Blancanieves

Son impresionantes algunas rarezas cinematográficas que rondan por ahí, como ésta "Blancanieves" de João César Monteiro. Que en su estreno tuviera polémica no me cabe duda, ya que al menos el 95% del metraje está compuesto por planos negros, sin que se vea absolutamente nada, y solo oímos voces y ruidos.
En los escasísimos momentos en donde hay imágenes vemos distintos planos del cielo, de unas ruinas, unos cuadros, y unas fotografías que nos muestran al escritor Robert Otto Walser muerto, tendido en la nieve, cerca del manicomio de Herisau (Suiza), lugar en donde estaba ingresado de forma voluntaria.
Pura rareza que yo al menos dudaría si llamarla "película" o no, porque lo esencial de una película es la imagen, y si casi no la hay pues no lo sería. También, al menos en mi caso, imposible de valorar (por eso le doy un 5), no puedo decir si es mala, buena, regular, muy mala o excelente.
No es una película para recomendar a nadie, desde luego, pero es una anécdota cinematográfica que a alguien podría resultarle interesante.

”El mundo entero para mi se ha vuelto negro,
se que pronto con la realidad me habré de enfrentar,
y estoy negro cuando pienso que podré fracasar.”

Todo Negro, Los Salvajes

Cuadrados no, trapezoidales tiene los huevos João César Monteiro. Aquí, en su adaptación de una obra de Robert Walser, llega el buen hombre y se casca de setenta y tres minutos de metraje fácil setenta de no imagen, de un fondo más negro que Eddie Murphy en el velatorio de Whoopi Goldberg. Eso es coger de las sobacas a las sobradas más tochas del cine estructural e ir dándoles una paliza una detrás de otra. Y encima con la guasa de que la cosa va de Blancanieves, lol, que qué cara se le podría poner a un espectador despistado que fuese a ver algo rollo la versión de Disney.

Obviamente esto viene del Hurlements En Faveur De Sade de Guy Debord -hasta se mencionado en el letrero de créditos iniciales que el espectador, por el mero hecho de estar frente a la pantalla, es parte de la cultura del espectáculo, que queda espectacularizado en su acepción situacionista- revisado desde una estrategia muy Chris Marker cuando La Jetee solo que acentuada en su labor de generar debate sobre si esto es cine o no. Existe montaje, luego es cine, estimados patanes que creéis que prima la imagen por encima de lo primero a la hora de determinar qué y qué no es cine.

El genial director portugués João César Monteiro tuvo un despiste muy grande en el rodaje de la película. Se le olvidó quitar la tapa del objetivo de la camara.

João preguntó si tenía que quitar la tapa del objetivo para grabar. Le dijeron que no valía la pena correr el riesgo de que se dañase la lente, que si iba a grabar a oscuras sin iluminación no valía la pena quitarla, que en sensores de 1 pixel no se nota la diferencia, que mejor usar polarizador debajo de la tapa, que las tapas de Tamron son mejores que las de canon, que las tapas de canon tienen un fallo y deben ser enviadas a la casa para que las recalibren pero que canon no quiere reconocer el fallo... Uno dijo que es "nikonista" pero que se estaba planteando pasarse a Canon por la calidad de sus tapas, y otro incluso ponía fotos de muestra con la tapa puesta y decía que con la tapa puesta ya no tenía problemas de viñeteo, pero que le preocupa la nitidez de los bordes.