Death Bell 2: Bloody Camp

Si ya la primera parte me pareció no del todo lo interesante que esperaba, aunque me lo pasé pipa con ella, esta secuela, desarrollada como sacacuartos a la sombra de un exitazo económico, es desde todos aspectos, inferior.
Igualmente encuadrada en un sistema educativo en el que la zancadilla española se queda en pequeñeces, la sucesión de asesinatos es aún más rápida, injustificada y poco original que en la primera parte, lo cual no significa menos entretenida.
Lo dicho, se deja ver, pero no es de las mejores muestras del género terror coreano, con diferencia en el panorama actual junto al francés, el mejor del mundo cinematográfico.
Lo mejor: Aspecto visual portentoso.
Lo peor: Puede resultar innecesaria.