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Érase una vez en Queens

Drama En la Nueva York contemporánea, un joven fenómeno del baloncesto chino-estadounidense lucha por equilibrar las expectativas de su familia inmigrante con sus propios sueños de convertirse en un jugador de la NBA.
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
21 de mayo de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El debut de Eddie Huang, como director y guionista, parte de una premisa interesante; tanto que, en la primera parte del film, la intrigante vida sentimental de los padres del protagonista consigue generar cierta inquietud y curiosidad por conocer el desenlace. Sin embargo, en pocos minutos, la trama va desdibujándose –entre el choque cultural, el amor romántico, las relaciones matrimoniales y las paternofiliales, los problemas económicos y la dura existencia de Boogie y su sueño de ser jugador de la NBA– hasta perderse por completo.

De alguna manera, Huang presenta una gran variedad de subtramas que habrían logrado una pieza emotiva e inspiradora que llegara directa al público, si se hubieran manejado de otro modo. En cambio, el cineasta parece haberse empeñado en que la historia de la joven promesa del baloncesto sea el argumento principal, dejando de lado así la posibilidad de ahondar en el trasfondo de los padres migrantes, Mrs.Chin (Pamelyn Chee) y Mr. Chin (Perry Yung). Estos, al inicio, acuden a una adivina para saber qué supondría la llegada de Alfred (Taylor Takahasi) a sus vidas.

Desde luego, el retrato podría haber sido completamente distinto, pues también se trata de forma bastante superficial la relación abusiva entre padre-hijo o incluso se plantea una cuestión que habría dado mucho de sí: ¿es realmente el sueño de Alfred o es, en realidad, el sueño de un padre frustrado y obsesionado con el deporte? ¿Y qué hay de la extraña obsesión de su madre de que se cumpla, a toda costa, aquello que la adivina le prometió?

El papel protagónico del debutante Taylor Takahashi ofrece un toque fresco en ciertos pasajes, aunque es más destacable la templanza de quienes interpretan a los padres, Pamelyn Chee y Perry Yung, que mantienen en todo momento ese aire misterioso y más atrayente para el espectador.

En definitiva, una propuesta que pretende ofrecer a través de sus personajes un relato honesto y emocional y poner el tema cultural sobre la mesa. No obstante, acaba desaprovechando sus subtramas más interesantes y sucumbiendo a los tópicos de las películas deportivas que extinguen todas las posibilidades de convertirla en un buen título.

www.contraste.info
Revista Contraste
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22 de mayo de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Érase una vez en Queens (Boogie) es el primer largometraje del polifacético director Eddie Huang, quien en esta historia escrita en tan solo cinco días, cuenta las andanzas de Alfred, mejor conocido como Boogie, un joven talentoso en el baloncesto que se ve inmerso en una batalla familiar para conseguir su sueño de ser jugador profesional. La idea original está basada en la propia experiencia del director que, al ser de ascendencia taiwanesa, ha luchado toda su vida con las vivencias de ser un inmigrante en Estados Unidos.

La película está espléndidamente dirigida, con una narrativa muy dinámica perfectamente fusionada con la banda sonora, que interviene de manera muy acertada y dotando al filme de un aspecto moderno y actual. Los planos y movimientos de cámara se sienten muy inspirados y cinematográficos, con una mirada muy juvenil e íntima que causa esa sensación de empatía. El romance entre los protagonistas es realista y sincero, se aprecia una muy buena química entre estos actores y el resto del reparto. Así mismo, merecida mención a la dirección artística, con unos decorados muy convincentes y bien logrados.

En definitiva, Érase una vez en Queens es una película coming-of-age que habla sobre ser un inmigrante en EE. UU. y querer alcanzar tus sueños lidiando con los obstáculos que eso supone en una sociedad sensiblemente racista y discriminatoria, que a pesar de eso, ofrece oportunidades de superación personal y profesional sobre todo para quien se esfuerza por conseguir algo más y no se conforma con la cotidianidad de la rudeza civil y sistemática.

Lo bueno: la narrativa cinematográfica tanto en lo visual como en lo sonoro y la autenticidad de la historia.

Lo malo: las escenas retrospectivas, aunque aportan a la trama, al mismo tiempo ralentizan la fluidez del filme.

Escrito por Gabriel Bonanni Caldeira.

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Cinezin
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24 de marzo de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Taylor Takahashi interpreta en 'Boogie' a un estudiante de origen chino. Sus padres, oriundos de aquel país, son el único recuerdo de sus orígenes. Nacido en Estados Unidos, es una joven promesa del baloncesto. En el instituto y en las calles del barrio neoyorquino de Queens, practica un deporte para el que parece destinado, con la liga profesional (NBA) en el horizonte. El arraigo a un lugar y la integración del foráneo planean sobre la película, poniendo el foco en la particular relación que va a sostener con sus padres.

Las dudas acerca de su futuro (la universidad, ganar una beca, volver a China) proceden más bien de la actitud de sus progenitores que de las expectativas y anhelos propios. Aquí la cinta muestra las tensiones que surgen entre la primera y segunda generación de inmigrantes de manera borrosa, en una exposición algo enmarañada. No parece casual la elección de un asiático como futura estrella del deporte de la canasta para introducir apuntes de tinte social. Un acontecimiento excepcional que sólo rompió ese gigantón llamado Yao Ming. 

'Boogie' se torna convencional al contar el romance del protagonista con una compañera de pupitre. También al diseccionar la rivalidad dentro de la cancha con el personaje al que da vida el desaparecido rapero Pop Smoke, que cumple con creces. De una película sobre deporte, cabría esperar de las escenas dónde se practica cierta chispa. Por el contrario, las mismas resultan insulsas, carentes de emoción y previsibles a leguas de distancia, en algún caso casi pedestres.

Era el momento de la puesta en escena a la americana, de la magia del juego callejero, de clavar un mate a lo Dominique Wilkings. Ahora que la comunidad china en Estados Unidos está en el foco a cuentas de la dichosa pandemia, no viene mal que el cine ahonde en las peculiaridades y problemáticas de esta comunidad. Tengo la impresión que 'Boogie' es intrascendente a esos efectos. 

Escrito por Juan Pablo martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Juan Pablo
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