguaje críptico y pretencioso de algunas personas teóricas en el mundillo del arte.

*Una película alegre y optimista

La intención con la que los guionistas y directores llevan Maria rêve va abriendo a su protagonista a una vida más extrovertida y feliz. Por una parte al estar en contacto con la creatividad, la libertad y la vitalidad juvenil, ella crece coge seguridad en sí misma y se incorpora a un mundo más abierto.

Maria rêve puede considerarse como una película sobre un proceso personal de transformación, desde el origen humilde de Marie hasta un vida más plena. Ella siente que su hasta ahora vida rutinaria, relación de pareja anodina y ambiente social reducido, se convierte en más abierta y satisfactoria donde puede ser ella misma mucho más.

También otros personajes mejoran de actitud mejorando por la interacción en el trabajo, como la supervisora Karima, Samira Sedira, al principio más estricta con el personal y luego más afable y comprensiva. Desde el comienzo de Maria rêve el sonido envolvente de la banda sonora, música de René Aubry, acentúa el mensaje alegre y vitalista que ambos guionistas y directores han querido aportar a la película.

Algunos escarceos amorosos del alumnado y otros de trabajadores, retratados con sutileza por la buena fotografía de Antoine Sanier, complementan con sensibilidad la afectividad de sus protagonistas. El montaje de Valérie Deseine es ágil, haciendo que la película fluya con naturalidad a lo largo de todo el metraje.

Estamos pues ante una interesante película sobre el crecimiento personal, a través del descubrimiento de la protagonista María de un mundo mucho más atractivo y libre.

*Conclusión

Maria rêve es una interesante comedia donde bajo la aparente ligereza formal tan propia del cine francés, se desarrolla de manera sutil la transformación y liberación personal de su protagonista María. Esta manera alegre con la que el guion afronta la relación entre los personajes atrae al espectador, al tiempo que entretiene e indirectamente le influye de manera positiva.

Siendo el primer largometraje de los guionistas y directores, aclamado por el público al igual que sus cortos hechos anteriormente, esperamos con interés sus siguientes películas.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez
Cinemagavia
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9 de enero de 2023
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los actores Lauriane Escaffre, Yvonnick Muller nos presentan su opera prima como directores, con esta comedia un tanto peculiar que se desarrolla en la Academia de Bellas Artes de París. El guion también ha sido escrito por los mismos directores y en el reparto destacan las interpretaciones de Karin Viard y Grégory Gadebois.

María lleva una vida bastante aburrida, cuando fallece la mujer que cuida se queda repentinamente sin trabajo, pero a los pocos días es llamada para trabajar como limpiadora en la Escuela de Arte. Su trabajo en un sitio como ese es fundamental para que toda fluya a la perfección. Allí conoce a Hubert, el conserje del centro, un hombre que lleva allí toda la vida y que se conoce todos los rincones del centro de maravilla. Su ilusión es bailar y mover las caderas como Elvis Presley.

Entre ambos empieza a surgir una gran amistad, se nota que tienen cosas en común y la atención que Hubert le presta a María, le permitirá volverse a reencontrar con ella misma, con su cuerpo y con sus inseguridades. María es muy ordenada y tiene que tenerlo todo contralado. Está casada desde hace muchos años, pero su matrimonio se ha vuelto muy monótono. Tiene una hija que no sale mucho en la cinta, pero que tiene un papel fundamental en el devenir de los acontecimientos.

La película funciona gracias al guion, las interpretaciones y los continuos cambios de acontecimientos que van surgiendo. Pero sobre todo me llama la atención la naturalidad de las cosas que van sucediendo y como los personajes sacan lo mejor de cada uno para hacernos pasar un rato agradable. También hay momentos de humor negro bastantes divertidos. Sin ser una gran película, el espectador disfrutara con una película en la que se puede sentir muy identificado.

Lo mejor: Los dos actores protagonistas
Lo peor: Lo que cuenta ya lo hemos visto muchas veces

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
LASO83
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5 de enero de 2023
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizá, lo mejor del film, además de ese humor francés que siempre queda bien, son los personajes que lo protagonizan. Son exóticos pero no en exceso, torpes para las situaciones cotidianas y soñadores de un mundo inexistente, encarnados por actores que saben lo que hacen y lo hacen muy bien.

Son personajes con posibilidades, incluso el lugar donde se desenvuelven cuenta con un gran potencial para la comedia. Sin embargo, en El despertar de María no ocurre nada de extraordinario. Y eso es decepcionante.

La película no es otra cosa que la radiografía de una vida a la que se le quita todo valor por ser cotidiana, rutinaria, poco sobresaliente. La solución: quemar las naves como si no hubiese un mañana. Traducido para esta historia (y para tantas otras como esta): como me he vuelto a enamorar, tengo derecho a ser feliz.

Así, en la edad de la madurez, la protagonista encarna esa eterna adolescencia que algunos confunden con la felicidad, con la audacia y con la realización personal. También se retrata a una juventud que está labrando su futura infelicidad. Claro que no se muestran las consecuencias, el desastre, el futuro que, queramos o no, siempre tendrá parte de rutina.

En definitiva, una triste propuesta para una triste forma de afrontar la vida, el compromiso y la madurez.

www.contraste.info
Revista Contraste
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