Samba

Una película que destaca bastante dentro de la filmografía de Sara Montiel porque huye un poco de los tópicos y de la monotonía temática que fueron habituales en sus películas anteriores. Está desarrollada en un Brasil exótico e inquietante y hay un interesante contraste ambiental entre las escenas que se desarrollan en los ambientes más suntuosos y las que transcurren en el lugar donde vive la chica de modestos recursos que sueña con vivir una aventura. El exotismo del ambiente provoca que la película llame la atención y los números musicales son bastante agradables propiciando el lucimiento de una estrella que hasta entonces habia hecho films que rozaban la mediocridad y que incluso eran algo aburridos. Sin ir más lejos el otro film que hizo con Rafael Gil que fue "La reina del Chantecler" era menos que mediocre en comparación a este. "Samba" fue producida con lujo y muchos medios y el irregular cineasta que era Rafael Gil valora bien todo lo que tiene a su alrededor consiguiendo una película llamativa por lo pintoresco del ambiente reflejado y vertiendo también una cierta sensibilidad al recrearse con los escenarios elegidos como por ejemplo en la escena en la que se canta junto al mar cuando anochece en la hora del crepúsculo. Rafael Gil tuvo su etapa más personal en los años 40 dirigiendo algún film bastante logrado como fue "Una mujer cualquiera" que quizá sea su mejor película. "Samba" es uno de los films suyos que tienen un cierto valor estético. Es una película que tiene interés ambiental y que como espectáculo visual resulta agradable. Tiene poder de sugestión.

Película cuyo previsible desarrollo y escasa capacidad de fabulación apenas son capaces de despertar interés.
La historia se va deshilachando en detalles innecesarios que ralentizan la acción y aportan poco a su desarrollo.
Y las canciones que interpreta S. Montiel tampoco contribuyen a mejorar el panorama.
En realidad se trata de una película para incondicionales de la protagonista y, desde la punto de vista comercial, una oportunidad para aprovechar su atractivo entre el público mexicano y español.
Y es una pena porque se trata de un thriller intenso pero contado con ligereza.
No obstante, algunos momentos de lucidez cinematográfica consiguen salvar la historia por los pelos.