Acechada

Desde luego que sentido del humor no le falta al tío que puso el título en la traducción española. Es como si La Pasión de Cristo se hubiese titulado también Giro inesperado en clara alusión a la resurrección de Jesús al final de película.

Ya me están aburriendo a mi las de encuentra-tú-mismo-al-asesino de entre los conocidos. Porque jorder, cada director te pone su desenlace como si él hubiese inventado la fórmula. Y todo lo contrario; resulta ridículo comprobar como todos y cada uno de ellos te venden el mismo perro pero con distinto collar. ¿Qué se piensan que nos van a dejar con la boca abierta cuando se descubra el pastel? ¿Como si a nadie se le hubiera ocurrido nunca nada parecido? ¿Creen realmente que es inesperado? ¿Qué pasa, que esta gente no ven las películas de los demás genios como ellos?. Además es que es de risa los argumentos que suelen dar los asesinos inesperados para justificar lo que hacen. En plan cabrón rencoroso.

Pues resulta que la Ashley Judd es una agente de homicidio que se bebe hasta el agua de los floreros y cada vez que lo hace pierde el conocimiento. Pero cuando despierta la cosa se ha puesto jodía porque siempre aparece muerto un tío con el que ella copuló semanas antes. 1 borrachera = 1 muerto. 4 borracheras = 4 muertos. 6 borracheras = 6 muertos etc, etc.
Y los compañeros piensan que ella es la asesina por la relación polvo/muerte. Y eso porque está en norteamerica. Si llega a estar en España lo que pensarían es que es simplemente un putón verbenero. Pero vaya, eso es otra historia.

Total, que la peli se hace muy pesada porque sabes de antemano que todo lo que te estás tragando es una mera excusa para alimentar una sorpresita final que ni es sorpresita ni es ná. Pero lo más cojonudo que tienen las películas mierdosas estas es cuando después de haberte amargado la tarde por lo mala que son, te pones las entrevistas del DVD y te ves a los directores y a los actores describiéndola como si fuese lo más interesante de toda su carrera.

Ashley Judd interpreta a una chica atrapada por unas circunstancias (oh, qué novedad) y Andy García a su compañero, un adonís policial que se la intentará beneficiar (increible sorpresa), mientras un asesino ¿desconocido? les hace tambalearse (maravillosa aportación!).

Y así transcurre una de las últimas birrias en forma de thriller norteamericano, entre el hastío por estar observando todo el rato lo mismo en pantalla, y la expectación por saber si Judd se pondrá en plan morbosete en algún momento, que nunca llega, of course.

Puede que resulte medianamente interesante el hecho de intentar ofrecer a la prota algo más de jugo y trasfondo, aunque eso no levante una tontería tan anodina como requetevista, y aunque entretiene lo suyo, tampoco da demasiado de sí.

Obviar el final sería el único modo de intentar sacar algo positivo de esta birria, lo malo es que está ahí, y también cuenta... y como no era suficientemente estúpido de por sí, pues lo hacemos languidecer con tonterías tamaño trolebús para que "Giro inesperado" no sólo sea otro pésimo thriller del montón, sino también una imbecilidad tan inmensa como olvidable.

Philip Kaufman: un tipo tan irregular como poco prolífico, con nueve o diez películas en cerca de cuarenta años, ñordos importantes incluidos. Pero ninguno tan glorioso como este “Giro inesperado”, tan inesperado, que no se lo esperaba ni él. Por si fuera poco, se rodea de un elenco-coñazo, igualmente destacable. A saber:

Samuel L. Jackson: hace unas tres mil películas al año, así que suele dar una de cal y 1.449 de arena; el resto es puro cemento, como su cara.

Andy García: un pájaro al que profeso una tan inexplicable como acendrada fobia personal. No puedo con él y no me creo sus papeles ni cuando interpreta a un cubano chulazo emigrado al país de Obama.

Ashley Judd: una chica que prometía pero que, tristemente, ha quedado relegada a interpretar papeluchos en pelis de tercera y series de televisión. Parece que está etiquetada con la monserga ñiña mona incomprendida con desajustes mentales. Ya me aburre.

Y el argumento:

Una poli buenorra de entrepierna fogosa y agrio carácter empieza a toparse con una ristra de cadáveres a los que, pura casualidad, acababa de pasarse por la piedra. Cuando estaban vivos, eso sí. La necrofilia hubiese sido demasiado incluso para Kaufman. Por el medio, un veterano poli-guía espiritual que le aconseja en todo momento (Jackson), otro poli también talludito pero que además se la quiere zumbar (García), y un psiquiatra, interpretado por David Strathairn, para darle un toque freudiano a la cosa. La trama comienza siendo pasable, para terminar traspasando la frontera de lo verosímil y caer directamente en lo ridículo.

Philip Kaufman atravesó mejores tiempos cuando trabajó en el guión de "Indiana Jones" o cuando dirigió el remake de "La invasión de los ultracuerpos" con Donald Sutherland o la magnífica "Elegidos para la gloria". Está claro que aquellos fueron buenos tiempos para él, porque "Giro inesperado" es una película cuyo desarrollo es contrario a lo que pretende su título, es decir, totalmente previsible y esperado. Sarah Thorpe, en el que ha supuesto el segundo guión de su carrera, muestra una gran torpeza al narrar una historia que trata torpemente de despistar al espectador con una serie de pistas falsas tan ingénuas que lejos de su propósito hacen que uno sepa de antemano cual va a ser el desarrollo de la película y su desenlace; y eso, en un thriller, es un fracaso estrepitoso. Así pues, director y guionista desaprovechan a tres grandes actores como Ashley Judd, Samuel L. Jackson y Andy García en un argumento que resulta inverosímil hasta en pequeños detalles, desde la forma de ligar en un bar hasta el intento de que la protagonista se parezca a "Harry el sucio" (intento fallido a todas luces). Olvidable.

Cúmulo de tópicos del género, sin aportación ninguna al séptimo arte. Hasta en Scuby-Doo había más ingenio a la hora de atrapar a los culpables. Ni siquiera el trío protagonista, más de relumbrón en taquilla que en la interpretación (que me perdone Samuel), salva a este film del desastre completo y de ocupar uno de los stands más escondidos de cada videoclub, quizá porque los dueños la hayan visto, y no la quieren mostrar por vergüenza torera, que de eso falta mucho en la peli.